La biblioteca estaba envuelta en un silencio tenso, solo roto por el suave murmullo de las páginas siendo pasadas. Draco Malfoy estaba sentado en una esquina, sus ojos grises fijos en Rose, quien estaba absorta en sus apuntes. La luz tenue resaltaba la melancolía en los ojos de Draco, que se perdían en el recuerdo de las semanas de enero.
Sus dedos acariciaron la bufanda azul que yacía en su mano, la misma bufanda que Rose había dejado en su habitación antes de las vacaciones. No la devolvió, no por falta de voluntad, sino porque era lo único tangible que le quedaba de ella.
Los rumores sobre Benedict circulaban como un veneno envenenando el aire. Draco había escuchado murmullos y chismes, incluso había recibido una carta con una imagen de Benedict besando a Rose. La foto estaba grabada en su mente, y sus cejas se fruncieron ligeramente mientras dirigía su mirada hacia ella.
Finalmente, decidió levantarse. Se detuvo a mitad de camino, observando a un estudiante de quinto año acercarse a Rose, con sus amigos ansiosos mirando la escena desde lejos. Draco notó la urgencia en el gesto de Rose al guardar apresuradamente sus cosas, todo indicando que estaba siendo molestada.
Harry Potter hizo su entrada en el momento preciso. Draco lo observó con una mezcla de emociones mientras Potter defendía a Rose. El alivio se dibujó en su rostro, aunque también se mezclaba con la sombra de la preocupación por lo que Rose había tenido que soportar.
—Una palabra más y te irás directo a la enfermería —gritó Harry con determinación, instando a la rápida retirada de la escena tanto de él como de Rose.
Draco, desde su posición, deseaba intervenir.
Mientras Harry y Rose se alejaban, Draco se mordió el labio, frustrado por su incapacidad para cambiar las cosas. No obstante, sabía que debía aprovechar la situación para alejar a Rose de su círculo, especialmente después de enterarse del retorcido plan para incendiar la madriguera. Aunque el incidente había causado daño a Rosella, sirvió como catalizador para que Hermione reconsiderara pasar las festividades navideñas con los Weasley y optara por estar con su propia familia.
Guardando la bufanda con cuidado, Draco se acercó sigilosamente al grupo de Gryffindor que aún murmuraba sobre Rosella.
—¿Creen que ya haya estado en la cama del elegido? —se preguntó uno de ellos entre risas burlonas.
—Ojalá y acepte la petición que le hice —agregó otro, riendo con malicia,—. Tal vez si Potter no hubiera intervenido, ahora ella estaría arrodillada frente a mí.
—Lo que hubiera deseado es que la llevaras a tu habitación para poder aprovechar el tiempo con ella —se burló otro más.
El rostro de Draco se endureció mientras escuchaba esos comentarios degradantes. Aunque la furia lo impulsaba a desenfundar su varita de inmediato, decidió optar por algo más efectivo. Con movimientos rápidos, sorprendió a uno de ellos al jalarlo del cuello de su camisa y colocarlo frente a él. Sin dar lugar a más provocaciones, lanzó un golpe directo a la cara del insolente, cuyo rostro se retorció de dolor.
El impacto resonó en la sala, provocando que los demás retrocedieran ante la inesperada intervención de Draco. Mientras el silencio se apoderaba del lugar, Draco mantuvo la mirada amenazadora, desafiando a cualquiera que se atreviera a seguir con los comentarios irrespetuosos. Un suspiro agitado escapó de su pecho, y el mensaje estaba claro: no toleraría más faltas de respeto hacia Rose.
—Escúchenme, así como fueron capaces de meterse con Rosella, quiero que vayan con todos y les adviertan que si alguien vuelve a soltar un comentario sugerente o se atreve a tocarla, no los mataré; antes, los torturaré de todas las formas posibles hasta que enloquezcan y mueran —advirtió Draco con frialdad.
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𝐑𝐨𝐬𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐆𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫 | 𝐃𝐌 | +18
FanfictionEn el tranquilo mundo de Rosella Granger, la hermana menor de Hermione Granger, la temeridad y el peligro eran ajenos. Distinguida alumna de Ravenclaw, Rosella seguía los pasos de su hermana, manteniéndose alejada de las "aventuras mortales" que Har...