44. Distracciones

33 4 0
                                    

Olvidó la falta que le hacía salir a divertirse con sus amigos hasta que la oportunidad se le presentó en la puerta.

Literalmente.

Wooyoung abrió la entrada de su hogar, esta vez sin saltarse el paso de verificar la identidad de su visita por la mirilla. Un pelinegro al que extraña, pero podía fingir que no, le saludó con menos energía de la usual.

— ¿Qué haces aquí?

— ¿Así saludas a tu hyung?

— No te invité.

— Mierda, de verdad eres un idiota. — Seonghwa golpeó la frente del menor con su dedo corazón. Wooyoung se quejó, llevando ambas manos a la zona adolorida. — Salgamos de fiesta.

— ¿Por qué?

— Porque de verdad necesito a un amigo y algún tipo de sustancia en mi cuerpo.

Sus palabras le calaron hasta el fondo. Todo él gritaba tristeza: sus ojos, tono de voz, movimientos. Hasta el poco cuidado que había tenido en acomodar su cabello o en elegir su ropa. Ese no era su Seonghwa, y sabía que tenía que ver con un rubio al que Wooyoung le hacía burla de su altura a pesar de medir prácticamente lo mismo.

— ¿Por qué suenas tan gay? — Wooyoung tomó su muñeca, arrastrándolo dentro del departamento y cerrando la puerta tras él.

— ¿Porque lo soy?

— Con esa ropa no lo pareces. — Se quejó el menor, llevándolo hasta su habitación. — Hay que encontrar algo bueno para ti antes de irnos.

Escuchó a su amigo suspirar, pero le ignoró y empezó a sacar cualquier cosa decente en su clóset.

¿Por qué le había ido a buscar a él? No era que le molestara, pero Mingi o Yunho serían mejores acompañantes para una fiesta. También podría haber ido con Jongho, que, aunque no tuviera una misera habilidad para consolar, lo intentaría. ¿Por qué Wooyoung?

Le echó un vistazo a Seonghwa, notando que la ropa que llevaba era tan holgada y "street style" como todo su guardarropa. No le quedaba mal, pero ese no era el estilo que conocía en él, y sabiendo que necesitaba empoderarlo o terminaría llorando después de la primera cerveza, corrió a la habitación de su mamá. Ella se lo perdonaría después, ¿verdad?

Encontró un pantalón de vestir y una blusa escotada que curiosamente marcaban perfectamente la silueta del alto. La cereza del pastel fue una chaqueta de cuero y un par de accesorios que encontró al fondo de su propio armario. 

Él fue más casual, dado que solo iba a acompañarlo, con un pantalón ceñido y una camiseta a cuadros que le quedaba grande y, acomodada como le gustaba, dejaba parte de su espalda alta descubierta.

— ¿Sabes a dónde vamos? — Preguntó terminando de acomodar su cabello.

— Claro. — Seonghwa le sonrió algo más animado, mostrándole la ubicación a donde había pedido el uber. Wooyoung abrió sus ojos sorprendido, y le miró con algo de inquietud. — ¿Qué?

— ¿No es la casa de Jackson Wang? ¿La misma casa donde llegó la policía hace dos semanas porque reportaron ruido excesivo y arrestaron a dos personas por posesión de drogas?

— Si.

— Estás loco.

El mayor soltó una carcajada, tomando su mano y llevándolo hasta el elevador. Wooyoung no era fan de ese tipo de lugares, y conocía bastante bien la fama de ese universitario que hacía fiestas cada jodido fin de semana porque siempre ocurría algo. Realmente no quería terminar arrestado, pero decidió arriesgarse.

U CAN DO IT   -   woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora