37. Impresión

48 5 0
                                    

Creyó que en vacaciones tendría más tiempo para hacer otras actividades, pero sus opciones se habían reducido a estar en casa, las clases de baile y unas pocas citas con San.

Empezaba a cansarse de ver los mismos rostros desconocidos dentro del estudio, pero no podía ver o charlar con sus amigos sin sentir una tensión palpable en el ambiente, y maldijo a Hongjoong y Seonghwa por ello. Al menos tenía demasiado tiempo libre para gastar practicando para su futuro y no sentir que se quedaba detrás de su novio, "el chico del equipo nacional".

Su novio. Eso sonaba demasiado bien.

Su reflejo evidenció la sonrisa tonta que decoraba su rostro, y no trató de ocultarla. Dio dos pasos a su izquierda, dejándose caer suavemente al suelo cuando el tempo en la canción que sonaba de fondo lo indicó. Se recostó y alzó su cadera despacio, llevando sus rodillas a un ángulo de noventa grados. El salón estaba vacío a excepción suya, que se había quedado a repasar lo que una coreógrafa les había enseñado ese día.

Desconocía a la mayoría de instructores en el estudio, y sus compañeros rotaban dependiendo el día o la clase. Había empezado a reconocer a un par de ellos, pero el único al que se sentía no poder olvidar era el mismo hombre alto y de cabello oscuro que le observaba desde la puerta.

— Has mejorado.

— Gracias.

Se apresuró a levantarse, sintiéndose ligeramente expuesto es esa posición, e intentó disimular su nerviosismo al ir a buscar su botella de agua. Seojun se adentró a la habitación, observando detenidamente la forma en que su manzana de adán se movía al tomar del líquido.

— ¿Pensaste en la oferta qué te hice? El tiempo está por acabarse, pequeño Woo.

— No me gusta sentirme presionado. — Sonrió tenso, sin querer sonar grosero. — Puedo aceptar ingresar al grupo principal, pero preferiría dejar lo del tour para otro día.

— ¿No crees que estás siendo presuntuoso?

Wooyoung le lanzó un vistazo desde el espejo, confundido por la forma tan repentina en la que había cambiado su tono de voz. Seojun le miraba de cerca, con sus manos dentro de los bolsillos.

— Es una oportunidad única, algo que muchos solo sueñan con conseguir, pero parece que tú le estás dando demasiadas vueltas. — Murmuró Seojun. El menos se pasó una mano por el cabello, evitando que el sudor que colgaba de sus mechones cayera al suelo. — ¿Confías tanto en ti, como para creer que este tipo de oportunidades solo te lloverán del cielo?

"¿Debería hacerme un retoque del decolorado? Se empieza a notar la raíz" pensó, casi ignorando al alto.

— ¿Qué es lo que te detiene?

— ¿No crees que es demasiado insinuar que es por mi arrogancia? — Preguntó de vuelta. Le exasperaba su insistencia. — Abandonar parte de lo que he construido aquí para lanzarme al extranjero, sin ninguna seguridad de que sobreviviré. Eso me detiene.

— Me tienes a mi para cuidarte.

— No es cierto. — Wooyoung dejó su botella donde mismo y regresó frente al espejo. — Eres el dueño del estudio, tienes muchas otras promesas sobre las que poner tu atención. 

— Estoy jugando mis cartas contigo.

— ¿Y por qué?

— Porque veo potencial en ti.

"Que contradictorio." soltó una risa sin gracia que Seojun no entendió. "Empiezas insinuando que no tengo lo suficiente, y después aseguras que si. ¿A qué estás jugando?".

U CAN DO IT   -   woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora