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Lía Abbey

Tengo varias llamadas pérdidas de Ximena y me preocupa pero esta reunión es sumamente importante para el futuro de la empresa. Dos horas después finaliza y todo salió mejor de lo que me imaginé, sonrío mientras me despido de algunos socios y los veo marcharse, llevo toda la mañana con un dolor en el pecho insoportable pero ahora mismo es peor.

-¿Jefa se encuentra bien? – pregunta Dasha a mi lado mientras me acaricio el hombro derecho –
- Sí, es sólo que tengo un dolor raro – respondo en un susurro para arreglar mi blazer – vámonos – le digo a Dasha y asiente no muy segura para seguirme –

Salimos del salón de reuniones y caminamos hasta el ascensor, en el camino saludamos a algunos empleados, llego al ascensor y toco el botón, en segundos se abren las puertas y entramos, mientras Dasha me va diciendo cuantas reuniones faltan en el día de hoy, le recuerdo que tengo una cena con Cecilia y asiente para seguir informándome sobre lo que toca el día de hoy. Salimos del ascensor y caminamos hasta la oficina, me despido de Dasha y entro a la oficina para encontrarme con papá y Miguel, otra vez siento el malestar en el pecho y cierro los ojos, respiro profundo y disimulo, abro los ojos y me acerco a ellos para saludarlos, les ofrezco algo de tomar pero ambos niegan, sonrío sin entender así que rodeo el escritorio y me siento, papá se sienta al lado de Miguel y frente a mí, noto que Miguel ha llorado y veo a papá también igual.

-¿Qué hacen aquí? – pregunto unos segundos después de un eterno silencio –
- Hija – dice papá y voltea a ver a Miguel como pidiendo ayuda –
- Hermanita tienes que ser fuerte – susurra Miguel y se le quiebra la voz, miro a papá y me preocupo por mamá –
- ¿Está todo bien con mamá? – pregunto y papá asiente –
- Ella está bien – responde titubeante y frunzo el ceño –
- Lía – dice Miguel y agarra mis manos –
- ¡No entiendo, hablen de una vez! – exclamo irritada y vuelven a verse ambos –
- Cecilia – titubea papá y se le cristalizan los ojos – tuvo un accidente – se rompe a llorar y me echo para atrás asimilando lo que acaba de decir papá –
- ¿Qué? – pregunto en shock y me levanto de la silla para girarme a ver la ciudad –
- Esta en el Hospital Center de Maryland ahora mismo, Maia la vio y llamó a Anna para que nos avisará – explica Miguel aclarando y volteo a verlo –
- No puede ser, ella y yo nos veremos esta noche – digo en estado negativo y Miguel se acerca para abrazarme –

Me da una crisis y papá se acerca para hacer un ejercicio conmigo, pero yo no quiero ningún ejercicios, me suelto de ambos y me alejo, comienzo a llorar y agarro mi celular, salgo de la oficina y le pido a Dasha que cancele todo, hoy no estaré para nadie, Miguel sale con mi cartera y papá detrás de él. Caminamos hasta el ascensor y al abrir sus puertas entramos, toco el estacionamiento privado y se cierran las puertas, me apoyo del ascensor y lloro en silencio mientras bajamos para irnos.

-Yo me voy contigo – avisa Miguel y me volteo a verlo –
- En la cartera esta la llave del coche – digo y camino hasta el copiloto –
- Yo me voy en tu carro Miguel – avisa papá y Miguel le da las llaves –

Papá se sube al coche de Miguel, mientras que mi hermano consigue las llaves en mi cartera y le baja el seguro al mío, abrimos las puertas y nos subimos para cerrar, se pone el cinturón de seguridad y me da mi cartera, reviso mi celular y tengo muchas llamadas pérdidas de Ximena y Juliana, seguro ya saben todo, suspiro y me desplomo en el asiento.

-Estará bien hermanita – susurra Miguel y lo miro, esta llorando –
- Tiene que estarlo, siempre seremos tres Miguel – susurro y comienzo a llorar de nuevo mientras apoyo el codo de la ventana –

Un rato después llegamos al hospital y Miguel se estaciona, dejo la cartera atrás y me bajo rápidamente del coche, camino hasta la entrada y me acerco a recepción, espero a Miguel y papá llega al mismo tiempo, dicen emergencia, asiento y Miguel agarra mi mano para correr hasta emergencia.

Nací para amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora