Nací para amarte

97.

Maia Montero

-Feliz navidad chicas – dice Eduardo y sonrío para abrazarlo –
- Feliz navidad colega – digo y nos alejamos –
- Feliz navidad mi corazón – dice Cecilia y se abrazan –
- Nos vemos en Enero – se despide Eduardo y asentimos para verlo irse –
- ¿Qué harás esta navidad? – pregunta Cecilia y sonrío –
- En casa con los Montero y Abbey – respondo y asiente sonriendo –
- Feliz navidad Maia – dice y pasa su mano por mi hombro para irse, la veo despedirse de las secretarias y camina el pasillo –
- Chicas, nos vemos en enero, feliz navidad para todas – digo sonriendo y ellas asienten –
- Feliz navidad doctora – dicen al unísono y me rio para irme –

A mitad de camino me llama mamá y debo ir al mercado. No puedo creer que tan rápido ya estamos en navidad, sonrío al ver todo lo que ha ido pasando. En cuánto a mis amigos cada quien tiene su trabajo, y todos ejerciendo su profesión, y en cuanto a relaciones Alaia sigue con Felipe, Layla y Horacio igual, pero Darío y Antonio todavía tienen miedo de dar el paso.

En cuanto a Lía, Teresa y Juliana. Todo ha cambiado pero no puedo alejarme de Teresa, ya tiene cinco meses de embarazo y se ve tan bella, no quiere saber el sexo del bebé, pero ya tiene la habitación del bebé casi lista, un color neutro y regalos de ambos sexos. En cuanto a Juliana muy feliz con su familia y me alegra tanto verla así, que digo de Blue es una niña preciosa e inteligente que ya tiene seis años, los cumplió a final de noviembre. Y en cuanto a Lía nada, no puedo hacer como si nada pasó, me dolió pero admito que la extraño demasiado.

En cuanto con Valeria, hemos tenido discusiones pero lo superamos y seguimos juntas, hace rato me avisó que llegaron sus padres y ya esta con ellos, algo que me alegra demasiado, así que capaz la vea esta noche en casa. Y en cuanto a Cecilia, hicimos tregua por el bien de todos, ya que Emiliana es mi cuñada y de una u otra manera somos familia, así que lo mejor es seguir cada una su camino, no la vi muy segura pero yo sí y vamos bien. Salgo den hospital y camino hasta mi coche, me subo y dejo mi bata y cartera en el copiloto, me pongo el cinturón de seguridad y prendo el coche, salgo del estacionamiento y manejo hasta casa, veo la tarde caer y agradezco ver tan hermosa vista.

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-¡Llegué! – grito y cierro con el pie la puerta, camino hasta la cocina y veo a mamá con la abuela cocinando – Hola – saludo y ambas voltean a verme – traje lo pedido – finalizo y sonríen aliviadas –
- Hija gracias, te lo pago luego – dice mamá y niego –
- Tranquila ¿necesitan ayudas? – pregunto y mi abuela niega –
- Anda y descansa mija – responde mi abuela y le doy un beso en la cabeza –
- Las quiero – digo y le doy un beso en la mejilla a mamá –

Salgo de la cocina y me quito el abrigo, lo dejo en el perchero y subo las escaleras para ir a mi habitación, dejo la cartera en la cama y me voy desabotonando la camisa para ir al baño, abro la llave de la tina y dejo que se llene, salgo del baño y voy al clóset, me quito la camisa y la dejo en la ropa sucia, me desabotono el pantalón y me quito los tacones, me quito el pantalón y lo dejo en la ropa sucia también, agarro mi toalla y vuelvo al baño, cierro la llave de la tina y me quito la ropa interior, me meto a la tina y por fin siento que se relajan mis músculos.

Adelante, digo mientras me termino de maquillar y veo por el espejo del tocar a Eithan, tan guapo que me sorprendo y se ríe negando, ya es todo un abogado y me siento tan orgullosa de sus triunfos. Me giro y me levanto para acercarme a él y abrazarlo, entra a mi habitación y vuelvo al tocador para seguir maquillándome.

-¿Viene Emi? – pregunto y Eithan niega –
- Estará con su familia y como ya están todos los Abbey – responde y asiento para terminar de maquillarme – la extraño – susurra y me levanto para acercarme a él –
- Van a vivir toda la vida juntos – digo entre risas y asiente recordando ese punto –