Ya han pasado dos meses desde que comencé las clases, desde que conocí a Cecilia y un mes y algo desde que es mi profesora. Cuando me da clase me pierdo entre sus caderas, su ropa tan elegante y sofisticada, pero también otras veces Layla me mantiene en tierra, como ahora que estamos en clase de Biología.
-Ella te mira – susurra Layla y bufo –
- ¿Losada tiene algo que decir? – pregunta Cecilia suavemente –
- Si profesora, que Maia no está sacándole bien las tripas al sapo – le pego en el hombro a Layla – au duele – dice quejándose y me quito los lentes de seguridad para fulminarla con la mirada –
- Ya niñas, compórtense – dice la profesora y me detengo –
- Ve que es mala – susurra Layla y niego para ponerme los lentes y seguir haciendo mi trabajo –Una hora más tarde suena el timbre avisando que terminó Laboratorio, así que arreglo mi morral y me quito la bata de Biología para caminar hasta la salida, cuando Cecilia dice mi nombre me detengo para despedirme de Layla quien me ve con terror y sonrío para guiñarle un ojo.
-Si profesora – digo llegando a su altura –
- Hasta luego Antonini y cierra la puerta – le dice al chico que es el último en salir – ¿Qué tal? – pregunta quitándose la bata y suspiro –
- Muy bien – digo arreglando mi cabello –
- ¿Eres algo más de Mauricio? – pregunta sincera y me tenso –
- De que yo sepa no – respondo seca –
- Él no para de hablar de ti Maia – dice Cecilia arreglando su maletín –
- Entiendo – digo y la voz de Darío me hace voltear a verlo –
- Disculpen – dice apenado – te espero afuera – avisa y asiento –
- ¿Mauricio y el capitán de fútbol? Lo suyo es un capitán al parecer – dice sin mirarme y siento ganas de matarla –
- No, lo mío no es un capitán y si así fuera eso no es asunto suyo profesora, hasta luego – digo molesta y me giro para irme pero me detiene agarrando mi mano –
- Lo siento Maia – dice y me suelto –Salgo del laboratorio muy molesta así que agarro de la muñeca a Darío quien va quejándose porque no entiende nada, pero yo sólo quiero irme de allí ya mismo. Llegamos al cafetín y lo suelto para respirar profundo, busco con la mirada a mis amigos y siento las manos de Darío en mis hombros para guiarme hasta la mesa de mis chicos y me voy riendo por la situación.
-Ustedes la ven pequeña pero ella me arrastró hasta aquí – dice Darío para luego saludar a los chicos –
- ¿Todo bien? – pregunta Horacio y asiento más tranquila –
- Supongo – respondo pero suena mi celular y cuando lo saco del bolsillo de mi pantalón veo que es mi abuela, me disculpo y salgo hasta el patio –Llamada
-Hola abuela – saludo suavemente –
- ¿Hija te busco hoy? – pregunta y recuerdo que es Lunes –
- No abuela, tengo tareas y voy a casa de Layla – respondo y miro hacía la salida de la escuela –
- Bueno Hija cuídate y que pases con excelente nota – dice mi abuela y sonrío para despedirnos y colgar –
Finalizada LlamadaEntro de nuevo a la escuela y camino hasta la cafetería donde están mis amigos hablando y riendo, me les uno y así pasamos el rato hasta que suena el timbre para volver a clases. Las horas fueron pasando y cuando me di cuenta ya eran las 2 de la tarde, así que salí hablando con Layla, cuando alzo la mirada Cecilia está en la salida hablando con unos representantes.
-Ya llegaron mis padres – dice Layla y la miro con terror –
- Llévame contigo, por favor – pido en un susurro cuando aparece Darío –
- Maia – dice Darío y alzo la mirada para prestarle atención –
- Bye chicos – dice Layla y nos despedimos finalmente, para prestarle atención a Darío –
- Quería saber si – dice nervioso y me da tanta ternura, sonrío de lado – ¿Quisieras salir conmigo? – pregunta y me paralizo –
- ¿Cuándo? – pregunto suavemente –
- ¿Ahora que ya salimos? – pregunta y asiento para enredar mi brazo en el suyo –
- Vámonos – digo y bajamos las escaleras de la escuela entre risas –Cuando pasamos por la salida miro de reojo a Cecilia quién fija su mirada en nosotros, pero aún con los nervios que me provoca su mirada decido ignorarla, salimos de la escuela y caminamos hasta una cafetería cercana. Al llegar entramos y caminamos hasta la primera mesa que vemos solitaria, una chica llegó para anotar nuestros pedidos, lo cual le agradecemos luego.
******
-¿Vas a la fiesta del sábado? – pregunta Darío llegando a mi casa y suspiro –
- No me agrada mucho ir a fiestas – respondo suavemente y asiente –
- Será entonces otro día – dice y asiento – llegamos – avisa y miro a mi casa –
- Gracias por acompañarme – digo sonriendo y me pongo en puntilla para abrazarlo –
- Gracias a ti por aceptar salir – dice y sonrío para alejarme y caminar hasta mi casa –Entro y me apoyo de la puerta para dejar mi morral en el suelo, suspiro pesadamente y escucho la voz de mamá en la cocina así que me acerco y corro a abrazarla haciéndola reír. Pasamos un rato hablando mientras hace la cena y le cuento sobre mi salida con Darío, ella se emociona pero yo más bien me siento incómoda porque Darío no me gusta y creo que mamá lo está tomando como que sí.
Papá llegó con Eithan, quienes venían del mercado. La cena estaba lista, así que nos sentamos los cuatro a cenar y media hora después terminamos, papá agarro los platos y los lava mientras Eithan se fue a su habitación, mamá arreglo sus cosas y nos despedimos para verla irse al hospital mientras que yo me quedé con papá hablando hasta que termina y subo a mi habitación despidiéndome de él, entré a mi habitación y me encerré, sé que tengo muchas tareas ya pero estoy tan cansada que me acuesto y pensando me quedé dormida.
*******
-Maia – chilló Layla y sonreí para abrazarla –
- Bebé – digo saludándola y caminando hasta los casilleros –
- ¿Qué hay ahora? – pregunto ahora yo y mi castaña me ve sorprendida haciéndome reír – para que veas – digo y niega –
- Biología – dicen pasando por mi lado esa voz gruesa que me tiene encantada desde que la conocí y bufé –
- Que vieja – dice Layla pero Cecilia ya está muy lejos para escucharla –No entiendo que se cree, pero tampoco quiero pensar en ello. Agarro mis libros y veo que efectivamente tenemos Biología, así que suspiro y unos minutos después se nos une Horacio quien estudia en el mismo salón que nosotras, mientras que Antonio y Alaia estudian en otro salón, pedimos permiso y entramos para entonces Cecilia comenzar su clase.
-No puedo más con esto – dice Layla y me rió –
- Quiero acabar el año ya – digo suavemente y Horacio chasquea la lengua –
- Faltan un par de meses aún – dice Horacio y lo miramos con poca emoción –Pasamos el recreo hablando de cualquier cosa, hasta que sonó el timbre, así que Horacio, Layla y yo fuimos a Matemática mientras que Antonio y Alaia no lo sé. Layla me pedía darle una oportunidad a Darío pero la verdad es que no se trata de que yo le dé una oportunidad, es que no me llama la atención, no me atrae y no me gusta mucho menos. Y es cuando sus ojos verdes pasan por mi memoria, suspiro pesadamente y me siento derrotada mientras pienso en Cecilia y que estoy muy mal porque me gusta, las clases siguen pasando mientras el día va pasando muy lento.

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Nací para amarte
Lãng mạnMaia Mitchell, una joven soñadora y con una vida por delante, estudiante de odontología y con una novia que la hace muy feliz, al menos eso hasta que regresa su pasado, aquel pasado que quiso bloquear por tres años... su profesora, su sueño más boni...