Nací para amarte

75.

Dos meses después…

Ya hace tres meses que estoy aquí, he conocido gente increíble y me aterra irme ahora. Sonrío caminando los pasillos de mi piso hasta llegar a las escaleras, respiro profundo y paso por el consultorio de Olivia, quién debe estar ahora mismo con la chica que llegó hacen una semana, Sam quién siempre sabe los chismes de este lugar, nos contó que Olivia sería la terapeuta de la peliazul.

-Hey – dice Taylor, un chico rubio que conocí hace unas semanas –
- Hola – saludo caminando hasta el comedor –

Busco con la mirada a los chicos pero lo primero que me encuentro es a Katherine con Carol, la rubia voltea la mirada entre risas y nuestras miradas conectan, sonrío porque me encanta verla así y me guiña un ojo, Taylor me sigue hablando y vuelvo a prestarle atención o algo así, consigo a los chicos y voy por mi bandeja de desayuno mientras Taylor me cuenta de sus crisis y trato de aconsejarle.

La verdad el chico apenas lleva un mes y no le ha sido fácil, lo entiendo porque lo viví puedo decir que casi al segundo mes fue que las crisis fueron bajando de tonos y ahora mismo me siento mejor, con muchas ganas de volver a casa, aunque si me aterra irme por el hecho de recaer, pero como me dice Olivia debo confiar en mí.

En cuanto a la pelirroja, siempre diré que ha sido mi salvadora, que la voy a extrañar todos los días, pero me explicó que aunque me fuera, debo venir una vez por semana para ver el progreso y creo que con eso estaré bien. Me siento con los chicos y los saludo, en cambio Tay se vuelve más tímido, pero eso con Sam no dura mucho, es una chica que siempre busca conversación, por eso la adoro, estos tres meses para mí han sido más apaciguables por ella y Nicholas.

-¿Estás bien? – pregunta Nico y asiento –
- No se quiere ir – dice Sam y volteamos a verla, me asombro la tranquilidad con la que desayuna –
- Exacto – susurro y suspiro suavemente – es miedo a recaer ¿sabes? – explico y Nic asiente –
- Entiendo – dice suavemente y agarra mi mano para apretarla – debes creer en ti, confiar en ti y en Olivia, lo harás bien – susurra sonriendo y sonrío asintiendo –
- Gracias – susurro y me lanza un beso para  seguir desayunando –

En cuanto a Katherine todo se calmó después de que un día digamos que fui su héroe, no lo tomo así pero ella sí, y Carol mucho más. Al menos no pasó a mayores y es lo más importante, las miro hablar y creo que después de todo Katherine Book no es tan mala como todos piensan, cuando se trata de Carol es como un animalito recién nacido necesitando a su madre y es algo muy tierno, recuerdo aquel día que la ayudé.

Flashback
-Maia – dicen a mis espaldas y me detengo para girarme a verla –
- ¿Carol? – pregunto confundida y se acerca sonriendo –
- Necesito un favor – dice y coloca esos ojos de gato con botas a los que nadie puede decirle que no, me rio y asiento –
- ¿Qué ocurre? – pregunto y sonríe encantadora –
- ¿Sabes el ascensor del otro lado del pasillo? – pregunta y frunzo el ceño –
- ¿Cómo que aquí hay ascensores? – pregunto confundido y Carol se ríe –
- Es un ascensor sólo para aquellas personas que no puedan caminar o directiva – responde y asiento – ya que el edificio no es tan pequeño como aparenta, esta del lado donde nadie pasa, o ningún estudiante de hecho – dice y me siento más confundida – el punto, necesito que vayas en el hasta el quinto piso – pide y la miro sin entender –
- ¿Me van a asesinar allí? – pregunto y se ríe escandalosamente –
- Tonta esta Katherine, debo irme a una reunión urgente, llévale esto que se le quedó en la dirección – dice dándome unas llaves y trago grueso –
- ¿Katherine su esposa? – pregunto titubeante y Carol asiente burlona –

Resoplo y decido hacerle caso, ella me guía hasta el ascensor y sí esta como escondido, Sam que me hizo un recorrido, jamás pasamos por aquí o será que no le presté mucha atención, capaz es eso que no le presté atención, veo a Carol irse rápidamente y suspiro pesadamente porque me encanta esa mujer, niego rotundamente y camino hasta el ascensor, me asombro al verlo y veo las llaves de Katherine, es un llavero con varias de ellas, por lo que me explicó Carol una de esas llaves abre las puertas del ascensor.