34. O le hacemos caso

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La confesión de Baek trajo nuevos problemas a la casa. El pobre chico estaba desconsolado y no encontraba más apoyo que Minseok y su hija. Desde la partida de Luhan, ambos donceles se habían refugiado el uno en el otro compartiendo la tristeza por su ausencia. Minseok derrumbó las barreras que tenía contra su jefe, entendiendo que ya no era el mismo de antes.

El tiempo de Baek se repartía entre la casa, su hija y los negocios. Chanyeol apreciaba realmente su ayuda, él era brillante y se había adaptado rápidamente a administrar las finanzas, eran demasiados negocios, pero los legales tenían personas que podían manejarlos, eran los ilegales los que no se le podían confiar a cualquiera y Chanyeol le dijo que confiaba plenamente en él.

Al menos así fue hasta su confesión. Ya había pasado una semana y Chanyeol todavía no le hablaba. Desde esa noche en la que lo esperó en la habitación rogando al cielo que pudiera perdonarlo y permaneció despierto hasta la madrugada sin que su esposo llegara. Baek no sabía qué hacer, de verdad que no lo sabía. Chanyeol no lo estaba tratando mal, tampoco lo miraba con esa misma rabia, él simplemente se había alejado.

Cuando lo buscó al día siguiente, Chanyeol se disculpó por haberlo gritado, pero le dijo que necesitaba tiempo para pensar y aclarar sus ideas, así que se quedaría en otra habitación mientras conseguía hacerlo. Desde entonces, el contacto era mínimo y Baek ya no soportaba más lo mucho que lo extrañaba.

Chanyeol, por su parte, tenía una tormenta en su cabeza y otra en su corazón. Pero todas las dudas iban a terminar en ese momento, gracias a que Sehun por fin estaba en casa.

─Pensé que me tendrías una fiesta de bienvenida preparada ─saludó Sehun al entrar en el privado del Love Shot y encontrarse a Chanyeol con la botella de whisky a la mitad, el cabello despeinado y un aspecto terrible─. Pero estas hecho una mierda.

─Lo sé. Me alegra mucho verte de nuevo, hermano.

Chanyeol se levantó tambaleante y Sehun lo abrazó. Llevaba mucho tiempo de no ver a su mejor amigo en un estado así. Y lo peor de todo es que las noticias que traía solo complicarían más la situación.

─No sé si pienses lo mismo después de lo que tengo para decir.

─Solo dime que de verdad no es Baekbeom. Eso es todo lo que necesito saber. ─las palabras de Chanyeol sonaban cansadas mientras se servía otro trago para él y el primero de la noche para Sehun.

Sehun se quedó mirándolo con detenimiento, Chanyeol tenía ojeras marcadas, era evidente que no había dormido bien en varios días, su ceño estaba arrugado incluso involuntariamente y tenía una barba incipiente de un par de días que le dejaba claro que la estaba pasando realmente mal. Y sin él a su lado para recordarle que era un humano y debía cuidarse, seguramente se estaba excediendo en trabajo, alcohol y falta de sueño.

─No lo es.

─¿Estás seguro? ─Chanyeol casi se sintió sobrio de nuevo por la emoción.

─Sí. Confirmado. ¿Quieres toda la historia ahora o estás demasiado ebrio?

─No te guardes ni un solo detalle.

─Chanyeol, vamos a necesitar otra botella, esta historia parece de novela.

─Eso no es problema, llevo una semana sin poder respirar sin sentir que me quemo por dentro, si puedo tener la certeza de que ese chico perfecto al que amo tanto no es el bastardo infiel de Baekbeom, soportaré cualquier cosa.

─Se llama Baekhyun. Byun Baekhyun, es maestro de primaria y también trabajaba en una pastelería. Tu madre tenía razón, sus talentos en la cocina sí tienen varios años de experiencia.

🔫LOVE SHOT🔫 [Serie Salento - Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora