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Maia Montero

-Hija llegó Valeria – avisa mamá en la puerta y volteo a verla –
- Gracias, ya bajo – digo y asiente para irse –

Hoy cumplimos ya cinco meses juntas y por la llamada que me hizo esta mañana, vamos a un lugar elegante, resoplo y me levanto del tocador para verme en el espejo cuerpo completo del clóset, opté por un vestido beige con lentejuelas, es muy bonito, me hice una coleta alta, maquillaje y labial carmín, zapatos altos a juegos, me echo perfume y agarro una cartera donde meto lo más importante incluyendo mi celular, me pongo un abrigo y salgo de mi habitación, bajo las escaleras y camino hasta la sala para ver a Valeria levantarse junto a papá.

-Que guapa estás hija – susurra papá y le lanzo un beso –
- Estás preciosa mi vida – susurra Valeria embelesada y sonrío sonrojada para acercarme a ella –
- No más que usted señorita – susurro y le doy un corto beso, me alejo y suspira –
- Ahora sí suegro, lo dejamos – dice Valeria y abraza a papá –
- Nos vemos pa – me acerco a abrazarlo también –
- Disfruten y feliz quinto mes – chilla papá maravillado y sonreímos, Valeria agarra mi mano y mamá viene saliendo de la cocina –
- ¿Ya se van? – pregunta y asentimos – Valeria recuerda que Maia mañana tiene su graduación, temprano aquí – dice mamá y Valeria asiente, me rio –
- Tranquila suegra que aquí estará – responde mi novia y mamá nos abraza para que finalmente salgamos de casa –

Me rio mientras camino hasta el coche y Valeria detrás de mí, me giro a verla y niega para adelantarse y caminar hasta la puerta del copiloto, me abre y le agradezco para subirme, cierra y rodea el coche, la admiro y me parece la mujer más sexy que hay, va con un vestido negro de lentejuela, un abrigo a juego y su cabello rojizo en una trenza de lado me encanta esta mujer, se sube al coche y nos ponemos los cinturones de seguridad, mientras Val prende el coche yo prendo la radio y finalmente maneja hasta la sorpresa que me tiene.

“Antes todos era un desértico dolor, antes le faltaba lluvia al corazón, antes acertijos sin explicación, antes una decepción. Llegas tengo rosas rojas para ti, llegas florecieron como las de abril, llegas un oasis para revivir, llegas yo soy tan feliz y tú eres la razón...”

Voy tarareando la canción mientras que Valeria aprieta mi mano y maneja hasta lo que según sus palabras es la primera parada de la cita y me rio, miro el camino y creo que reconozco a donde vamos pero corro riesgo, volteo para ver a Valeria y suspiro suavemente es tan hermosa, y es mía. Me siento tan feliz ahora mismo, sobre todo por nuestro quinto mes y porque mañana finalmente me graduo.

-¡Llegamos! – exclama emocionada y detallo el lugar –
- ¿Fresa con crema? – pegunto y se ríe –
- No son cualquier fresa con crema, son las mejores fresas con crema que vas a probar en tu vida Maia Montero – responde mientras se quita el cinturón y me da un casto beso –
- Las mejores dices – Val asiente y se baja para abrirme la puerta del copiloto – gracias chófer – digo y se ríe negando para cerrar la puerta y pasarle seguro al coche –
- Vamos jefa – dice agarrando mi mano y dándome un beso en la mejilla –

Entramos al pequeño local y da un sentimiento familiar muy agradable, Valeria pide las fresas con crema mientras yo admiro el local, me acerco a ella mientras va pagando y le guiño un ojo, el señor muy amable la atendió y luego sirvió dos vasos de fresas con crema, le agradecemos y Valeria me invita a caminar, lo pienso por el frío pero termino aceptando.

Luego de salir con nuestras fresas con crema, Valeria se detiene y me pide que pruebe, la miro con los ojos entrecerrados pero le hago caso, así que las pruebo y cierro los ojos de lo buenísimas que son, gimo de lo placentero que es, abro los ojos y veo a Valeria sonriendo sus ojos grises brillaban y me sonrojo.

Nací para amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora