Christopher termino su trabajo y lo guardo.
Se dirigió al perchero, se colocó su saco y salió.
Pero antes de hacerlo Pamela solo emitía sonidos ya que no podía hablar. El la miro atento y sonrió. —Ya vuelvo—dijo llevando consigo el sobre de Isaack.
Solo así, salió dejando sola a Pamela.
Pasaron unos minutos y el no regresaba aun, pasaron alrededor de unos quince minutos cuando regreso.
Guardo su celular, tomo las llaves de su auto y su maletín.
—¡Ummm! —emitió un sonido Pamela para llamar su atención.
Christopher la miro y sonrió.
Se acercó a Pamela con una tijera y cortó la cinta de sus brazos y piernas, y por ultimo le quito la cinta de la boca.
Me levante de la silla—No me vuelvas a hacer eso.
—Y tú no vuelvas a mencionar a Isaack de esa bonita boca que tienes o te ira peor.
Lo mire furiosa, solo lo estaba provocando pero él es... Demasiado temperamental.
El me tomo de la cintura así como si nada. —Vamos.
—Suéltame—le replique mientras me zafaba de su agarre.
[...]
Cuando llegamos a casa me di una ducha relajante y salí del baño cuando estuve lista.
Busque un parche para colocármelo y descansar un poco así me relajaría y el dolor desaparecería.
Me mire al espejo para intentar colocarlo en mi espalda baja, aunque era un poco complicado pero no imposible.
Christopher entro a la habitación, él ya estaba duchado y cambiado. Traía con él un gel y un parche.
Me miro con una sonrisa, —Mira nada más a la dama es apuros, que no le gusta pedir mi ayuda.
Se acercó a mí dejando en la cama el gel y el parche.
Tome mi cabello y me cubrí rápido el pecho, pero sin que pareciera que algo escondía o pareciera sospechoso, porque después él comenzaría a preguntarme cosas.
Me quito el parche de la mano.
Tomo con ambas manos mi cadera y me pego a su cuerpo, subió sus manos a mi cintura y me abrazo. —Ve a la cama, calmare tu dolor.
Lo mire a través del espejo, tome la bata de baño para cubrirme.
Pero Christopher me la quito y la dejo sobre el espejo—Ya te he visto así, deja la timidez conmigo.
Me dirigí a la cama y me recosté, él se subió también colocándose detrás de mí.
Christopher tomo el gel y lo aplico sobre su espalda, aplicando suaves masajes sobre su espalda.
CHRISTOPHER:
Cuando comencé a masajearla estaba muy tensa pero en cuanto mis dedos la tocaron, toda esa tensión despareció. Y como no sentirse a gusto conmigo, primero que nada soy extremadamente guapo, candente, y un perfecto modelo, tengo lo que ningún otro hombre le dará, tengo una mente brillante y sobre todo tengo millones y sobre de millones de dinero.
—Se siente muy bien—murmuro ella.
Christopher sonrió—¿Ya no estas molesta? —pregunte.
Continuó masajeándola y aplico un poco más de gel.
—Yo no estoy ni estaba molesta.
La mire atento, se le notaba que estaba agotada, sus ojos estaban cerrados pero ya se veía mucho mejor.
Continúo masajeándola durante un tiempo.
—Sabes estaba pensando, y si hacemos un viaje solo los dos.
—¿A dónde iríamos? —pregunto ella.
—Adónde tú quieras.
—No lo sé.
Pamela con su mano le indico que subiera un poco, el obedeció y subió masajeando con un poco más de fuerza.
—Y si... Nos reunimos mañana con los chicos.
—Quieres verlos... Bueno los veremos mañana.
—¿Puedes aplicar más gel?
—Si te aplico más gel te va a quemar.
—Bueno... ¿hay algo que no sepas hacer...?
—No sé, tu dime—respondí colocando el parche en su espalda.
*Silencio*
—¿Y tu padre no vendrá por ti hoy?
Me removí de inmediato de la cama tomando asiento, —Papa no, pero saldré con las chicas.
—Pensé que estabas enojada con ellas. El otro día René te llamo y note que no la tienes en tus contactos.
—¿Cómo supiste que era ella?
—Conteste la llamada y dijo que si no estabas ocupada, te verían en el café de siempre.
Solté un largo suspiro.
—Si no las quieres ver, solo díselos.
—No es eso, es que algo traman y eso es lo que estoy tratando de descubrir.
—Por eso las iras a ver.
—Si—respondí mientras bajaba de la cama para cambiarme.
—¿Qué tan grande crees que sea eso que traman?
—No lo sé, pero sin duda alguna algo traman.
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CHRISTOPHER:
—Acabemos rápido sí, tengo que trabajar.
—Siéntate.
—No gracias.
—Créeme querrás estarlo para lo siguiente.
Christopher puso los ojos en blanco y tomo asiento.
—Seré lo más breve posible... "No te confíes de Pamela"
—Sí, mejor me largo de aquí.
—Por lo menos escucha lo que tengo que decirte, ya después tú decides si irte o no.
—Bien, que quieres.
—Escucha... Sé que no me creerás, pero esto lo digo porque no quiero que se salga con la suya, antes que yo.
El saco un sobre y lo extendió por el escritorio hacia Christopher. —Ábrelo.
Christopher miro a Isaack con desconfianza, tomo el sobre y lo abrió.
Lo que encontró dentro no era para nada agradable de asimilar en ese mismo y preciso momento.
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LA MAFIA A MIS PIES
RomanceTras recibir una extraña carta anónima, y encontrarse con un misterioso joven de muy malhumor que cometió un homicidio en su presencia.El cuál el joven cae herido al frente de su apartamento "𝐒𝐎𝐑𝐏𝐑𝐄𝐒𝐀" era el nuevo vecino. Una vez que la chi...