—¿Me dirás por qué tengo los ojos vendado?
—Ya puedes quitarte la venda—lo obedecí—Ok... Estamos en mi habitación. ¿Qué se supone que veo?
—Abre tu closet—sugirió el.
Entre a la habitación. Cuando lo abrí estaba lleno de ropa, zapatos y unas cajas más.
—Esta es tu sorpresa. Un regalo de mi parte—confesó Christopher.
—¿De verdad? —me costaba cree que él me dedicará un gran detalle de su parte ya que... pues... Él es el.
El asintió con la cabeza confirmando.
—Muchas gracias, esto es demasiado pero...
—No me pidas el por qué—interrumpe.
—¿Por qué? —termino por decir.
—Hablas demasiado, solo disfruta.
—Está bien—le sonreí y por primera vez el me la devolvió.
—Falta una cosa más para concluir el primer regalo—de sus manos escondidas detrás de su espalda saco un regalo—. Ten.
Tome la caja y desenvolví el regalo—Un celular... Oye pero esto está muy hermoso, debiste gastar mucho.
—Si bueno, las cosas de chicas son costosas pero no para mí—eso fue lo que contestó el como siempre con su tono orgulloso.
—¿Cuánto gastaste en todo esto?
—Eso no importa, ahora cámbiate vamos a salir.
—¿A dónde vamos?
—Esa es otra sorpresa.
—Está bien como digas.
Él se fue y yo me cambié. Me coloque un muy lindo vestido blanco con flores rosas ajustado a la cintura y suelto en las caderas con unas lindas zapatillas color cremita, luego salí de la habitación y allí estaba el sentado en el sofá de la sala.
—Estoy lista—le digo mirándolo fijo a los ojos.
Ellos me escanean de pies a cabezas con una seriedad que no sabría decir si me estaba juzgado o no—No, aún no lo estás.
—¿Me veo mal? —pregunto.
Sus ojos vacilan un poco hasta que se topan con los míos. Estos de inmediato dejaron de mirarme.
—Estas bien, el vestido te queda muy bien pero...Te falta algo—suelta de su boca.
—¿Cómo qué? ¿Es porque no tengo maquillaje?
—En realidad no. Te ves muy linda así. Me refiero a que te falta un pequeño accesorio.
—No tengo un collar ni nada por el estilo—confieso, yo también pensaba lo mismo.
—Tengo un regalo más—el me entrega una cajita roja.
La abrí y dentro había un hermoso collar plateado con mucha pedrería junto con unos aretes a juego.
Christopher tomo el collar sin mirarme a los ojos—¿Puedo? —quería colocarme el collar.
—Claro—se colocó detrás de mí y yo aparte mi cabello, finalmente coloco el collar y después me coloco los aretes.
Acción que me pareció un tanto extraña.
—Está muy lindo el detalle, te lo agradezco mucho pero ¿Por qué Todo esto?
—No dejaras de preguntar hasta que te responda cierto.
Asentí con la cabeza.
La suelta un suspiro—Lo hago para que no vuelvas a tu departamento a buscar tus cosas. Sé que allá tienes todo pero tú no puedes volver. Ese lugar ahora es peligroso, entiendes eso.
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LA MAFIA A MIS PIES
RomanceTras recibir una extraña carta anónima, y encontrarse con un misterioso joven de muy malhumor que cometió un homicidio en su presencia.El cuál el joven cae herido al frente de su apartamento "𝐒𝐎𝐑𝐏𝐑𝐄𝐒𝐀" era el nuevo vecino. Una vez que la chi...