61. Que me ha pasado

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─Debemos volver a la casa, Rosé.

─No, no quiero ir, no quiero volver, yo me voy a quedar aquí con mi mami.

Chanyeol trataba en vano de convencer a su hija de soltarse de Baekhyun para que pudieran regresar a la mansión, él sabía que estaban vigilados y ante un movimiento tan osado como el sacar a Rosé definitivamente de la casa, vendrían consecuencias. Las visitas estaban bien, eran parte de la rutina, incluso si ya se habían enterado del altercado con Baekbeom, era fácil suponer que la niña iría con sus tíos buscando consuelo.

─Déjala, Chanyeol, yo tampoco quiero que regrese a esa casa y se exponga a más maltratos, déjala aquí conmigo, yo puedo cuidarla bien, la casa es muy segura, lo sabes.

Baekhyun parecía otro niño berrinchudo apretando a la nena entre sus brazos como si al dejarla ir la fuera a perder para siempre. Todos estaban demasiado sensibles por lo sucedido y a Chanyeol casi le da un infarto cuando Minho le informó que debía llevar a Taemin a la casa Oh porque Baekhyun se había puesto mal. Los nervios estaban de punta, cada pequeña cosa podía alterarlos al extremo, y claro, él salió corriendo, imaginándose un montón de posibles complicaciones con sus bebés.

Proteger tantos frentes era la parte más complicada, si solo se tratara de su hija, sería muy sencillo acuartelarla en algún refugio y desatar el infierno sobre sus enemigos, incluso enviarla a Dusan, Jongdae y él no se ponían de acuerdo en casi nada, pero Chanyeol sabía que Chen protegería a su sobrina con su vida. Sin embargo, eran muchas personas, estaban Baekhyun y Luhan en una posición demasiado vulnerable por sus embarazos, y Minseok, aunque estuviera entrenado en caso de emergencia, no era un guerrero.

La diferencia de esta ocasión con todos los enfrentamientos anteriores era que sus enemigos no iban a detenerse ante nada. Normalmente, las peleas obedecían a intentos de grupos pequeños de obtener más poder y más territorio, así que Salento debía controlarlos. También podían ser disputas de negocios, como pudo ocurrir con Chen o Lay en su momento, pero estas últimas se arreglaban con negociaciones, cuando ambos bandos eran poderosos, la guerra sería pareja, larga y problemática, los negocios se detenían, se perdía dinero y hombres, algo que no era rentable para ninguno, siempre era más fácil negociar en una mesa con el mejor whisky y buena compañía.

Los Bughan no querían un poco más, ellos lo querían todo. Encontraron al eslabón dañado que unía esas cadenas y aprovecharon para infiltrarse. Ahora conocían todos sus secretos, los puntos fuertes y los débiles, la contabilidad, los negocios fachada, los testaferros, toda la jerarquía... Y sus familias. Eso que todos querían proteger. Eso con lo que podían manipularlos y asustarlos.

Así que el hecho de saber que cada persona a la que amaban y les importaba tenía una diana de tiro dibujada en su frente, era lo más aterrador que podían enfrentar. Chanyeol sabía que Minho y Taemin estaban viviendo una crisis en su relación porque el doctor se negaba a dejar su trabajo y era difícil cuidarlo en el hospital, cualquier paciente podría llegar con la intención de dañarlo y eso le generaba un miedo paralizador a Minho que él entendía a la perfección.

Si Baekhyun fuera un poco más ingenuo como para insistir en llevar una vida normal, Chanyeol estaba seguro de que no podría ni respirar en cada minuto que no lo tuviera a su lado.

¿Qué podían hacer? Baekbeom los había jodido de la peor manera, porque a él no le importaba nadie además de sí mismo, los padres, esposos, hermanos o hijos que murieran a causa de su estupidez le resultaban insignificantes. ¿Cómo se manipula a un rival que no tiene miedo? Ni siquiera de morir. Baekbeom sabía que, si Chanyeol lo mataba, los Bughan le quitarían todo lo que amaba haciéndolo desear estar muerto también, y eso le daba tranquilidad al irse al infierno. Él perdería, pero ellos perderían mucho más.

🔫LOVE SHOT🔫 [Serie Salento - Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora