— ¿Conociste a San?
Yeosang le miraba preocupado, como si le estuviera preguntando por un consumo regular de drogas. Sin despegar sus labios del helado azul que había "encontrado" en la bolsa que usarían de premio, Wooyoung asintió.
Escuchó un suspiro.
— ¿Qué ocurre? — Preguntó.
No obtuvo respuesta de su amigo, quién negó suavemente para descartar el tema. Wooyoung tampoco lo presionó; ya estaba acostumbrado a que se guardara las cosas para sí mismo, y que insistir no funcionaría.
Había pasado ya casi una semana desde que él y San habían hablado por primera vez, pero no le había vuelto a ver en todo ese tiempo. Y tampoco esperaba a hacerlo. Independientemente de su descubrimiento, ellos seguían sin tener una verdadera razón para molestarse en hablar con el otro.
Su vista fue a la cancha frente a ellos en el momento en que escuchó gritos por todos lados. Alguien había marcado un gol, y por los rostros alegres de su clase, parecía que les pertenecía. Hongjoong aprovechó para levantar sus manos y empezar a gritar en su dirección.
— ¡Wooyoung! ¡Yeosang! ¡Cambio!
Los nombrados se levantaron, mientras Jongho y el rubio teñido se acercaban a las gradas. Chocaron sus manos de forma amistosa y se incorporaron al conjunto de adolescentes corriendo de un lado para otro buscando patear la pelota dentro de una de las porterías. Wooyoung quiso burlarse de lo cansado que parecía Hongjoong a comparación de Jongho, pero Namjoon acercándose peligrosamente a su portería le distrajo. Había tomado posición como delantero, pero la cambió a defensa en la primera oportunidad que tuvo por sus nulas habilidades en ese deporte.
Quedaban solo diez minutos de juego que se pasaron muy rápido. El último movimiento en el marcador fue por Jungkook, quién alcanzó a anotar un punto a favor de los suyos. Para suerte de Wooyoung, eso no fue suficiente para igualar los puntos que, aunque no había prestado demasiada atención, estaba seguro de que la mayoría tendrían el nombre de Hongjoong en ellos.
Los chicos de su clase corrieron para abalanzarse sobre la bolsa de helados que habían apostado, quemando sus últimas energías. Jung sonrió al ver al rubio tumbado sobre una de las gradas, con la envoltura de su helado ya vacía y sobrado de confianza.
— Ustedes ni siquiera esperaron a ganar, ¿verdad? — Escuchó de entre los jadeos del otro grupo. — Que tramposos.
— Bueno, con Hongjoong de nuestro lado era obvio quiénes ganarían, ¿no lo crees? — Respondió Wooyoung, quién tenía el suficiente aliento para decir algo. El mencionado se alzó de hombros altanero, cómodo con el halago.
Antes de que alguien pudiera seguir quejándose, una de las envolturas voló al cabello teñido de su amigo. Hongjoong se levantó de un salto buscando al culpable: Mingi sonrió en su dirección, delatándose entre todos los perdedores. Empezaron una persecución en donde Mingi confío en su diferencia de altura para no ser atrapado, pero se vio rápidamente intimidado por la velocidad de un descansado y molesto rubio.
Su vista se fijó instintivamente en el chico que pasó corriendo a su lado, portando un Dobok blanco y ese cinturón negro que le hacía resaltar. Ahora estaba recorriendo uno de los pasillos del instituto que dirigían al gimnasio, dónde se habían seccionado algunos salones para clubs deportivos, y San parecía apurado por llegar a su clase de Taekwondo.
Ni siquiera parecía haberlo notado, pero su mente viajó a la conversación (sí se le podía llamar así) que había tenido con Yeosang sobre él por la mañana, y cuando encontró a su mejor amigo en la puerta del gimnasio sus palabras salieron solas.
ESTÁS LEYENDO
U CAN DO IT - woosan
FanfictionEl tan esperado inicio de la primavera. La nieve que ocultaba sus problemas se derrite, las discusiones florecen en las grietas de una amistad basada en silencios, y un amorío se desarrolla a espaldas de lo que se suponía que sería su último año de...
