Nací para amarte

106.

Maia Montero

Dos días han pasado desde que desconectaron a Cecilia pero aún así no despierta y no sé hasta cuando será esta tortura, siento una mano en mi hombro y me sobresalto, me giro para ver a mamá y me levanto de la silla que esta al lado de la cama de Cecilia, mamá me mira con tristeza y hago una mueca.

-Tu vida se está acabando aquí - susurra y miro a otro lado -
- ¿Si fuera papá no estarías aquí? - pregunto y volteo a verla, se sorprende por segundos y traga saliva -
- Si fuera tu papá, yo estaría acabada Maia - susurra y la abrazo para llorar nuevamente -

Y fue ese momento cuando escucho jadeos, me alejo de mamá y me giro para ver a Cecilia despierta, mamá sale rápidamente de la habitación y busca al médico tratante, quién llega rápidamente y me sacan de la habitación, sonrío y mi corazón se acelera, está viva, está despierta, corro hasta la sala y les aviso a César y Marta quiénes se abrazan y sonrío feliz.

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-Entra - pide Marta y eso hago, Cecilia me mira atenta y tengo miedo -
- ¿Quién eres? - pregunta y me quedo paralizada -
- ¡Oh Dios! - susurra César y bajo la mirada -
- Es Maia ¿no recuerdas? - pregunta Marta y alzo la cara -
- No, la verdad no - responde Cecilia y siento como si me clavaran un cuchillo en la espalda -

César va por el doctor y al volver revisan a Cecilia, así que nos sacan para poder hacerle un par de exámenes porque quieren aclarar un par de cosas. Camino hasta la sala y me siento derrotada en una de las sillas, siento que alguien se sienta a mi lado y cuando siento una mano en mi hombro me giro para ver a Marta.

-El día del accidente le dije a Cecilia que siguiera su vida - susurra y me tenso - pero después de estos meses, nadie va a cuidar mejor a Cecilia que tú - finaliza y sonrío irónica -
- Ni me recuerda - susurro agotada y Marta me mira con una ceja alzada -
- ¿Te vas a rendir por eso? - pregunta y bajo los hombros mientras frunzo el ceño -
- Sí ella no lo hizo, yo no debo hacerlo ahora - susurro y la rubia de ojos azules sonríe orgullosa -
- Esa es la muchachita que conozco - dice y me rio mientras asiento -

Marta me abraza y me agradece por estar con Cecilia todo este tiempo, niego y me alejo para sonreír de lado, César se acerca y nos dice que ya le avisó a todos y asiento al igual que Marta, voltea a verme y me guiña un ojo de forma cómplice, sonrío y me levanto para pensar la forma de como conquistar ahora a Cecilia Abbey.

Una hora después llegaron al mismo tiempo Miguel y Lía, nos saludamos y César les cuenta que Cecilia despertó, minutos después llegaron Emiliana y Eithan, también le contamos como fue todo y Emiliana se emociona hasta llorar, resoplo y me siento mientras la gente va llegando entre ellos Teresa, Juliana y Ximena. También Luciano y Shannon, Mauricio y Lucía, la esposa de Miguel con los mellizos y los tíos de Cecilia que regresaron anoche de Ohio, ya que van y vienen por cosas de trabajo.

-Familia Abbey - llama el médico y esta vez si me levanto para acercarme -
- ¿Qué tiene mi hija? - pregunta Marta mientras César la abraza -
- Pérdida temporal de la memoria por la inflamación en el cerebro - responde el médico y trago saliva - con el tiempo irá recordando pero lo mejor es no obligarla porque le haría daño - miro a otro lado y suspiro pesadamente -
- ¿Cuánto tiempo doctor? - pregunta Lía y volteo a verlo -
- La verdad no lo sabemos, puede ser semanas, meses o años - responde el médico y asiento para volver a sentarme -
- ¡Muchas gracias doctor! - dice Miguel y alzo la mirada para verlos estrechando sus manos -
- Pueden entrar pero poco a poco para no aturdirla - avisa y todos asentimos - hasta luego - se despide y se da la vuelta para irse -

Mamá se sienta a mi lado y me giro a verla, frunzo los labios y me abraza fuerte, siento como se me estruja el corazón y no sé si quiero seguir aquí, me alejo del abrazo al oír la voz de Layla y me giro para verla saludando a la familia Abbey, me levanto y se acerca a mí, sin decirle mucho la abrazo fuerte y nos quedamos unos minutos así, hasta que me alejo y me siento más tranquila.