Un Club Entre Dos

11. Tres Chicos Y Un Dilema

Mucho puede salir mal en una primera cita, en especial cuando una de las partes que en teoría participan en ella ni siquiera es consciente de ello, pero en el panteón de potenciales momentos humillantes, en una sala muy alta y resguardada debe encontrarse el "llevar a ver a tu crush a su crush".

Pero, como dice cierta canción de tiempos antediluvianos, "Ya lo pasado, pasado", y no quedaba más que enfrentar un nuevo día, y para Jake, esperar que nadie haga un escándalo innecesario al respecto, o siquiera se atreviera a tocar el asunto.

—¿Cómo supiste que Ryan estaría actuando esta noche? —Sarah preguntó a Jake tan pronto como lo vio en el camino hacía la escuela, la mañana siguiente.

—Ese fue mi secreto, Sarah —contestó el chico sin dejar de caminar y sin otorgarle la mirada a la morena—. No lo sabía.

—¡Calmado, Doctor Banner! ¡No queremos que se nos ponga verde de coraje!

—No es el coraje lo que me pone verde —suspiró Jake—, sino más bien...

—¿Envidia? ¿Envidia al saber que este pequeño gesto no solo no funcionó, sino que además fortaleció la atracción de Allyson por alguien más?

—Entonces... no nos afectó, ¿eh?

—Jake —murmuró una voz a sus espaldas.

—¡¿QUÉ?! —el chico respondió a gritos, dando media vuelta, solo para encontrarse con Allyson.

—E-eh, n-nada, nos vemos lue...

—¡No, Allyson, amiga, lo siento! —imploró comprensión—. ¡No quise ser grosero! ¡Es solo que...! —Jake titubeó, batallando como Anibal en los Alpes buscando justificación para su actitud—. ¡Es solo que...!

Sarah, por supuesto, actuó en ese momento como una caballería ligera salvando el día en el último instante.

—¡Es que no le ha bajado!

—¡Sí, no me ha...! —Jake se detuvo a pensar por más de medio segundo las palabras de su morena amiga—. ¿No me ha bajado? —volteó hacía ella.

—Espera... Jake, ¿eres un chico trans? —Allyson preguntó, en su extraordinaria forma de mezclar la ingenuidad con el conocimiento.

—¡No! ¡Sarah, tienes que dejar de decir esa excusa!

—Porque Jake, no tiene nada de malo que seas tú mismo —Allyson, canalizando su liberal blanca de clase media-alta, bien intencionada pero condescendiente, prosiguió en su discurso—. Creo que es importante tener amistades de todo tipo...

—Allye...

—...algunos de mis mejores amigos son trans... es decir, no tengo, ¡pero si los tuviera, lo serían!

—...Allye...

—...yo votaría por un Primer Ministro trans; digo, no solo por serlo, pero en teoría, si veo sus propuestas y me parecen las correctas.

—¡Allye! ¡Sarah solo bromeaba! —Jake gritó una vez más.

—Oh...—suspiró con un dejo de decepción—. Claro, entonces... entonces me voy.

—Espera, rubia —Sarah intervino—. ¿Querías consultarnos algo antes de enfrentar a Jake y sus cambios de humor?

—¡No tengo cambios de...! ¿Saben? Mejor dejaré esta ir —pensó el chico.

—Sí, es solo, quería saber cómo les iba con lo del huevo.

—¿El qué?

—El huevo de la lección de la clase con Kovacs.