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Cecilia Abbey

-Cecilia que bueno verte aquí - dice Manuel y sonrío para abrazarlo -
- ¿Tú vas saliendo? - pregunto y asiente triste - pensé que venías con nosotras - digo y niega triste -
- La oficina me llama - responde y asiento para despedirnos y verlo irse -

Entro a casa de Juliana y cierro la puerta para caminar hasta la sala donde me encuentro con Teresa y Lía, pregunto por Juliana y me señalan la cocina, asiento y dejo la cartera para disculparme e ir por mi amiga, camino lentamente hasta entrar a la cocina y veo a mi amiga con una copa de whisky viendo hacia el fregador.

-A veces no entiendo porque tenemos tantos años juntos - susurra y temo por lo siguiente - a veces sólo siento que estoy cansada de todo, y no me quiero justificar pero creo que por eso me aferre a ella - dice y suspiro para acercarme lentamente hasta quedar a su lado y la abrazo -
- Tranquila mi vida, piensa bien y sobre todo ve dentro de ti lo que sientes - susurro y asiente para alejarse y terminarse la copa -
- Gracias - susurra y niego sonriendo - ¿Viene Maia? - pregunta y frunzo el ceño para negar lentamente -

Juliana sale de la cocina dejando la copa en el fregadero y escucho a las chicas hablar las tres a la vez, respiro profundo y salgo de la cocina para acercarme a ellas para así saber lo que ocurre, cuando llego a la sala todas están eufóricas hasta que Teresa nota mi presencia y se queda en silencio para cruzarse de brazos.

-¿Qué les ocurre? - pregunto curiosa -
- Vamos por Maia - responde Teresa y me tenso -
- ¿Y para que vamos por Maia? - pregunto fingiendo calma -
- Porque ella nos cae bien - aclara Juliana y viro los ojos -
- La llamaré para que llegue - digo y todas asienten, niego y me acerco a mi cartera para agarrar mi celular -

Vuelvo a ver a las chicas quiénes sonríen encantadas y niego para irme riendo hasta la cocina, me encierro y respiro profundo, no he hablado con Maia desde la noche que llegó a Baltimore, no quiero decir que estemos mal pero quería darle su espacio para que estuviera bien, miro el celular y busco su nombre, Maia Montero. Marco su número y espero a que conteste.

Llamada
-Hola - saluda adormilada y sonrío para ver la hora del reloj de la cocina -
- ¿Señorita Montero dormida tan temprano un viernes? - pregunto con voz sensual mientras me apoyo del fregador, Maia se ríe -
- Que le digo señora Abbey, debo trabajar mañana - responde burlona y asiento sonriente - ¿Ocurre algo? - pregunta y suspiro suavemente -
- Las chicas quieren que vengas con nosotras a un bar donde siempre nos reunimos y me amenazaron que si no vas tú - digo y me detengo unos segundos - capaz no me inviten más - Maia se ríe a carcajadas y niego mirando al suelo -
- ¿Me pasas la dirección? - pregunta y alzo la cara, sólo sonrío -
- Vale, ya te la paso - digo y nos despedimos para colgar -
Finalizada llamada

Después de mandarle la dirección a Maia, salgo de la cocina para acercarme a las chicas, les confirmo que Maia viene y brincan felices, me rio y niego. Un rato más tarde Juliana fue por sus cosas después de ya estar más tranquila y salimos de casa, cada una se sube en su coche, dejo mi cartera a un lado y me pongo el cinturón de seguridad, prendo el coche y manejo hasta el bar, siguiendo a Teresa.





**********

-Ahora si a beber - chilla Teresa llegando con la primera ronda de cervezas y nos reímos -
- Espero llegar en buen momento - dicen a mis espaldas y reconozco esa voz, las chicas se levantan emocionadas -
- Maia - grita Teresa y me levanto para girarme a verlas -
- Hola Teresa - saluda Maia sonriendo y le guiño un ojo cuando nuestras miradas conectan -
- Hola - susurro acercándome a ella después de que todas la saludaran -
- Hola - susurra y sonreímos -
- ¿Todo bien? - pregunta y asiente, no aguanto más y le doy un casto beso, para finalmente alejarme y abrazarla -
- Muy bien - susurro en medio del abrazo -

Y no es mentira, al tenerla aquí a mi lado me hace sentir bien, muy bien. Todas nos sentamos y Maia se sienta a mi lado, entrelazo nuestras manos y volteamos a vernos, sonreímos y le guiño un ojo. Las bebidas fuero aumentando. Y a eso de la medianoche llegaron Manuel y Mauro, algo que nos alegro mucho, o al menos a mí si, les presento a Maia y rápidamente congenian, algo que me encantó, ya que con Luciano eso no ocurrió, respiro profundo y me disculpo para salir un momento, así que dejo a Teresa, Maia, Lía, Mauro, Juliana y Manuel hablando maravillados.

Salgo del bar y recuerdo que no salí con abrigo cuando el frío de Enero me cuela hasta los huesos, respiro profundo y prosigo a caminar hasta la parte trasera de mi coche, respiro profundo y saco un cigarrillo para encenderlo, miro al cielo mientras fumo, veo pasar los coches cuando escucho unos pasos.

-Hola - susurra esa voz masculina que me hace sonreír -
- Mauro Peralta - digo suavemente y lo oigo reír -
- Me gusta ella para ti - dice directamente y asiento para sonreír -
- Siempre tan directo - digo y vuelve a reír, le sigo la risa -
- Es mejor así, pero en serio, ella se ve buena muchacha - aclara y enredo mi brazo al suyo luego de botar el cigarrillo al suelo -
- Gracias - susurro y me deja un beso en la cabeza -

Nos quedamos hablando un rato para luego volver a entrar al bar, al volver veo a Manuel bailando con Maia y me rio, mientras un chico baila con Teresa y Juliana baila con Lía o eso intentan disimular. Me acerco a Manuel y le pido prestada a Maia, me guiña un ojo y se va para acercarse a Juliana, mientras Mauro se roba a Lía, volteo a ver a Maia y le doy un casto beso, paso mi mano por su cadera cuando una canción suave comienza a sonar, Maia pasa su brazo por mi costado y la pego más a mi para que apoyé su mentón en mi hombro, y así nos quedamos hasta que termina la canción.






**********

-Gracias por traerme - susurra y niego después de estacionarme -
- Es lo mejor, no estás en condiciones de manejar - respondo y se quita el cinturón de seguridad -
- Tienes razón, pero deje mi coche en el bar - dice y me quito el cinturón para acercarme a ella y darle un suave beso -
- Mañana paso por el y te lo llevo al café, dame la llave - susurro al alejarme de ella y asiente -
- Nos vemos mañana - chilla y me alejo pero se acerca y me abraza fuerte -

Apoyo mi mentón en su cabeza y respiro profundo, con Maia todo es tan sencillo que me aterra, unos minutos después nos alejamos, me da la llave del coche y nos despedimos para verla bajar, espero hasta que entra a casa y finalmente prendo el coche para manejar hasta mi casa. Un rato más tarde llego y me estaciono, les aviso a todos que llegué y agarro mi cartera para bajarme del coche.

Camino lentamente hasta las escaleras, subo y saco las llaves de la cartera para abrir la puerta de entrada, entro y cierro suavemente para no despertar a nadie, después de cerrar subo las escaleras y me quito los zapatos altos, camino en puntilla hasta mi habitación y abro la puerta suavemente, veo a Luciano dormir y dejo los tacones a un lado de la puerta, camino hasta el clóset donde dejo la cartera a un lado y busco alguna pijama. Un rato más tarde camino hasta el baño para cambiarme, me cepillo los dientes y me desmaquilo para terminar lavandome la cara, salgo del baño y camino hasta el ventanal.

Veo la luna tan brillante que me fascina, pienso en todo lo vivido esta noche y sonrío feliz. Mis amigos aman a Maia, mi hermana le cae tan bien y creo que ahora mismo me siento muy afortunada de ello, miro de reojo a Luciano quien duerme y al no sentir remordimiento me doy cuenta que deje de amarlo, y que lo que siento por Maia va más allá de un simple gusto. Suspiro suavemente y me giro para caminar hasta mi lado de la cama, me acuesto y me arropo para finalmente un rato más tarde, después de pensar me quedo dormida.




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-Tere - chillo y la abrazo fuerte -
- Vengo a decirte que todo esta listo para la otra semana - comenta y sonrío maravillada para abrazarla más fuerte y la oigo reír -
- Gracias - digo y me alejo feliz, vamos hasta la cocina mientras hablábamos del tema -

Nací para amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora