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-Gracias – decimos al unísono Lorena y yo –

Tomo un trago de mi cerveza y me mantengo mirando al frente, mientras el chico atiende a un par de chicas más, el bar esta en tranquilidad, claro un lunes al mediodía sólo nosotras estamos aquí, Lorena carraspea y salgo de mi trance para escucharla, aún así ni me inmuto.

-Cuando te conocí sabía que algo iba a pasarme contigo, aunque no sabía que tan importante serias para mí – comienza Lorena y empiezo a sentir un nudo en el estómago – Luego fuimos amigas y cuando me contaste tu amor por esa profesora sentí celos pero también envidia porque creí que jamás podrías sentir algo así por mí – susurra con la voz quebrada y volteo a verla –
- Yo te quería muy bonito y dejaría todo por ti Lorena – susurro con rencor –
- Lo sé mi vida – susurra y sonríe triste – fui una estúpida porque tú eres demasiado valiosa y te perdí – dice cabizbaja y resoplo para subirle la mirada –
- ¿Cuándo comenzó? – pregunto y me mira aún más triste, unas lágrimas corren por sus mejillas y las limpio –
- Hace casi un año, después de una pelea estúpida que tuvimos tú y yo – responde y me giro para ver al frente, de nuevo al chico atendiendo a sus clientes – perdóname Maia – susurra Lorena y suspiro suavemente, tomo un largo trago de mi cerveza y volteo a verla –
- No creo que haya algo que perdonar, pero sólo espero que seas muy feliz Lorena – digo y la morena niega rápidamente mientras comienza a llorar, me levanto y la abrazo fuerte – gracias por este tiempo juntas – susurro y me alejo de ella –
- Maia por favor – susurra y niego –
- No puedo Lorena, lo lamento – digo y le dejo un beso en la frente – ha terminado todo – susurro con la voz rota y me abraza fuerte mientras llora –

Unos minutos después nos separamos y termino mi cerveza, pago y miro una última vez a Lorena para sonreír de lado, me doy la vuelta y lentamente salgo del bar, al salir me golpeo con la realidad de que todo ha terminado, alzo la mirada al cielo y unas lágrimas corren por mis mejillas, mi celular comienza a sonar y lo saco del bolsillo del pantalón, al ver su nombre en la pantalla respiro profundo y camino hasta mi coche para subirme, miro la pantalla un momento más y decido contestar.

Llamada
-¿Estás bien? – pregunta rápidamente y limpio mis mejillas –
- Algo ¿Por qué? – pregunto suavemente –
- Horacio me dijo que Lorena fue por ti – responde mi castaña y miro a Lorena salir del bar –
- Era necesario, ahora todo está bien – digo suavemente y bajo la mirada – ya todo acabó – finalizo y alzo la mirada –
- ¿Hoy pizza? – pregunta y me rio –
- No puedo tengo tarea ¿el viernes? – pregunto y Layla chilla feliz –
- Excelente, les tengo algo que decir – responde y me rio, nos despedimos y cuelgo –
Finalizada llamada

Dejo el celular en el porta vaso y me pongo el cinturón de seguridad, prendo el coche y salgo de allí para ir a casa, en el camino prendo la radio y comienza a sonar una canción triste, tan triste como lo estoy yo en estos momentos recordando todo lo vivido con Lorena y comienzo a tararear la canción.

“No me tienes que explicar, siempre amaré tu libertad, por mucho que eso duela y sí, entiendo que quieras hablar, que a veces necesitas saber de mí, pero no sé si quiera saber de ti, vivir así, seguir así, pensando en ti”

-Suelta mi mano ya por favor – yo ya era un mar de lágrimas y la canción apenas comenzaba –



                                 *********

Me estaciono frente a casa y apago el coche, echo la cabeza hacia atrás y cierro los ojos unos segundos, todo ha sido un caos desde hace dos semanas, pero su mirada verde pasa por mi mente y sonrío suavemente, es lo único bonito de todo esto.

-Es hora de retomar mi vida – susurro y abro los ojos para agarrar mi morral y mi celular, me quito el cinturón de seguridad y agarro la llave, me bajo del coche y le subo el seguro, camino hasta la entrada, saco las llaves del morral y abro la puerta para encontrarme a Eithan bajando las escaleras, me mira unos segundos y frunce el ceño –
- ¿Está todo bien? – pregunta y asiento –
- Sí, todo bien ¿universidad? – pregunto y asiente para ver el reloj que tiene en la muñeca –
- Sí y voy tarde, nos vemos hermana – me da un beso en la frente y sale rápidamente de casa –

Nací para amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora