🔫LOVE SHOT🔫 [Serie Salento - Libro 1]

55. Acuérdate

Era difícil entender las expresiones de Woobin porque su rostro estaba muy magullado e hinchado, sin embargo, fue fácil ver el dolor en sus ojos. Él había soportado todo eso para proteger a las dos personitas que amaba y que ahora estaban ahí. El terror más crudo le heló la sangre pensando en lo que podían hacerle a Kyungsoo. No, él no podía permitirlo.

─No lo lastimes, te lo suplico... ─la voz del hombre era apenas un susurro ronco y afónico por lo mucho que había gritado en esos días.

─Verás, Woobin, si ustedes hubieran tenido un poco de piedad con Baekhyun, yo estaría tentado a concederte ese deseo, pero todos sabemos que no fue así. Tu chico se va a unir a nuestra fiesta.

─¡Está embarazado, no puedes herirlo!

─Claro que puedo, Woobin. En este lugar, yo soy el juez, el jurado y el verdugo. ¿Y adivina qué? Nadie va a mover un dedo para defenderlos.

Kyungsoo únicamente lloraba, sus ojos recorrían el cuerpo de Woobin detallando todas sus lesiones y horrorizándose cada vez que descubría una nueva. Ninguna palabra salía de su boca, únicamente sollozos y quejidos. Woobin lo miró rendido, no había podido salvarlo y de nada le servía ahora arrepentirse de todos sus errores. A su mente venían todas las veces que Kyungsoo le rogó que se fueran lejos solo ellos dos, debió haberle hecho caso, no debió escuchar a Baekbeom, no debió confiar en él.

─Dime, ¿cuánta sangre necesitas que le saque a tu chico para empezar a hablar?

─¿Vas a matarnos?

─Sí, pero antes de eso vamos a divertirnos mucho con ustedes dos.

─El niño bonito se ve más apetitoso ahora. Me quedé con ganas de su redondo trasero la última vez. ─Sehun se agachó junto a Kyungsoo y barrió sus manos por los muslos del chico, causando que él se sacudiera y gritara.

─¡Está embarazado, maldito cerdo! ─gritó Woobin al otro lado de la habitación con todas sus fuerzas.

─¿Y qué? Debo tener un fetiche porque me calienta más así. ¿Te gusta mirar? No me importaría follarlo aquí para que disfrutes un poco antes de morir.

─¡No te atrevas a tocarlo!

─¿Qué vas a hacer? ¿Te vas a levantar para impedirlo?

El tono cínico y provocador de Sehun estaba acompañado por su expresión depredadora mientras volvía a subir las manos por los muslos de Kyungsoo muy despacio y, a pesar del increíble dolor que eso debía ocasionarle, Woobin se sacudió como si quisiera soltarse de las ataduras.

─Dame la información de sus identidades y los contactos en el extranjero, y voy a matarlo rápido. ─ofreció Chanyeol ubicándose detrás de Kyungsoo y acariciándole una mejilla con el dedo índice, recogiendo lágrimas que luego chupó.

─No... Hazme lo que quieras a mí, pero déjalo ir, por favor. ¡Te lo suplico!

─No me convences. Se me está agotando la paciencia, Woobin, empieza a hablar o comenzaré a interrogar al niño bonito.

Mientras pronunciaba esas palabras amenazantes, Chanyeol paseaba su mano por las herramientas sobre la mesa, tomando una, mirándola y volviéndola a dejar en su lugar, todas resultaban intimidantes y Woobin solo repetía súplicas, presa del terror. Finalmente, Chanyeol tomó su catana, ella nunca le fallaba.

─Cuando era niño quería ser doctor, me gustaba jugar a eso ─Chanyeol desenvainó su espada y la balanceó en su mano revisando su filo eterno y haciendo que brillara con el reflejo de las luces─. ¿Crees que salga bien una cesárea casera? Podríamos intentarlo, así alcanzarías a conocer a tu bebé antes de irte al infierno. Sehun, quítale la camisa al chico.