31. Acuérdate

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A Chanyeol no le importó en lo más mínimo que su madre y Sehun se quedaran hablando en la sala. Su niña ya estaba dormida y Kim se había marchado, así que tomó a Baekbeom en sus brazos, lo apretó cuando quiso escaparse y como un buen cavernícola se dirigió a su cueva con la presa de la noche.

Baek reía entre divertido y avergonzado, ya se estaba acostumbrando a perder el pudor porque todos a su alrededor parecían demasiado relajados con el tema sexual, como si fuera algo tan normal como respirar. Tampoco tenía ganas de negarse, solo la voz de Chanyeol susurrando en su oído era suficiente para encenderlo y permitir que su esposo hiciera con él lo que se le antojara.

─¡No conoces la vergüenza, Park Chanyeol!

─No, no sé qué es eso... Yo solo sé que te quiero desnudo. Ahora.

─¿No me vas a desnudar? ─preguntó el chico con fingida inocencia mordiendo su labio inferior.

─¿Debería?

─No. Espérame aquí, Lu me obligó a comprar algo y prometió que te gustaría.

─Recuérdame darle un aumento a Luhan.

Baek corrió con una dulce risa hacia el vestidor, de solo pensar en lo que debía ponerse, el calor subía por su cuello enrojeciendo su linda carita y sus orejas. Dios, Luhan era un pervertido y quería convertirlo a él en uno también. Cuando buscaron los obsequios de navidad, llegaron a la conclusión de que no había nada que pudieran regalarle a sus hombres que ellos no tuvieran ya, así que la mejor opción eran ellos mismos.

Entre las múltiples opciones, Baek escogió un trajecito de reno sexy que en realidad no tenía muchas prendas, era una diadema con cuernos y orejitas muy lindos, medias blancas que llegaban hasta sus muslos, un short diminuto de cuero café que apenas alcanzaba a envolver sus generosas nalgas, con una pomposa colita blanca. Y un corsé marrón confeccionado en tul que no dejaba nada a la imaginación. Atarlo fue la parte más difícil, se apretaba mucho a su torso, afortunadamente la parte de los pechos era muy suave, casi los llevaba al aire.

El detalle final era un collar rojo que ató en su cuello, llevaba un cascabel que en su momento se le hizo muy tierno, pero que acababa de imaginar sonando mientras Chanyeol lo embestía y la imagen mental lo calentó de inmediato. Definitivamente se había vuelto un pervertido. Baek respiró profundo y salió dispuesto a entregarse como regalo a su marido.

Chanyeol estaba distraído mirando por la ventana, estaba nevando y la noche era hermosa, se sentía un poco tentado a salir al balcón con Baekbeom y contemplar los lindos copos de nieve, pero el frío lo hacía dudar. En su habitación la calefacción era perfecta y creaba una atmósfera demasiado acogedora como para salir de ella. La duda impidió que se desnudara, todavía conservaba su camisa abierta y su pantalón.

Cualquier pensamiento se escapó de su mente en cuanto vio a su esposo parado en la entrada del vestier, a diferencia de otras veces donde se paraba tímido frente a él, en esta ocasión estaba recargado contra el marco levantando una de sus piernas en ángulo y sonriendo como un travieso diablillo. Su pene se hinchó de inmediato y palpitó con urgencia.

─Tú... Me vas a matar.

─¿Te gusta? Espero que sí porque es tu regalo de navidad.

─Mierda, te ves demasiado sensual, pero quiero arrancártelo de encima.

─No puedes, el trajecito es muy lindo como para que lo rompas.

Baek disfrutó demasiado de esa mirada hambrienta que le dedicaba Chanyeol, él estaba recorriendo su cuerpo con tanta intensidad en sus ojos que casi alcanzaba a sentir las caricias sobre su piel, como un calor que lo recorría allí donde lo observaba. Dios, eso era demasiado candente, ni siquiera se habían tocado y su esposo ya lucía una gloriosa erección. Él también estaba duro y mojado, la combinación perfecta. El semen que había dejado su esposo dentro suyo lo hacía sentir sucio, perverso y muy muy caliente.

🔫LOVE SHOT🔫 [Serie Salento - Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora