19. Que me ha pasado

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Rosé era la jefa de la cocina por ese día, desde muy temprano estaban decididos a atender a Chanyeol como si fuera un rey, así que Baek se había escabullido de sus brazos y se encontraba con su hija preparándole un rico desayuno.

Fue completamente sorprendente para él y para los demás, la manera en la que estaba tan familiarizado con los utensilios, él sabía exactamente qué usar y cómo hacerlo. Preparar esos panqueques se sintió como lavarse los dientes, algo que podía hacer en automático sin necesidad de pensarlo mucho. Yuri no se lo podía creer porque ella jamás había visto al señor Baekbeom en la cocina.

Luhan buscó una explicación diciendo que, a veces, en casos de amnesia como el suyo el cerebro encontraba memorias a las cuales aferrarse, como haber visto un programa de cocina o algo parecido. La respuesta no fue nada satisfactoria, Baekbeom tampoco veía videos de cocina, jamás le había interesado ese tema, e incluso si lo hubiera hecho, eso no explicaba la experticia de sus manos batiendo las claras de huevo y luego la harina.

Tampoco la manera en la que enrollaba los vegetales con carne en esas algas como todo un artista, era algo complicado incluso para la misma Yuri, se necesitaban manos delicadas y precisas para no romperlas y él lo estaba haciendo con tanta facilidad que parecía que se ganara la vida de esa manera.

Baek decidió no pensarlo demasiado, estaba muy feliz de poder preparar algo con sus propias manos para su esposo, Chanyeol lo trataba tan bien y le daba tantas cosas, incluyendo su amor y atención, que lo mínimo que podía hacer era tener un gesto considerado y darle comida muy rica.

Luhan le ayudó a llevar la enorme bandeja porque él no podía cargar ese peso y Rosé mucho menos. Así que los tres entraron a la habitación encontrándose a un Chanyeol todavía dormido y con la mitad del cuerpo cubierto por las mantas. A pesar del frío que se experimentaba en el exterior, el cuarto estaba cálido y olía mucho a la loción de Chanyeol, era un ambiente delicioso.

La niña con su habitual entusiasmo brincó a la cama y despertó a su papá con muchos besos, Chanyeol gruñó y rezongó un poco, pero finalmente se despertó con una gran sonrisa y atrapó a la niña para hacerle cosquillas y morderle las mejillas ganándose estruendosas carcajadas que contagiaron a Baek y a Luhan. Este último se sentía un poco incómodo porque su jefe tenía el torso desnudo y era muy difícil apartar sus ojos de ese cuerpo tan provocativo de músculos marcados.

En el momento en el que Chanyeol liberó a Rosé de su ataque, la niña se sentó a su lado y Baek se acercó para darle un beso y felicitarlo. Los tres comenzaron a cantarle el feliz cumpleaños y Luhan le entregó la bandeja para luego salir y darles un tiempo en familia.

─Feliz cumpleaños, cielo. Espero que te guste, lo hicimos Rosé y yo con mucho amor.

─¿Ustedes dos cocinaron para mí?

─¡Sí, papi! Yo hice la fruta y el jugo. Mamá hizo lo demás.

Chanyeol se quedó mirando a la bandea sin poder creer que eso fuera cierto, todo parecía delicioso, salvo por las fresas un poco mal cortadas y las rodajas de banana que tenían tamaños desiguales, ese desayuno podía ser de un restaurante de lujo y olía delicioso.

─Entonces tendré que comérmelo todo.

El hombre probó el primer bocado con aprensión, una cosa era que se viera bien y otra que tuviera un buen sabor. Pero todas las dudas murieron por el glorioso deleite a sus papilas gustativas, realmente era exquisito y sabía diferente a lo que solía cocinar Yuri. Tendría que pedirle después que volviera a prepararle esa receta porque le estaba encantando, era más que obvio que sus dos amores no podían preparar algo así y sintió una oleada de ternura al imaginar a Baek y la niña estorbándole a Yuri y creyendo que ayudaban. Eran adorables.

🔫LOVE SHOT🔫 [Serie Salento - Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora