32.

855 59 4
                                    

Después de cenar estamos todos en la parte trasera de la casa mientras unos beben ron, otros cervezas y luego están los que beben vino, yo voy por las cervezas, por primera vez hay tanta gente y eso me encanta, aunque confieso que solo quiero es estar con Cecilia, respiro profundo y entro a casa para ir por una cerveza mientras todos están afuera hablando y bromeando.

-Hey – dice y me giro para ver quien es, aunque conozco esa voz gruesa y delicada –
- Hola – saludo y sonríe – ¿Cerveza o vino? – pregunto y hace una mueca –
- Vino, por favor – me pasa la copa y nuestros dedos se rozan cuando agarro la copa, alzo la mirada y ambas sonreímos – Gracias – dice y niego para ir por la botella de vino –
- No pasa nada – digo sirviéndole la copa para luego dársela – ¿Cómo la estás pasando? – pregunto y sonríe –
- Primera vez que estoy aquí y no la paso con mis padres, pero Emiliana montó tanta presión que terminamos aceptando, me gusta tu familia – responde y sonrío orgullosa –
- Gracias – susurro y asiente –

Cecilia me guiña un ojo y sale de nuevo al jardín trasero, respiro profundo y me acerco al refrigerador para agarrar una cerveza, la destapo y tomo un trago para suavizar mis emociones, sobretodo mis nervios de no poder acercarme tanto a Cecilia, salgo al jardín y me acerco a Alfredo que esta hablando con Darío y Antonio, y allí nos quedamos hablando.


La media noche llegó y ya que no hay niños pequeños todos gritamos ¡Feliz navidad! Allí comenzaría finalmente la fiesta de navidad y todos bebían hasta más no poder. Con el pasar de las horas, el alcohol comenzaba a hacerme efecto, mucho efecto. Veo la hora del reloj de la sala y son las 3 de la madrugada, los que quedan despiertos o en casa están bebiendo y cantando mientras que yo ya no puedo más, me despido y subo a mi habitación, voy hasta el baño y me lavo la cara, cuando salgo para cambiarme veo a Cecilia apoyada de la puerta yacía cerrada, sonrío y niego para acercarme a ella.

-Tuve toda la noche queriendo hacer esto – susurra y pone sus manos en mis mejillas para darme un suave beso –
- Yo lo anhelaba – susurro alejándome un poco de sus labios y volvemos a besarnos con más intensidad –
- Feliz navidad – susurra y me guía hasta la cama –
- Feliz navidad – susurro y me sienta para ir quitándome el vestido mientras baja los besos a mi cuello hasta bajar el vestido y que me cae a las caderas –

Cecilia se aleja un poco y me sonrojo con su mirada de deseo, se muerde el labio y se vuelve a acercar para volver a besarme y bajar sus besos a mi cuello haciéndome jadear bajito, pero recordando que abajo esta mi familia, cuando tocan la puerta y nos alejamos de golpe, me subo el vestido y ella sonríe, cuando me ve lista se acerca y me da un beso pero nos alejamos con el sonido de la puerta nuevamente, se limpia los labios y abre la puerta voltea a verme y asiente para salir de mi habitación, veo a Alfredo entrar boquiabierto y me rio para negar y acostarme mientras que él entra conmocionado.

-¿Ustedes? – pregunta Alfredo sentándose en la cama y volteo a verlo para sentarme –
- ¿Hay algo? – pregunto y asiente suavemente – depende de quien pregunte, ya que eres tú – me quedo en silencio y voltea a verme – sí, hay algo – respondo y Alfredo grita feliz para agarrar mis mejillas –
- Sé feliz y no la cagues, después de todo lo vivido, sé muy feliz Maia Rebecca – chilla rápidamente y me abraza fuerte –
- Gracias pero me estás ahogando – susurro y nos reímos cuando me suelta – realmente estoy muy feliz Alfredo – digo y me acuesto de nuevo –
- Que bonito es el amor – susurra y sonrío para darme la vuelta, le doy la espalda – ¿Y estarán escondidas siempre? – pregunta y alzo la cara para ver la cabecera de la cama –

¿Y estarán escondidas siempre? Es la pregunta que mantuve bajo llave por todo este tiempo desde que ella me dijo aquella noche que sentía algo por mí, ahora que alguien lo decía en voz alta, mi subconsciente gritaba fuertemente Peligro y en cierto punto, quise bloquearlo porque tengo miedo de salir corriendo, odio a Alfredo.

Nací para amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora