SEMANAS DESPUÉS:
Ya hace tres semanas que no sé nada de él. Tampoco sé cómo seguirá su herida... — Debería ir a... No lo sé, ver si las cosas están bien. "Llevaré unas galletitas"
Salgo y toco el timbre de su puerta. Esperando a que saliera y no me dejara allí.
...
La puerta de abrió, reflejándose a él. Ya podía caminar solo, eso es muy bueno—¿Qué quieres?
—Hola a ti también, ¿cómo sigues? ni siquiera contestaste mi carta de hace semanas—le recordé.
—Estoy bien—responde, antes de que cerrará la puerta solté otra pregunta—. ¿Cómo sigue tu herida?
—Muy bien, ya sano—respondió Christopher.
—Qué bueno, me alegra que estés mejorando—sonrió con amabilidad.
—¿Qué quieres estoy ocupado?—suelta de la nada.
—Amm—no pude evitar soltar una pequeña risita—Yo te traje, unas galletas—le dije.
—Gracias, llévatelas. No me gustan las galletas comunes a menos que sean caseras—respondió el muy descarado.
—Ha, por eso no hay problema yo las hice, así que son caseras—le dije con una sonrisa.
—Y mucho menos, si son hechas por ti—respondió de nuevo.
—Jumm—refunfuñe—. Está bien, ¿puedo pasar?—le dije un poco penosa, porque sus respuestas ya eran negativas y si, sé que no quiere nada que tenga que ver conmigo, pero ajá ¿qué puedo hacer? solo quiero ayudar.
—¿Por qué te dejaría pasar?—esa fue su respuesta.
—Porque vengo a visitarte—le dije.
—Pues se acabó la visita—zanjó de inmediato.
—Pero...
—Adiós.
No me contuve más. Ya le había tolerado muchas cosas, pero que me tratara así con menosprecio, no me aceptará nada de lo que le daba me enfureció y explote.
Antes de que me cerrará nuevamente la puerta en la cara yo la empujé y entre a la fuerza.
—Bueno ya fue suficiente todo lo que té eh tolerado. ya me cansé de que me estés tratando como una basura, siempre es lo mismo mientras que yo solo te he tratado bien, solo busco ver cómo estás y tú. Tu solo me menosprecias ¡¿Por qué?!
¿Dime por qué?Mientras que el solo me observaba fijamente durante unos cuantos segundos, el frunció el ceño. —Y tu ¿qué quieres de mí?—preguntó.
—No evites mi pregunta.
—Yo no quiero nada de ti. Solo intento ser amable contigo y... Ser tu amiga—acá baje un poco el tono de voz—Pero veo que eso no se va a poder—le dije.
—Mira niña. Estás agotando mi paciencia. Yo no quiero nada de ti tampoco y mucho menos ser tu amigo, así que VETE y no me busques más. No me mires y mucho menos me visites. Después de lo que paso tú crees que podemos ser amigos—la observa. fijamente, intrigado porque yo no reaccionaba a sus gritos—Bye, sacude su mano, echándome de allí.
—No me iré hasta que me digas por qué me tratas así—le dije, sin mover ni un pie de dónde estaba.
—¡Ya!... Lárgate... ¿No entiendes?—exploto frustrado.
—Sácame de aquí. Y me iré—lo enfrente cara a cara, él podía ser alto y atemorizante, pero eso no me afectaba en nada.
—Muy bien si así lo quieres. —respondió, me tomo a la fuerza y me cargo en su hombro.
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LA MAFIA A MIS PIES
RomanceTras recibir una extraña carta anónima, y encontrarse con un misterioso joven de muy malhumor que cometió un homicidio en su presencia.El cuál el joven cae herido al frente de su apartamento "𝐒𝐎𝐑𝐏𝐑𝐄𝐒𝐀" era el nuevo vecino. Una vez que la chi...