𝐋𝐕

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Parte I

La tensión se palpaba en el aire, una densa atmósfera cargada de peligro que envolvía a cada uno de ellos, rodeados por mortífagos que seguían ciegamente a Isadora. Rosella no apartaba la mirada de ella, porque aun así, Isadora sabía que el carácter de Rosella era tan sólido como el acero.

Aunque Rosella no buscaba problemas, siempre defendía a su hermana con fiereza. Desde el primer día en Hogwarts, Rosella había demostrado su valentía, enfrentándose a cualquier Slytherin que se atreviera a hacerle daño a su hermana. Un recuerdo se filtraba en su mente: el enfrentamiento con Morgan. Rosella no había dudado en golpearla cuando la vio haciendo que Hermione terminara empapada en lodo frente a todos. No le importó enfrentarse a un grupo de chicas mayores que ella ni tampoco golpear a Isadora frente a los mortífagos que las rodeaban en ese momento.

Ahora, con el conocimiento de que Draco y Morgan seguían con vida, Rosella no sentía miedo. Estaba decidida a enfrentar cualquier adversidad, incluso si eso significaba sacrificar su propia vida. Lo único que importaba en ese momento era asegurarse de que Zeph permaneciera junto a su padre.

— Debo admitir que es una sorpresa saber que descubriste que usé poción multijugos para engañarlos. Debería haberlo esperado, olvidé por completo que eras de Ravenclaw —dijo Isadora con un deje de desprecio, su voz resonando en el aire tenso como un látigo.

— ¿Acaso no te fue suficiente? —gritó Morgan con lágrimas en los ojos, su voz temblorosa,— Ya lograste lo que querías, déjanos en paz.

Isadora se erguía con la arrogancia de quien cree tener el control absoluto.

—¡Cállate, traidora! —espetó Isadora con desdén, observando a Morgan de pies a cabeza como si fuera una figura repugnante con desprecio evidente en su voz,— No me basta con solo saber que maté a tu amado Blaise, porque siempre fuiste un estorbo en mis planes. Lo que realmente me interesa es Rosella; es el premio que le prometí a Benedict.

Rosella se encontraba frente a Isadora, con una mezcla de incredulidad y desafío pintada en su rostro. Cientos de horas habían transcurrido desde el fatídico acontecimiento que marcó un antes y un después en sus vidas, y sin embargo, Isadora parecía ajena a la trágica noticia de la muerte de Benedict. Draco permanecía en un segundo plano, observando con cautela cada movimiento de los mortífagos que rodeaban a Rosella.

—¿Esperas darle un premio a un muerto? —replicó Rosella, su tono cargado de sarcasmo, mientras se adueñaba del momento con una confianza insolente—. Los que yacen en el inframundo suelen ser bastante reservados en sus asuntos.

Isadora la miró con confusión, sus ojos reflejaban el desconcierto ante la revelación. La noticia de que Benedict no estaba presente en ese momento la golpeó como un latigazo, especialmente porque ella aún creía que él seguía con el plan de perseguir a Rosella.

Sin embargo, recordó cuando se topó con Rosella, olvidó por completo a Benedict y se centró en la escena desgarradora de ver a Rosella llorar frente al cuerpo falso de Draco. Ahora, ante la verdad, la ausencia de Benedict la dejó aturdida. La expresión en el rostro de Isadora revelaba una mezcla de incredulidad y cierto dolor, haciendo que Rosella intuyera la importancia que Benedict había tenido para ella. Era la misma expresión que Rosella misma había experimentado cuando creyó que Draco había sido secuestrado.

—Eres una... —Isadora intentó contenerse, sus palabras se trababan en su garganta mientras dirigía una mirada llena de furia hacia Rosella,— Mátenlos, a excepción de estos dos, los quiero vivos —dijo señalando a Draco y a Rosella con un gesto decidido

El aire se cargó de tensión cuando los mortífagos rodearon a Rosella, Draco, Theodore y Morgan. Las varitas estaban listas, y la magia flotaba en el ambiente, llena de oscuridad y peligro.

𝐑𝐨𝐬𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐆𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫 | 𝐃𝐌 | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora