11. Y no pueda

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Chanyeol le avisó a Taemin que sí iría con la niña para que tuviera todo preparado, acordaron que lo mejor sería que él permaneciera en la reunión, en caso de que se presentara algún nuevo inconveniente, ya que había creado un lazo de confianza con el paciente.

De camino, compraron un enorme ramo de cien rosas rosadas que Rosé escogió y que hacían juego con el vestido que ella llevaba del mismo color. La niña parecía una princesa con su pomposo vestido satinado y el cabello recogido a medias con un bonito lazo, era muy hermosa a pesar de todo lo que dijera su madre, Rosé había heredado lo mejor de cada uno y su carácter dulce y tranquilo solo la hacían parecer la mejor niña del mundo para su padre.

Cuando alguien insinuaba que ella sería muy hermosa de mayor, Sehun y Chanyeol gruñían como fieras dispuestas a despedazar a cualquiera que osara acercarse, era cierto que Rosé se iba a convertir en una mujer preciosa algún día, como también era cierto que tendría a todo un ejército a su disposición y al papá más peligroso del mundo, esa pobre niña iba a quedarse soltera para toda la vida.

Chanyeol notó que su nena estaba muy nerviosa justo antes de entrar así que se agachó a su altura para tranquilizarla.

─Todo está bien, princesa, si te sientes incómoda me dices y nos vamos. ¿De acuerdo?

─¿Y si él se enoja por verme?

─Entonces él se lo pierde, tú, el tío Sehun y yo nos vamos a comer un helado de fresa delicioso.

Rosé volvió a sonreír, Chanyeol no lo sabía, pero parte de su felicidad de las últimas semanas era que él pasaba más tiempo en la casa también, así que ella estaba disfrutándolo mucho.

Chanyeol agarró la manito de su nena y abrió la puerta con una lentitud tortuosa que solo aumentaba la tensión. Sin embargo, en cuanto pudieron divisar la cama, Baek estaba sentado esperándolos y luego de ver a Chanyeol, bajó su mirada hacia la pequeña figura que se ocultaba tras sus piernas y su rostro se iluminó como un sol. Esa sonrisa preciosa le parecía a Chanyeol tan nueva y linda que un suspiro de alivio escapó de sus labios. Bien, al menos no estaba fingiendo, su esposo nunca miraba de esa manera radiante a la niña.

Por eso se animó a halar un poco a Rosé para que saliera de su escondite y se presentara ante su mamá. Ella lo hizo muy tímida, mordiéndose los labios y con una mirada tan insegura que él quería gritar de impotencia. Pero Rosé también se fijó en la sonrisa tan bonita que tenía su mamá y dio un paso hacia adelante.

Baek estaba apretando la manta entre sus manos porque el corazón se le quería salir del pecho por la emoción. Durante el día había estado hablando con Taemin de las maneras para controlar su ansiedad y los ataques de pánico que vendrían cada vez que se enfrentara a una situación estresante o desconocida.

Chanyeol le entregó las flores a la nena y la impulsó para que se las llevara a su madre.

─Hola, Baek. Rosé quiso traerte un regalo.

Baek lo miró a los ojos y Chanyeol pudo ver tanta emoción que se sintió conmovido, no había rastros del fastidio habitual o el miedo de esa mañana, solo algo muy cercano a la felicidad. El chico era incapaz de hablar, sentía un nudo que le apretaba la garganta y apenas conseguía respirar.

─Son tus favoritas, las rosas rosadas. Por eso me llamaste...

─Rosé...

La niña se detuvo con los ojos muy abiertos y el miedo de que su mamá ya hubiera recordado que no la quería. Pero Baek le sonrió con los ojos cristalinos y le estiró los brazos como pidiéndole que fuera a él. Ese gesto sorprendió a padre e hija por igual, la niña se giró a verlo y él asintió con la cabeza para animarla, así que ella terminó de avanzar hasta la cama y le entregó el ramo.

🔫LOVE SHOT🔫 [Serie Salento - Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora