64. Discrepancias

97 10 0
                                    

Dos corazones juntos pueden mover el mar con sus latidos.

Curioso que Wooyoung y San, con toda la historia que construyeron, su necesidad de contacto físico, y lo poco que les importara ser juzgados por su amor, pasaran desapercibidos para sus amigos durante tanto tiempo. Parecía hecho a propósito. 

Un día cualquiera, poco después de que las vacaciones finalizaran y regresaran a su rutina de siempre, cayó la bomba.

Todos se reunieron en un salón vacío. Los hermanos y Jung estaban sentados comiendo en una de las esquinas e ignorando por completo los gritos y juegos de sus amigos.

— ¿Qué haces? ¿Por qué me abrazas? — Se quejó Jongho luchando contra el más alto de todos.

— Solo quiero abrazarte. — Yunho intentó colar sus manos por debajo de sus axilas, pero Jongho le detuvo firmemente.

— No. No quiero que me abraces. — El menor sabía que debía tratarse de algún tipo de reto.

No pudo resistir mucho más y Yunho se rindió, saliendo casi lanzado por el agarre de Jongho. Mingi lo sostuvo, aguantándose una carcajada.

— Jongho no nos quiere. — Fingió llorar, abrazando a Yunho por la espalda. El alto castaño le siguió el juego, regresándole el gesto y canturreando para él como si fuera un niño siendo consolado por su madre.

— Es extraño que me abracen de la nada, no se trata de si los quiero o no. — Continuó protestando el menor, volviendo a tomar asiento junto a Hongjoong.

El rubio atrajo la atención de Mingi, quién se separó de Yunho para abrir los brazos en su dirección.

— ¿Y tú, Hongjoong?

— Ni se te ocurra.

— ¿Seonghwa?

— Tampoco.

— ¿Yeosang?

— No.

El chico de la marca de corazón no estaba poniendo atención a su conversación, solo respondió en automático.

— ¡Todos son unos insensibles! — Exclamó. — La única persona aquí que no rechazaría mis abrazos, a excepción de Yunho, es Wooyoung.

— Wooyoung aceptaría hasta un beso. — Bromeó Hongjoong.

— Ya no.

Los siete chicos miraron a Seonghwa.

— ¿Por qué me miran así?

— ¿Cómo que ya no? — Preguntó el rubio a su lado, desconcertado. — ¿Lo intentaste?

 — ¿Eh? — Ambos pelinegros involucrados cruzaron miradas, y cuando el mayor supo el error que había cometido, comenzó a entrar en pánico. — Es solo una broma, obvio no pasó nada. — Intentó excusarse, pero eso definitivamente no ayudó. Volteó a ver a Wooyoung, y queriendo sacar toda la atención de sí, le apuntó con el dedo. — Ya no aceptaría un beso porque tiene novio.

— ¿¡Novio!?

El pelinegro ni siquiera se sorprendió por el grito colectivo y asintió, terminando de masticar su bolita de arroz rellena de atún.

— San.

— No desvíes la atención. — Le acusó Mingi, acercándose a él dramáticamente. — ¿Quién es tu novio?

— San.

— ¿Por qué sigues llamando a San? — Se quejó, sin captar la idea.

— Mingi. — Yunho le tomó del hombro, intentando apoyarlo. — Creo que quiere decir que su novio es San.

U CAN DO IT   -   woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora