Nací para amarte

57.

-Hola - saludo entrando a casa de mi abuela y meto la maleta -
- Hija llegaste - dice y asiento, frunzo el ceño al recordar la hora -
- ¿Y eso que no estás trabajando? - pregunto y mi abuela se cruza de brazos -
- Después de que se me bajó la presión, el doctor me dio de reposo y Arturo se enteró así que llamó a todos para decirles que no trabajaré por ahora - finaliza disgustada para virar los ojos -
- ¿Abuela por qué no supe nada? - pregunto asustada y me acerco a ella -
- Le dije a tu mamá que no dijera nada, estoy bien - responde y enreda su brazo del mío - mejor vamos por un café - dice y le dejo un beso en la coronilla -
- Te amo no quiero que nos dejes - pido caminando con ella hasta la cocina y se ríe -
- No me iré hasta que seas feliz - dice y llegamos a la cocina -
- ¡Ay abuelita! - susurro cabizbaja y agarra mis mejillas para voltear a verla -
- Serás muy feliz, lo sabrás y lo sabré - dice muy segura y le dejo un beso en la frente -
- Hago el café - digo y me alejo para entrar a la cocina - creo que una temporada aquí no caería mal - comento y la abuela sonríe emocionada -
- ¿Dejarás el alcohol? - pregunta y me detengo mientras le doy la espalda -
- Sí - miento para que se tranquilice y prosigo a preparar el café -

Un rato más tarde subo la maleta a mi habitación y suspiro sin creer que estoy nuevamente fuera de mi casa, mi celular comienza a sonar y lo saco de mi chamarra, veo el nombre de Layla y sonrío para sentarme en la cama, y contestar la llamada.

Llamada
-Hola hermosa - saludo sonriendo -
- Hola preciosa - saluda tranquilamente y miro hacia el balcón -
- ¿Qué ocurre bebé? - pregunto y suspira -
- ¿Puedo ir a tu casa? - pregunta y bajo los hombros -
- Estoy viviendo ahora en casa de mi abuela - respondo y hay un pequeño silencio - Ven - finalizo y chilla -
- Voy - chilla y me rio para colgar -
Finalizada llamada

Camino hasta la maleta y la subo a la cama, la abro y comienzo a sacar la ropa para guardarla en el clóset, sigo sin creer que ahora vivo con mi abuela, tengo que trabajar más para poder independizarme pronto, me detengo mientras vacío la maleta y me veo sola en la habitación luchando contra mi mente, contra mis demonios y niego para seguir guardado mis cosas.

Layla llega una hora después ya que la casa de mi abuela le queda más lejos, aparte llegó con vodka y presiento que la noche será larga, pero con tal de beber no me preocupo, la abuela nos regaña pero Layla la persuade y yo me reí negando, busco una pijama y me cambio, salimos de la habitación y bajo para despedirme de la abuela, Layla también se despide y subimos para encerrarnos en el habitación.

-Lo extraño - susurra Layla y sonrío, finalmente hablará de Mauricio -
- ¿Mau? - pregunto y voltea a verme frunciendo el ceño -
- A Horacio - voltea a ver el balcón y agarra la botella para levantarse e ir hasta salir al balcón -
- ¿Horacio? - pregunto confundida y la castaña asiente -
- No he dejado de pensar en él en los últimos meses - responde mirando el cielo -
- ¿Aún estando con Mauricio? - pregunto y me levanto para acercarme, le quito la botella y tomo un trago -
- Después que me dijiste toda la verdad yo... - se tensa y se queda en silencio -
- ¿Tú? - pregunto más asustada que curiosa y sonríe irónica -
- Yo no he parado de pensar en él y sí, quise a Mauricio, también fui feliz con él - responde y la abrazo fuerte -
- Mi niña - susurro y Layla se aleja para verme asustada -
- ¿Hice mal? - pregunta y niego -
- Todo está bien mi amor - digo y ella sonríe de lado para volver la vista al patio -
- Ahora no esta aquí - susurra y miro hacia el patio también -
- Volverá - agarro su mano y la aprieto, apoya su cabeza en mi hombro -
- Lo anhelo - dice y me rio -

En definitiva la noche era joven, pero yo tengo clase al otro día y no puedo seguir dándome el gusto de beber hasta más no poder, después de algunas horas hablando, bebiendo y viendo televisión, finalmente mi mejor amiga y yo nos quedamos dormidas, y su mirada volvía a mis sueños.