Pamela:
—Oye mama Santiago... Ustedes que opinan de que tenga a alguien en mi vida.
—¿Quién es? —interrogo de una Santiago.
—¡Que! jajá... no yo no... Solo digo para saber que opinan.
—Bueno, ya eres adulta, hija, sabes muy bien todo lo que te he enseñado, yo encantada siempre y cuando te haga feliz—respondió Isabella un poco vacilante pero segura.
—. Sí, sí, pero tendrá que pasar por encima de mí, para aceptarlo porque no pienso permitir que estés con un bueno para nada. ¿Y quién es? —interrumpió Santiago.
—Ya te dije que era solo para saber, no es como si me fuese a casar mañana, ni siquiera tengo a alguien en mi vida... —respondí nerviosa.
———————
Mientras tanto Christopher:
—¡No!, no me gusta ese anillo, les dije que quiero algo ejemplar, perfecto y único.
—Señor en esta joyería encontrara lo que desea, pero por favor calmase, no se estrese le encontraremos el anillo perfecto.
Aunque Christopher paso un buen rato esperando solo para encontrar el anillo perfecto.
Después de todo lo sucedido, llego a una de sus boutiques muy lujosas y favoritas para una sorpresa adicional, aparte del vestido, zapatos y joyas.
A la final termino agotado pero valió la pena.
[...]
La noche cayó y Pamela llego a casa.
Cuando entro a la casa Christopher no le dijo nada, solo la llevo a su habitación donde le esperaba una sorpresa.
Ella entro y justo en su cama encontró una caja, la abrió y allí encontró un vestido, reviso la caja de nuevo y saco tres cajas más. Entre ellas encontraban unos hermosos tacones, en otra caja eran sus accesorios y por ultimo quedaba la última caja, en esta contenía una carta que decía lo siguiente:
"Cambie tus pijamas por algo más cómodo"
—¿Ahora qué hizo?
Aparte un montón de envoltura solo para encontrarme con... —¿Lencería sexy?
Me dirigí a la puerta y cuando la abrí ahí estaba él muy tranquilo junto a la puerta.
—¿Qué estabas haciendo? —le pregunte.
—Estoy esperándote y tú que ¿A dónde ibas? —pregunto él.
—Pasa—le dije.
El entro y yo tome asiento en la cama mientras le mostraba la lencería, —¿Por qué me compraste esto? —le pregunte seria.
—Porque eso es lo que solías usar antes y para serte sincero creo que eso te gusta más.
—Acaso me vigilabas.
—No, pero lo deduje el día de tu pijama.
—Así que admites que siempre me estuviste mirando ese día.
—No solo te estaba mirando, te estaba admirando—confeso sonriente.
—Sabes que... —suspire—Mejor vete.
—Ok, pero ponte el vestido.
Cuando me quede sola procedí a darme una ducha.
En la ducha evite pensar en eso pero no pude.
ESTÁS LEYENDO
LA MAFIA A MIS PIES
RomanceTras recibir una extraña carta anónima, y encontrarse con un misterioso joven de muy malhumor que cometió un homicidio en su presencia.El cuál el joven cae herido al frente de su apartamento "𝐒𝐎𝐑𝐏𝐑𝐄𝐒𝐀" era el nuevo vecino. Una vez que la chi...