𝐗𝐋

2K 246 35
                                    

Los pasos febriles de Theodore resonaban en los solitarios pasillos de Hogwarts, que minutos antes estaban llenos de risas y charlas estudiantiles. La noticia de la presencia repentina de mortífagos había dispersado a los alumnos, dejando en el aire una tensión palpable. Entre el silencio, los únicos sonidos que se escuchaban eran los golpes apresurados de Theodore, quien dirigía sus pasos hacia la habitación de Ravenclaw.

Al abrir la puerta con ansias, el corazón de Theodore latía con fuerza al no encontrar a Rose en su cama, sumiendo su mente en un torbellino de preocupación.

—Rosella, Rosella —llamó con urgencia, dejando que su voz resonara en la habitación vacía.

La puerta del baño se abrió lentamente, revelando a Rosella con el rostro pálido, una sombra de su vitalidad usual.

—Lo siento, me sentí mal —se excusó Rose, su voz apenas un susurro frágil en la tensa atmósfera del cuarto.— No te preocupes, el baño está limpio y yo me he lavado la boca —aseguró, tratando de disipar la preocupación que se reflejaba en los ojos de Theodore.

—Bien —murmuró Theodore, un suspiro de alivio escapando de sus labios. Se acercó al ropero, recordando las indicaciones de Draco sobre una bolsa negra que encontraría allí. La realidad de la situación pesaba en sus hombros, pero no permitiría que la preocupación dominara sus pensamientos-

—¿Qué estás haciendo? ¿Dónde está Draco? —inquirió Rose con inquietud, sus ojos recorriendo la habitación en busca de señales de él.

—Él viene en camino, seguro —respondió Theodore, tomando la bolsa y acercándose a Rose—. Están aquí con Isadora, te están buscando, Rose. Los mortífagos han llegado.

Rose se quedó paralizada por un momento, su mente lidiando con la abrupta realidad que se desplegaba ante ella. La premura de abandonar el castillo se hizo evidente, y ni siquiera tuvo tiempo para asimilarlo completamente. Theodore tomó su mano, transmitiendo urgencia, y la guió fuera de la sala común de Ravenclaw.

Rosella siguió a Theodore en silencio, su mano aferrada a la suya. A medida que avanzaban por los pasillos, notaron la disminución de estudiantes, pero los destellos lejanos de hechizos indicaban que la amenaza persistía dentro del castillo.

La conciencia de Rose se agudizó, comprendiendo que la seguridad de Hogwarts estaba siendo comprometida por la presencia de los mortífagos. La premura del momento eclipsaba cualquier preparación que Rose hubiera imaginado. Theodore la condujo hacia uno de los pasillos menos transitados, donde la tensión en el aire era palpable y la incertidumbre se extendía como una sombra sobre ellos.

—Vamos a hacer una Traslación —susurró Theodore, su voz resonando con un matiz de seriedad,— He practicado mucho tiempo, es más fácil para Draco porque ya lo ha hecho miles de veces. Yo practiqué aquí a distancias cortas.

La mano de Rosella se soltó de la de Theodore, —¿De qué hablas? Aún no llega Draco, debemos esperarlo—, expresó con la voz cargada de preocupación.

Él la miró fijamente, sus ojos reflejando una urgencia que no podía ser ignorada. —Él ya sabe a dónde iremos, Rosella. Necesitamos salir de aquí. ¿No entiendes que necesitamos salir de aquí?—, inquirió Theodore, su tono revelando la gravedad de la situación.

—¡No puedo irme sin él! Él prometió venir con nosotros—, respondió Rosella, su voz cargada de lealtad inquebrantable.

— Lo siento, Rose. Él me pidió sacarte de aquí antes de que vinieran por ti—, confesó Theodore, su voz revelando un atisbo de pesar. —Él podrá alcanzarnos, pero ahora debemos salir de aquí. Confía en mí, Rose. Necesito sacarte de aquí.

𝐑𝐨𝐬𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐆𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫 | 𝐃𝐌 | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora