Desviado² - Hyunlix

90 - Hoy seré un chico malo profesor

Felix

Eunchae se despidió de nosotros y dijo que iba a dormir porque estaba cansada, todo esto antes de agradecerme por hacer su día muy divertido.

— ¿Por qué le diste tu número a ese tipo? Debiste llamar a chófer no me gusta que regresen en autos de extraños — exclamó el hombre de traje molesto.

Mire la hora, se estaba haciendo tarde y tengo que regresar a los dormitorios porque mañana tengo clases.

— No es nada malicioso, no me mires así simplemente le di mi número y él me dio el suyo porque su hija y Eunchae se hicieron amigas y querían reunirse otro día — explique rápidamente — Me encantaría quedarme, hablar contigo un rato, pero no puedo tengo que regresar a los dormitorios... — me interrumpió.

— Quédate — me pidió mientras se acercaba a mí — Hoy fue un caos nada ha salido como lo he planeado y quiero dormir al lado del chico que más me importa — expuso mientras colocaba su mano en mi cintura para acercarme a él.

Coloque mis manos alrededor de su cuello y enrede mis pies a su cintura haciendo que sorprendiera.

— Me quedaré, pero quiero saber si hace un momento... ¿Estabas celoso? — susurre en su oreja.

Se comenzó a meter sus manos por debajo de mi camisa.

— No me gustó cómo te vio ese hombre, pareciera que te quería comer — exclamó con molestia.

Comencé a besar su cuello y a dejar marcas en este a propósito.

— ¿Y eso que? El único que quiero que me coma eres tú — susurré a su oído.

Hyunjin comenzó a caminar conmigo aún en sus brazos y me llevo a su oficina.

— Y lo haré, lo haremos en mi oficina porque es el único lugar donde tus gemidos solo los escucharé yo — dijo con malicia antes de abrir el lugar donde suele trabajar la mayoría del tiempo.

Cerrando la habitación con seguro, me baje de su regazo y camine de forma juguetona hacia su escritorio.

— ¿Puedo pedirte algo? — pregunté con tono inocente.

Este asintió de inmediato.

— Todo lo que tú quieras — admitió con un tono de voz ronco.

Esto lo excitaba lo sé, pero yo quiero volverlo loco por mí.

— ¿Recuerdas la falda que una vez Eunchae me hizo utilizar? — pregunté con un tono inocente a lo que Hyunjin asintió — Quiero usarla... — expuse mientras me mordía el labio.

Este saco su celular y escribió algo.

— Tengo una mejor idea — dijo mientras abría la puerta dejándome solo en su oficina.

Saque mi celular para verme en la cámara y verificar que me viera bien. Me ponía nervioso la espera, pero me sorprendí al ver que Hyunjin regreso con una bolsa un poco grande.

— Momo le gusta mucho vestir este tipo de prenda, pero su familia siempre ha sido muy complicada así que solía comprar ropa que a ella le gustará y traerla acá — me explico mientras me entregaba la bolsa que contenía varias prendas de diferentes estilos.

Entre todas la que más me gustó fue una falda negra, la agarre y la mostré al hombre que miraba todos mis movimientos.

— Quiero hacer algo un poco diferente — comencé a explicar mientras llevaba conmigo a
Hyunjin hacia su silla.

Lo obligue a sentarse, le quite su corbata y amarre sus manos recordando algunas cosas que me había enseñado Jisung para divertirme cuando tuviera novio.

— No quiero estar así, no podré agarrar lo que es mío — expuso molesto.

Me alejé de él y comencé a quitar mi pantalón negro para colocarme la falda que había
escogido antes.

— Esa es la idea... quiero ver cómo te vuelves loco por mí — comencé a decir mientras me
cambiaba con lentitud.

Podía sentir su mirada en mí, casi podía quemar mi piel desnuda, se quería levantarse y volverme un desastre, pero está noche yo tendría el control.

— Profesor ¿cree que esto me queda bien? — pregunté con inocencia moviendo mi falda.

Comencé acercarme a él mientras esté intentaba zafar el amarre de sus manos. Apreté su erección haciéndolo jadear de dolor y placer, me arrodille y baje la cremallera de su
pantalón con mi boca.

— Déjame — exigió.

Yo negué con inocencia antes de liberar el problema que escondía su pantalón.

— Quiero tocarte — pidió con un tono que me hizo sentir deseado.

Acaricié con delicadeza su longitud antes de bajarme mi bóxer para quedar solo con la falda y mi camisa.

— Hoy seré un chico muy malo profesor — susurré a su oído mientras me sentaba en su regazo.

Mentiría si no dijera que me la he pasado tocándome deseando tenerlo dentro de mí.

— Me encantas, tus piernas, tu cuerpo, tu rostro... todo tú me tiene al borde de la locura — admitió buscando mi toque.

Posicione aquel miembro en mi entrada, agradeciendo a mi calentura de hoy por jugar un poco conmigo cuando me bañe porque así dolerá menos esto.

— En mi bolsillo hay un condón, colócamelo... no quiero lastimarte — dijo Hyunjin al ver mi
rostro nervioso.

Busque en el bolsillo de su pantalón y encontré lo que mi novio había dicho.

No dude en abrir el empaque para comenzar a colocarle esté en su masculinidad. Cuando logré mi cometido guíe a ese a mi entrada expuesta, su miembro entro en mi lentamente marcado el ritmo que yo quería.

— Se siente mucho más grande en esta posición — exclamé sorprendido mordiéndome el labio.

Por alguna razón mis palabras lo hicieron calentar aún más porque sentí como mis paredes apretaban más aquel miembro, peque sus labios con míos buscando calmar un poco el dolor para volverlo placer, subía y bajaba mis caderas sintiendo caliente y nervioso por querer hacer las cosas bien.

— Muévete más rápido — me pidió Hyunjin.

Intente hacerlo, pero mis piernas dolían y el placer volvía torpe mis movimientos.

— Si lo quieres así, hazlo tu mismo — dije mientras soltaba sus manos.

Me sorprendí como aquel hombre sostuvo mis caderas, las apretó y comenzó a embestir mi interior de forma más violenta y experimentada. Los dos nos podíamos parar de gemir y jadear, el placer estaba nublado nuestro juicio.

Todo pareció ir rápido, unas embestidas más bastaron para que ambos llegáramos a nuestro deseado clímax.