La fila avanzaba, y desde afuera se podía escuchar combinado tanto las conversaciones de los presentes así como las pruebas de sonido de los instrumentos; Allyson estaba a punto de ingresar a un nuevo y valiente mundo que no había conocido jamás, y solo tenía un pensamiento en su mente.
—¡CARAJO! ¡¿Qué demonios estoy haciendo aquí?!
Sí, esas cositas llamadas "sentido común" y "auto-consciencia" emergieron del sueño en que Allyson las puso preguntando precisamente por qué estabas en un lugar como ese: un club de música de mala muerte cuando ni siquiera tenía la edad para entrar.
Pero silenció esas voces a pedido de sus nuevos amigos, quiénes le dijeron "calla la maldita boca y nosotros haremos el resto".
—¿Credencial? —la rubia escuchó de parte del guardia de la entrada a un muchacho que también se veía sospechosamente joven.
—¡Claro! —el aspirante replicó entregando una identificación tan real como el amor de una sugar baby.
Y cuando se dieron cuenta de la falsedad de algunos detalles (dudo mucho que "Bruno Mars" tenga 67 años y frecuente los barrios bajos de Toronto), invitaron al supuesto intérprete de Uptown Funk a pasar al callejón, y más que cánticos, lo que se escuchó fueron golpes y rompimientos de clavícula.
—¡El que sigue! —indicó el guardia tras terminar su labor con el pasado de listo anterior.
En lo que Jake confrontaba a ese enorme sujeto lleno de tatuajes y peor actitud que recaudador de impuestos en abril, Allyson pensó en que cualquiera que sea el plan de ese chico, debía de ser uno muy bueno: uno astuto, ingenioso y perspicaz.
—¿Qué hay? Soy Jake, vengo con Sarah y una amiga más —dijo el muchacho con completa seguridad y descarada confianza.
—Pasenla bien.
Y así como así, el trio pudo ingresar al club.
—¿Cómo hiciste eso? —Allyson murmuró en lo que se adentraba con los otros y se abría paso entre el resto de los presentes en el recinto—. Solo te presentaste, y... ni siquiera me presentaste
—Tengo contactos con gente que trabaja aquí.
—¿Son familiares?
—Quizá, si consideras la "Familia de Odessa" una familia real —intervino Sarah.
—...eso casi los hace sonar como si fueran parte de la mafia o algo por el estilo...
Allyson rió.
Ni Jake ni Sarah lo hicieron: su reacción se vio limitada a verse nerviosamente entre sí, y la rubia se dio cuenta que quizá pisó una mina en el suelo de su nueva relación.
—Siendo sincera, no sería la primera vez que un libro mediocre de Wattpad se involucra de alguna forma con temas de la mafia para sonar mucho más maduro de lo que realmente es —la morena de cabellera ondulada declaró.
—¿Cómo dices? —Allye y Jake preguntaron al unísono.
—Nada, no importa...
—En fin —la rubia se sacudió el comentario de Sarah—, en serio, ¿cómo le haces para entrar?
—Le vendo a algunos clientes algo de... digamos, materiales botánicos.
—¿Cómo, plantas o semillas?
—...técnicamente es verdad —Jake asintió con nerviosismo—, así que sí: digamos que sí para no hacer la charla mucho más larga de lo que debería de ser.
Y Allyson se encontró más que dispuesta a acatar tal directriz (más que nada para argumentar el "no saber nada" si es que de pronto su amigo se metía en más problemas y la policía requería testimonios).
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Un Club Entre Dos
Teen FictionAllyson es en muchos sentidos una estudiante perfecta, y se espera mucho de ella de parte de su familia y de su escuela. Por eso sorprende a más de uno cuando termina en detención por, para ponerlo en términos sutiles, romperle el hocico a la capita...