Cap 48 Uno de los dos debe morir Parte (2).

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Christopher:

Christopher con ansias toma mi rosto con ambas manos admirando del momento entre nosotros.

—¿Llego a tiempo? —pregunta rápidamente Christopher.

Ella niega con la cabeza y sus ojos se ponen vidriosos. —"Ya me case" —confiesa destrozada.

«Ya se casó... Eso sin duda es algo que jamás espere. ¿Tal vez fue mi culpa por no llegar a tiempo? Si... Todo fue mi culpa».

Como le explicaba que me sentía débil al tenerla cerca y al mismo tiempo me sentía confuso... ¿Por qué se casó? Se suponía que el novio debía ser yo. No Isaack.

—¡¡¡Isaack!!! —grito mientras siento que mi corazón arde en fuego—Te metiste con la persona equivocada como pudiste llevarte a mi mujer—comento con tono autoritario.

Todos en el lugar se miraban unos a otros muy confundidos al igual que el padre de la iglesia el cual todo asustado entro a la iglesia...

Isaack se acerca lentamente a Christopher y a Pamela. Mientras que los hombres de Christopher salen de los autos apuntándolos a todos con sus armas.

Sebastián, Cristián, Samuel, Vincent y Brayan se colocan detrás de Pamela para respaldarla.

—Primero... Tú la abandonaste. Yo por otro lado, la rescate y la salve de que muriera—replica Isaack siendo estricto.

—Lo sé. Sé muy bien lo que hice, por eso regrese por ella a pesar de lo que hizo. Pero lo que tú hiciste no tiene perdón.

Ella me mira... —Eso... ¿E-es cierto? ¿Tú regresaste por mí? —pregunta confusa.

Christopher asiente afirmándolo y no pude evitar sonreír un poco pero al mismo tiempo sentirme mal.

—, Lo sé. Tú regresaste por ella, pero ya era demasiado tarde porque ya la tenía yo—interrumpe el momento Isaack.

Al instante llegan otros autos y camionetas a toda velocidad al lugar. De estos salen un montón de gente apuntando a espaldas de Isaack. Entre uno de esos autos sale papá, mamá, y Santiago.

Mamá al instante intento llegar a mí. Solo que los hombres de Isaack se lo impidieron. Pero eso no le importo porque papá los aparto y ella paso.

Me abrazo con unas ansias al igual que a papá quien se acercó a mí abrazándonos a las dos. Mientras que Santiago... Bueno tenía problemas con la gente.

Pero logro pasar y este se me lanzo encima abrazándome con muchas fuerza—¿Estas bien? —asiento con la cabeza afirmándoselo.

—Nos vamos Pamela—la agarro con firmeza del brazo—Tienes que salir de aquí.

Se escucharon unas armas apuntando en nuestra dirección, nos damos la vuelta presenciando a Isaack con toda su gente apuntándonos con sus armas. Listos para contraatacar. —Yo no lo creo—dice de forma burlona.

—¿Qué más quieres? Ya déjame en paz. No pienso ir contigo—le dice con firmeza.

—Ahora eres mi esposa Pamela. No pienso dejarte con él.

Se abre paso entre Christopher quedando frente a frente con Isaack.

—Todavía no entiendes. Que odio estar contigo...

El extiende su mano hacia mí con gentileza, —No digas eso. Escucha lo siento. Si sé que lo que hice estuvo mal, pero tú no me ibas a dar una oportunidad si te lo pedía amablemente ¿o sí?

—Isaack, hay demasiados peces en el mar esperando por su alma gemela. Así como Christopher y yo... Él es todo lo que buscaba. Tú también puedes encontrar lo que buscas, pero esa no soy yo—lo aconseja.

—Dicen que... Si amas algo debes dejarlo ir...

Pamela asiente con la cabeza—Exactamente—confirma.

—Pero yo no quiero perderte. Luchare si es necesario, pero no te dejare.

Isaack mira a Christopher mientras que yo los miro a ambos.

La tomo del brazo y la acercó a mí—Bonito discurso, pero las cosas no serán así—confieso sabiendo lo que se avecinaba.

—Uno de los dos tiene que morir. Pero no seré yo—afirma Isaack. «Idiota. Estas herido como puedes asegurar que no morirás». Pensó Pamela.

Ella toma la mano de Christopher con fuerza, miro a los chicos señalándoles para que Samuel tomara mi mano y así siguieran la cadena.

Salí corriendo con los chicos y entre a la camioneta con ellos.

Pamela abre la ventana—¡Mamá Papá! —ellos voltearon a verme—¡¡¡SUBAN AL AUTO!!!

Ellos entraron rápidamente a sus autos y siguieron a la camioneta en la que estaba.

Al igual que Isaack. Otra gente de respaldo se quedó acabando con algunas de las gentes de Isaack.

Pamela:

Los autos y las camionetas iban a toda velocidad, cruzando de izquierda a derecha y de derecha a izquierda con furia. Lo que más me preocupaba era que ya estaba anocheciendo y siendo honesta algo que nunca me ha gustado es conducir de noche y a toda prisa mucho menos.

Cubrí mi rostro con las manos mientras respiraba para tranquilizar un poco a mi corazón.

Solté un largo suspiro—Esto es una locura—susurro.

Y para colmo comenzaron a escucharse tiros tras tiros lo que me puso un poco ansiosa.

Lo que más me sorprendió fue el hecho de que. Así de repente todo era un silencio, mire por la ventana y la mayoría de los autos ya se estaban dispersando.

Es extraño que después de unos cuantos tiros. Todo se convierta en silencio repentino. Lo que me lleva a pensar que esto no será todo. "Algo más grande se aproximará"

Tomo mucho aire mientras coloco mi mano en mi pecho el cual no se quería tranquilizar para nada.

—Te sientes bien—pregunta Christopher.

—¿Qué tienes Pamela? —le sigue Samuel.

Los chicos me miran atentos por si algo sucede.

Asiento con la cabeza un par de veces—Estoy bien, solo... Trato de tomar aire.

Recuesto la cabeza al asiento mientras tomaba mucho aire por la boca. Cerré mis ojos intentando dispersar todo el caos que era mi cabeza...

—Juro... —trago fuerte—Que todo lo que hice tiene una explicación.

—. No te preocupes por eso ahora. Es lo menos importante en este momento—interviene Brayan.

Christopher miro por la ventana —Los perdimos—suelta un gran suspiro de alivio.

No sé por qué, pero de repente sentí que podía respirar aunque ya lo estaba haciendo. Es algo difícil de expresar lo que sentía por dentro, era una especie de asfixia pero al mismo tiempo podía respirar normal.

Como no podía abrazar a todos al mismo tiempo, me conforme con extender mi brazo derecho hacia Christopher y el izquierdo hacia Vincent y abrazarlos con todas mis fuerzas.

—"Gracias por venir por mí a pesar de todo lo que pasó chicos"—confesé a todos.

Los chicos sonrieron ante mis palabras (menos Brayan)—No te preocupes Pamela. Ahora estas con nosotros y no te pasara nada—añade Cristián.

—Sigues siendo mi hermana Pamela—sonríe Sebastián...

LA MAFIA A MIS PIESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora