Christopher:
«Eres fuerte Pamela. Sé que no te quedaste de bazos cruzados. Sé que algo debes de estar haciendo. Pelea sé muy bien que estás haciendo todo lo posible por no dejar que te toquen. Iré por ti tan pronto te encuentre».
Cruce a hacia el norte. Justo donde lo habían hecho esas personas en la moto y seguí el rumbo de sus huellas.
—Nada ni nadie me impedirá estar contigo—me dije a mi mismo.
Pamela:
No encontraba nada que pudiera utilizar para defenderme así que era mi turno de ensuciarme las manos.
Ese tipo se acercó a mí e intento agarrarme del brazo a la fuerza, pero no estaba dispuesta a que me llevara. Así lo golpee a puño cerrado en la cara.
Este se cayó al suelo por el impacto inesperado. Rápidamente se levanta e intenta contraatacarme con la misma técnica de golpearme.
Lo esquivo rápido antes de salir golpeada—. ¿Que tu madre no te enseño que a las damas no se les golpea?
Le devuelvo el golpe justo donde más le duele. En el estómago y una patada en las bolas.
Este cae retorciéndose del dolor mientas aprovecho y le robo su moto para salir de ese lugar.
Pero parece que no estaba sola porque no toque muy bien la moto cuando de la nada salieron unos tipos para seguirme.
Subo rápido a la moto y acelero a la máxima velocidad, sin mirar hacia atrás.
Hay un viejo dicho entre agentes del FBI que me gusta tanto. "Nunca mires atrás. Tu oponente debes capturar. Jamás voltees a verlos porque perderás"
Si, en realidad ese dicho no existe en más un lema que me invente pero funciona muy bien cuando estoy en momentos de crisis.
Cruce por el mismo camino por el que me llevaron. Derecha, derecha, izquierda. Sigo el largo camino y cruzo a tres arboles de distancia hacia mi mano derecha. Justo en ese momento casi choco con Christopher pero no lo hice. Me aparte siguiendo mi camino.
—¡Date prisa detrás vienen más! —le grito.
Christopher mira hacia atrás notando las motocicletas apresurándose en su dirección. Da la vuelta y la sigue a toda velocidad hasta lograr alcanzarla.
—¿Estas bien? ¿Qué paso? —pregunta Christopher.
—No es momento hay que salir de aquí y perderlos de vistas—le sugiero dejando de lado la charla y acelerando.
Salgo del bosque hacia donde estaban los autos. Mamá y papá están en el auto con protección de Hiuyin porque allí tambien había pelea entre la gente de Isaack y los de Christopher y papá.
Paso de largo sin esperarlos porque tenía en mente otro asunto. Christopher me sigue.
—¡Nos vamos! —ordena Jonathan.
La camioneta con ellos dentro avanza a toda velocidad. Algunas de las personas se quedaron para acabar con la gente de Isaack y así no nos seguirían.
Papá nos alcanzó a Christopher y a mí. Todos cruzaron en dirección hacia el este incluyendo a Christopher pero yo no lo hice porque tenía mi plan en mente.
Gire en dirección contraria hacia el oeste llevándolos en otra dirección hacia mi trampa.
—¡Pamela! —grita Christopher y los autos se detienen.
—¡Váyanse sin mí! ¡Luego los alcanzo. Lo prometo!
Cruce en un lejano callejón lleno de muchas entradas que los dejarían salir a cualquier parte. Y ese era mi plan. Primero me deshago de ellos para luego regresar con mi familia.
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LA MAFIA A MIS PIES
RomanceTras recibir una extraña carta anónima, y encontrarse con un misterioso joven de muy malhumor que cometió un homicidio en su presencia.El cuál el joven cae herido al frente de su apartamento "𝐒𝐎𝐑𝐏𝐑𝐄𝐒𝐀" era el nuevo vecino. Una vez que la chi...