─Baekhyun me odia. ─sollozó Baekbeom cuando Chanyeol lo dejó en la cama.
─Tiene muchas razones para hacerlo.
─Claro que no, somos hermanos, deberíamos al menos llevarnos bien.
─Toda su vida se vino abajo por tu causa, no creo que seas su persona favorita en el mundo, Baekbeom.
─Yo no le he hecho nada a él, todo es culpa de Woobin, no mía.
Dios Santo, Chanyeol no alcanzaba a entender cómo cabía tanto cinismo y descaro en un cuerpo tan pequeño como ese. Era realmente increíble la desfachatez de Baekbeom y su manera de actuar, él no podía parar de preguntarse si hubiera llegado a ser tan estúpido como para creerse su farsa de no tener la información que tenía.
─Tú metiste a Woobin en nuestras vidas. ¿Recuerdas?
─¿Nunca vas a perdonarme?
─No lo sé, Baekbeom. Piensa en nosotros como esa fractura de tu brazo, tú nos rompiste y dañaste todo, ya lo reacomodamos, pero se necesita tiempo para que sane, si presionas demasiado, si lo fuerzas demasiado, no va a sanar bien y se puede volver a romper.
─Yo viví un infierno, Chanyeol, ya pagué por mis pecados.
─No hubieses tenido que pasar ni un solo día de sufrimiento si no te hubieras revolcado con ese bastardo.
─¿Eso es lo único que te importa? ─La carita dolida de su esposo y la voz entrecortada al preguntarle eso le dio un escalofrío por la columna y obtuvo su respuesta, sí, probablemente le hubiese creído porque jamás llegaría a pensar que tanta perversión pudiera caber en él.
─Mi hija, Baekbeom, ella es lo único que me importa. Y ella debería ser tu prioridad también, porque es la única razón por la que no nos estamos divorciando.
─No, mi amor, no lo digas. Ni siquiera lo menciones, tú y yo vamos a estar juntos hasta que la muerte nos separe. Vamos a arreglar las cosas, Yeollie, vamos a ser una familia feliz de nuevo. Cuando me recupere podemos buscar otro bebé, Rosé estuvo hablando mucho de querer otros niños en la casa. Podemos hacer eso.
Chanyeol se quedó mirándolo sin poder disimular la incredulidad. Era indignante solo escucharlo hablar y tuvo tantas ganas de apretar su delgado cuello entre sus manos hasta que el aire dejara de fluir. Sería tan fácil, él conocía tantas maneras de matarlo y hacerlo pasar por un accidente, y tantas otras de desfogar toda su ira y hacer trizas ese cuerpo frágil y delicado que alguna vez amó.
Dios, todo estaba siendo demasiado, la rabia había perdido las proporciones en su interior y todo lo que sentía era una necesidad de gritar y romperse los puños contra algo, era eso o explotaría con la primera persona que se le atravesara en el camino. Odiaba a Baekbeom con cada célula de su cuerpo y le jodía terriblemente la impotencia de no poder solucionar la situación por sí mismo.
Chanyeol se sentía atrapado, enjaulado como un león hambriento y enojado que da vueltas en el mismo lugar añorando salir corriendo y volver a su verdadero hogar.
─Sí, creo que eso podría ayudarnos como familia.
Lo único que podía hacer, por ahora, era llevarle la corriente y decirle lo que Baekbeom deseaba escuchar, por eso respondió con la mejor sonrisa que pudo conjurar, como si de verdad le alegrara la idea de tener otro hijo con él, era obvio que su esposo seguía pensando que ese era su mayor anhelo y la mejor manera de manipularlo. Le acaricio la mejilla, le dejó un beso en la frente y se dispuso a marcharse de esa habitación que lo estaba asfixiando como si el oxígeno fuera el veneno más tóxico.
─Descansa, cariño. Debes recuperarte pronto para que empecemos a buscarlo.
─¿Vas a volver abajo con él?
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🔫LOVE SHOT🔫 [Serie Salento - Libro 1]
RomanceBaekbeom tiene una vida soñada, se casó con el apuesto empresario Park Chanyeol, tienen una preciosa hija y él puede derrochar lujos a su antojo. Aun así, está tan cansado y aburrido de su rutina que encuentra consuelo en los brazos de un sensual mo...