Una hora después mamá nos avisa que ya Eithan esta en habitación, así que subimos hasta su habitación, agradecida que Layla no me soltará, que Horacio también se mantuviera a mi lado y Antonio llegó mientras Horacio y yo estábamos afuera hablando, Darío y Alaia avisaron en llegar más tarde.
En cuanto a Lía la verdad que se ha portado a la altura, no se aleja de Emiliana pero tampoco me deja sola y es algo que también me hace sentir un poco mejor, papá junto a mamá y Emiliana fueron los primeros en entrar y yo estaba aterrada de entrar a verlo, maldito tic de la pierna que no me deja en paz cuando estoy nerviosa, reacciono cuando siento una mano en mi pierna, respiro profundo y miro a Lía quien me ve preocupada.
-Llevo cinco minutos llamándote – dice y asiento desconectada –
- Perdón, estaba pensando – digo y me abraza para dejarme un beso en la sien –
- Es hora de que vayas a perdonarlo – susurra la rubia y tiene razón –
- Ya lo perdoné – susurro y ella se apoya de mi cabeza con su mentón –
- Sí, pero él aún no lo sabe pulga – dice suavemente y tiene razón, no puedo combatir contra eso – si quieres te acompaño – me susurra y niego –Me alejo de la rubia y me levanto para tomar fuerza, miro a un lado y Layla se pone en alerta, le guiño un ojo y Horacio asiente orgulloso, Antonio sonríe aliviado mientras está cruzado de brazos y yo resoplo para finalmente caminar hasta la habitación de mi hermano. Muchos recuerdos vienen a mi memoria tanto buenos como malos, pero también cuando me enteré de lo ocurrido y mi reacción, es hora de enfrentar esté momento, toco la puerta y sale mamá quien se sorprende de verme, pero luego me abraza.
-Me alegra que quieras hablar con él – me susurra y nos alejamos –
- Te quiero – susurro y a mamá se le cristalizan los ojos, me deja un beso en la frente –
- Y nosotros a ustedes, entra – dice y asiento –Mamá entra conmigo y cuando veo a Eithan se me rompe el alma de verlo en esa cama, Eithan me mira asombrado, papá me trae de vuelta cuando habla avisando que es mejor dejarnos solos, le agradezco y veo salir a mamá, papá y a Emiliana. Me giro para ver a Eithan y sonrío de lado, me acerco cautelosa y me siento a su lado.
-Estas como demacrado – digo y se ríe bajito para luego quejarse – perdón – susurro y niega –
- Nada que no mejore pronto – dice y asiento lentamente – ¿Cómo estás tú? – pregunta y giro la mirada a los ventanales de la habitación –
- No me quejo, estaré mejor algún día – respondo y siento su mano agarrar la mía, bajo la mirada y sonrío –
- Hermana yo – susurra y niego para alzar la cara y verlo –
- Te perdono – susurro y Eithan me mira asombrado pero también con esos ojos ámbar cristalizados – te perdono porque entendí que te amo sobre todas las cosas, porque no quiero perderte jamás imbécil – mi voz se entrecorta y Eithan sonríe – porque no veo mi vida sin ti – lágrimas corren por sus mejillas – y porque estoy cansada de tantos rencores sin sentidos, ella ya no está y yo ya tengo mucho con mi miserable vida – digo y lo abrazo para esconder mi rostro en su cuello –
- Debí cuidarte más, escucharte más y darme cuenta que ahora tienes problemas de alcohol – dice suavemente y me detengo a pensar que han sido pocas las veces que me lo han dicho en voz alta pero yo no he querido admitirlo del todo, al menos no razonarlo –
- Hay cosas a la que no hay marcha atrás – susurro mientras me siento de nuevo frente a él –
- Pero hay cosas que sí se pueden remediar, como mi daño o como pedir ayuda – susurra y me levanto para caminar la habitación –
- No puedo Eithan, no quiero tampoco, la amo y todo me recuerda a ella, incluso ver a Lía, incluso ver a Emiliana y el tomar es lo único que me cura aunque sea por un rato – susurro cabizbaja –
- Ven aquí – susurra y me acerco a él – quizás no hice bien las cosas pero a partir de ahora Maia Rebecca – dice y agarra mis mejillas para verlo – no te vas a salvar de mí y perdón porque amo a Emiliana, porque es su hija pero lo vamos a lograr – susurra y lo vuelvo a abrazar pero esta vez se queja y me alejo –
- Perdón – susurro y niega riendo –
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Nací para amarte
Roman d'amourMaia Mitchell, una joven soñadora y con una vida por delante, estudiante de odontología y con una novia que la hace muy feliz, al menos eso hasta que regresa su pasado, aquel pasado que quiso bloquear por tres años... su profesora, su sueño más boni...