Nací para amarte

61.

Lia Abbey

Llamada
-Esta bien Miguel, yo lo llevo – digo quitándome los lentes de lectura y me desplomo en la silla giratoria –
- Nos vemos más tarde hermanita – dice suavemente y sonrío –
- Nos vemos hermano – susurro y cuelgo –
Finalizada llamada

La puerta comienza a sonar y dejo el celular en el escritorio, digo adelante y me sorprendo al ver a Maia entrando, me levanto de golpe y rodeo el escritorio para acercarme a ella. La abrazo y siento sus brazos rodear mis costados, apoyo mi mentón en su hombro y nos quedamos unos segundos así, luego nos alejamos y la guío hasta la silla frente al escritorio y me asomo con Dasha.

-Dos cafés Dasha, por favor – la morena asiente para levantarse –
- Ya se los llevo jefa – le guiño un ojo y entro a la oficina para cerrar la puerta –
- Que sorpresa tenerte aquí – digo y Maia se ríe, rodeo el escritorio y me siento frente a ella –
- Vine porque mis amigos se reunirán hoy y quería saber ¿si querías venir? – pregunta para sonreír de lado, pero luego recuerdo que no puedo –
- No sé si pueda, tengo reunión familiar pero – alzo un dedo y Maia se queda en silencio – pero si acaba temprano, capaz si pueda llegarme – aviso y la castaña se levanta sonriente –
- Cualquier cosa, te paso la dirección y me avisas – dice y se acerca para dejarme un beso en la mejilla –
- Cualquier cosa te aviso – digo y me guiña un ojo para caminar hasta la salida –
- Lía – me llama y alzo la cara – gracias – finaliza y sonrío anchamente –
- Nos vemos luego – susurro y sale de la oficina –

Dasha llega con mi café y le agradezco, ya que en el camino Maia le dijo que se iba y me disculpé con la morena, quien entendió y salió de la oficina, seguí trabajando y a las 3:30 de la tarde tenía una reunión muy importante con el presidente del país, camino con Dasha hasta la sala de reuniones. Nos presentamos ante el presidente y unos minutos después comenzamos la reunión.

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-Gracias señorita Abbey – dice el presidente y sonrío estrechando nuestras manos –
- A usted presidente – digo y se ríe negando –
- Dime Andrew nada más – pide y asiento sonriendo – Los jefes te llamaran para firmar el contrato, estoy maravillado – dice mientras salimos de la sala de reuniones –
- Y nosotros con que ustedes estén así Andrew – respondo y él asiente hasta que llegamos al ascensor –
- Hasta luego señorita Abbey, nos vemos para la cena oficial – dice y entra al ascensor –
- Así será señor presidente – sonrío y se cierran las puertas, miro a Dasha y chillo feliz –

Esperamos a que regresará el ascensor mientras hablamos del futuro de esta empresa, lo cual se ve muy prometedor, sonrío orgullosa de todo mi equipo. Unos minutos después estoy caminando el pasillo de presidencia, Dasha se queda en su puesto y entro a mi oficina, me sorprendo al ver a Teresa en el ventanal y termino de cerrar la puerta lentamente.

-Hola – saludo curiosa y se gira para verme sonriendo –
- Hola – saluda y rodea el escritorio para acercarme a mí –
- Me encanta tus visitas pero ¿qué te trae por aquí? – pregunto confundida y Teresa me abraza –
- ¿No puedo visitar a mi amiga? – pregunta ofendida y me rio negando –
- ¿Quieres algo de tomar? – pregunto al alejarnos y ella acepta, así que salgo de la oficina y llamo a Dasha – Dos copas de whisky, por favor – la morena se levanta rápido –
- Ya se los llevo jefa – responde y asiento para volver a la oficina –

Cierro la puerta y camino hasta sentarme en mi silla, Teresa se sienta frente a mí y me aterra más su silencio que cuando habla de algún tema que me resulte incómodo. Suspiro suavemente y Dasha nos interrumpe entrando con lo que le pedí, le agradecemos y sale de nuevo de la oficina, Teresa prueba el whisky y gime de placer mientras cierra los ojos y sonrío burlona.