22. Alerta Rubia

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En el capítulo anterior de Un Club Entre Dos, nos quedamos con que nuestra heroína descubrió que tenía una gemela malvada que necesita un riñón y solo ella es compatible, y le quedan tan solo cinco semanas de vida.

¡Ups! Perdón, carpeta de proyecto equivocada. En fin, volvamos con las locas aventuras de Allyson y sus superamigos (ese fue uno de los nombres rechazados de este libro).

—Tienes que estar bromeando —declaró Jake, quien de súbito, sintió el peso en sus hombros como si la conversación se llevará a cabo en la gravedad de Júpiter.

—He hecho toda clase de bromas en mi vida, la mayoría contigo o hacía ti —dijo Sarah—, pero no me atrevería a hacer una a esa pobre rubia neurótica.

Jake agitó su cabeza, incrédulo.

—¿Estás segura?

—Ajá.

—¿Segura segura?

—¿Acaso hay eco aquí? ¡Claro que estoy segura!

—¿Pero puedes... contarlo otra vez? —pidió Jake—. Porque lo que acabas de decir no me cabe en la cabeza.

—¿Quieres de verdad escucharlo una vez más o es un recurso narrativo para exponer la información a las lectoras en casa?

—¿Cómo dices?

—¡Nada! ¡Ya voy, así fue el asunto!

Así que, ahí estaba Sarah, en el baño de mujeres, ocupándose de sus asuntos cuando esas dos chicas, Heather y Tabitha: ambas hermosas, ambas populares, y ambas testigos cercanas del incidente de Allyson y la cuadrilla de animadoras en virtud que, ...

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Así que, ahí estaba Sarah, en el baño de mujeres, ocupándose de sus asuntos cuando esas dos chicas, Heather y Tabitha: ambas hermosas, ambas populares, y ambas testigos cercanas del incidente de Allyson y la cuadrilla de animadoras en virtud que, una de ellas fue justamente la víctima de la agresión.

—¿La nota de quién es? —Tabitha inquirió, siguiendo su conversación en lo que afinaban detalles de sus rostros frente a ese espejo.

—No tengo idea, no tenía un nombre —Heather replicó—, pero tengo la sospecha de quién se trata.

—¿Mac, el del equipo de fútbol? ¿Salvatore, el chico de intercambio de Italia?

—Por las iniciales "RL", creo que es Ryan Logan.

—¡Oh! ¿El músico?

—¡Sí! —Heather asintió con emoción y júbilo—. Ese chico es hermoso, y tiene esa aura de artista torturado y sensible.

—¿Te imaginas que te componga una canción?

—Ya sabes que dicen de los músicos: si sales con uno, quedarás inmortalizada en una de sus melodías.

—¿Pero por qué eso de que su mensaje batalló para encontrarte?

—Oh, mira, en la nota decía que puso una carta en el casillero equivocado —Heather demostró con la carta en manos—. Parece que se confundió y lo dejó en mi casillero anterior, ahora son los de primer año.

Un Club Entre DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora