Lee Félix es un estudiante de psicología que es muy estricto cuando quiere conseguir las mejores notas y por esa simple razón su profesor de Psicometría se vuelve su principal dolor de cabeza.
Hwang Hyunjin un profesor terriblemente odiado y deseado...
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Mis hermanos y mi madre se fueron el domingo en la noche, no pude hablar bien con mi madre, ojalá mis hermanos logren subirle la autoestima porque no importa si se opera o no, lo que importa es que su mente y su autoestima estén bien.
— Hey Lee ¿Estás bien? Te ves más perdido en tus pensamientos de lo normal — preguntó Lily mientras se sentaba en la mesa en la que yo estaba almorzando.
La chica un poco corpulenta vestía un short con una camisa con rotos y con un estampando llamativo, le queda espectacular y ni hablar de su maquillaje, a mi parecer su sentido de la moda es demasiado alto. Recibe muchas miradas y es de esperarse, es preciosa.
— Es que estoy apunto de reprobar Psicometría y estoy preocupado — dije.
Realmente eso solo era la punta de la montaña de problemas que tenía.
— Hey porqué no me dijiste antes, mi hermana tiene un amigo que está dando tutorías de cualquier tema, es muy bueno explicando a mí me explico en una hora algo que no entendí en todo el semestre, sólo tienes que decirle el tema y pagarle — me explicó.
No había hablado con nadie de la universidad sobre este tema, pensé que podía solo pero como sé que el Sr. Hwang no me daría tutorías ni porque me arrodillara tendré que ver por otro lado.
— Estaría genial, es un urgente esta semana tengo el examen final de semestre ¿Podrías pasarme su número? — dije más animado.
La chica sacó su celular y comenzó a escribir algo en él.
— Lee mi hermana dice que el chico ahora no tiene celular pero podría pasarte la dirección de su trabajo ¿La quieres? — dijo Lily.
Asentí de inmediato, necesitaba resolver al menos un problema en mi vida y si ese chico me ayudaba a estudiar podría dormir tranquilo al menos por una semana.
— Claro, pásame la dirección que luego de mi clase voy — dije.
Lily me envió la dirección antes de darme un pequeño bombón que tenía en su bolso.
— Me tengo que ir, ando en parciales y siento que estoy más muerta que viva, endulza un poco tu día y sonríe que cuando tenemos ideas positivas las cosas nos salen bien, cuídate Lee — dijo antes de despedirse.
Ella tiene razón, tengo que dejar el negativismo, guardé el dulce para seguir comiendo mi almuerzo, no voy a dejar que nadie me arruine mi día.
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