De sólo pensar en lo que acaba de pasar me da escalofríos, mis pies temblaban y mi respiración se acordaba ¿Por qué ahora tenía que recordar ese día? Siento que todo se pone oscuro y casi puedo escuchar las voces de aquellos hombres.
Sentí algo húmedo bajar por mis mejillas ¿Estaba llorando? Mi corazón estaba acelerado y mi boca seca, perdí la fuerza de mi cuerpo y me desmayé.
Como si hubiese vuelto aquella habitación, sentía mi cuerpo atado, el agua fría recorriendo mi cuerpo antes de una descarga eléctrica, suplicaba que se detuvieran, pero no lo hacían, tenía los ojos vendados y por más que llorara y gritara no se detenían.
Estaba desnudo, débil y con ganas de que todo acabara, estaba cansado de luchar, no tenía voz para suplicar más.justo en ese momento fue que sentí que era mi fin.
— ¡Basta! — grité sin poder evitarlo cuando sentí una mano en mi cuerpo.
Había despertado en la enfermería de la universidad y al parecer las manos que antes me habían tocado eran las de mi profesor de Psicometría.
¿Qué estaba pasando?
— ¿Qué hace usted acá? ¿Por qué estoy en la enfermería? Ahora debería estar en clase — comencé a decir mientras me levantaba de aquella camilla.
Aquel hombre de ojos azules me detuvo, alejé de inmediato sus manos de mí ¿Qué le pasa?
— Sr. Lee tiene que descansar, la enfermera dijo que tienes que descansar por hoy y comer bien, ya mañana puedes darle un justificante médico a los profesores con los que tienes clases — me explicó.
Lo que me faltaba ahora, agregándole más problemas a mi vida, soy un debilucho.
— ¿Y usted qué hace aquí? — pregunté con fastidio.
De solo ver su cara recordaba que estaba a punto de reprobar su materia y ahora tengo que fingir ser su amante.
— Estaba saliendo de una clase y te vi desmayarte en los pasillos, creo que hoy se me dio por tener lástima por personas como tú — respondió con fastidio.
¿Dios, qué castigo estoy pagando? Yo sé que a veces se me olvida orar y no soy de ir a la iglesia, pero no soy malo.
— ¿Personas como yo? Mejor no responda no quiero tener un dolor de cabeza más — dije cansado.
Mi celular comenzó a sonar logrando asustarme, lo saqué de mis pantalones y me sorprendi, al ver que era mi padre respondí de inmediato.
— Hijo la universidad me mandó un reporte al correo diciendo que te habías desmayado ¿Estás bien? Solo es cuestión de que me digas y voy a la universidad... — lo interrumpí.
— Papá estoy bien, sólo se me olvidó desayunar y el estrés de algunos trabajos, pero no es nada que no pueda solucionar, tranquilo concéntrate en tu trabajo — dije.
Me pondría mal si mi padre deja todo por lo que ha trabajado porque yo tengo una estúpida crisis.
— Sabes que si te pasa algo me muero, así que no te atrevas a restarle importancia a tu salud — me regañó.
Tenía la razón, con la invitación de boda, el problema con mi profesor y aquellos recuerdos del pasado, había descuidado mi alimentación.
— Te prometo que me alimentaré mejor, sólo concéntrate en tu trabajo — le pedí.
Estaba derrumbándome sin darme cuenta, no puedo volver a lo que era antes, no soy débil, no lo soy.
— Espero que sea así porque créeme que si vuelve a pasar algo así no dudaré de ir por ti, sabes que eres mi preciado hijo — mi padre parecía a punto de llorar.
No es por nada, pero está claro que yo soy el hijo favorito.
— Prometido, te tengo que dejar hablamos en la noche, te amo cuídate — dije antes de colgar.
Me había olvidado por un momento que mi profesor estaba aquí, el Sr. Hwang llevaba un traje azul elegante y caro como siempre, su cabello castaño perfectamente peinado, su banca perfectamente afectada y su piel limpia e impecable.
— Te faltó que le mandaras besitos como un niño consentido — se burló aquel hombre de mí.
Me había cansado de estar sin hacer nada, estaba claro que ya no era el chico que se escondía detrás de su mejor amigo, que se queda callado y no reprocha nada.
— ¿Consentido yo? No me haga reír Sr. Hwang, recuerde que usted hace todo lo que digan sus padres, al menos yo tengo libertad — exclamé con superioridad.
El hombre de ojos azules se acercó a mí, estaba enojado, estaba apretando sus puños y parecía a punto de golpearme ¿Al fin el hombre impecable perdió el control?
— ¿Libertad? Que va a saber de eso un niño como tú — se burló nuevamente de mí.
Jalé de su corbata y este de inmediato trato de alejarse, pero lo detuve.
— Más que usted sí, que yo sepa es a usted al que le están eligiendo con quién casarse — le recordé.
¿Quieres jugar? Pues vas a perder porque ya recuperé fuerza.
— Suéltame — ordenó con tono grave.
Un tono que puede parecer peligroso, pero no le tengo miedo, me da más miedo Minho que este hombre que duerme bajo las faldas de sus padres.
— Bésame — le pedí.
El hombre me miró como si estuviera a punto de vomitar ¿En serio tanto asco le doy?
— ¿Estás bien de la cabeza? Suélteme Sr. Lee — estaba enojado.
La vena de su cuello parecía a punto de explotar, le demostraría que conmigo no se puede meter.
— No lo voy a soltar, recuerde que me pidió que fuera su amante, pero eso será imposible si el sólo hecho de tocarme le da asco, demuéstreme que al menos si es un buen actor porque como profesor le va fatal — lo provoqué.
¿Por qué hago esto? La verdad solo me quiero burlar de él. Solté su corbata y me levanté de la camilla dispuesto a buscar mis cosas para irme de ahí.
Sin que yo me lo esperara el Sr. Hwang me agarró de brazo y atrajo mi cuerpo al suyo, nuestras miradas se cruzaron por un momento antes de que este sin previo aviso pegara sus labios con los míos, una palabra para definir nuestros movimientos "salvajes" estábamos luchando por el control, sin poder evitarlo metí mi lengua en su boca logrando volver aquel beso más intenso, pedí el control en el momento en que él mordió mi labio, me sentía sometido y eso me aterraba porque a diferencia de mí, él si tenía experiencia. No pude evitar soltar un sonido extraño de mi boca cuando este comenzó a recorrer mi boca con su lengua.
El Sr. Hwang se despegó de mis labios bruscamente casi empujándome, su cara de asco lo decía todo. Mis piernas temblaban y sentía mis labios sensibles, estaba excitado.
¿Qué acaba de pasar?
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Desviado² - Hyunlix
RomanceLee Félix es un estudiante de psicología que es muy estricto cuando quiere conseguir las mejores notas y por esa simple razón su profesor de Psicometría se vuelve su principal dolor de cabeza. Hwang Hyunjin un profesor terriblemente odiado y deseado...