14. Motivación

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Después de aquel shock, su primer instinto fue lanzarse a los brazos de San con una gran sonrisa.

Le agradeció tantas veces que no podía contarlas, pero el castaño estaba más confundido que orgulloso. Aún con Wooyoung pescado a su cuello, porque parecía no querer soltarse, le explicó que solo había sido un reflejo para él tomar el impulso de esa forma. Aunque fueran disciplinas distintas, pareció ser influencia del Taekwondo.

Esa explicación, aunque útil, no creaba una diferencia. Para Wooyoung, ver a alguien similar en complexión fue suficiente para notar cosas que su profesora podía mencionarle, pero no ejemplificarle al pie de la letra. La perspectiva y lo obvio que San había hecho el realce de su pierna, fueron simples pero poderosas referencias. Soltó un suspiró, dejando su cuerpo relajarse hasta el punto de volverse un peso muerto. San solo rio suave por su reacción, sin saber que para Wooyoung estaba actuando como un analgésico; tranquilizando su mente y calmando el dolor en sus puntos dañados por las caídas.

El miércoles se dedicó a practicar lo que había descubierto, una y otra vez. La profesora le felicitó, viendo su nueva confianza y el hecho de que ya no se desincronizaba de sus compañeros.

Con la mente en calma, dejó de autoexigirse demasiado y salió del lugar poco después que los demás. Caminó hasta el salón de San, donde pudo escuchar a su entrenador dando un grito como despedida que fue correspondido con otro por parte del grupo de estudiantes mucho antes de llegar. Se asomó por el umbral, viendo a San apresurándose para salir antes que cualquiera. Sonrió, y decidió esconderse al costado contrario de la puerta para sorprenderlo; cuando le vio pasar, el castaño escapó de él a gran velocidad, prácticamente trotando lejos suyo.

Fue detrás de él por simple curiosidad, pero sintió su corazón dar un vuelco al notar como se asomaba tímidamente por el marco de la puerta del salón de baile, esperando verle ahí. Su cabeza se inclinó por la confusión, y giró sobre sí para buscarlo por los costados del pasillo; cuando le vio, una sonrisa iluminó su rostro.

— Espera, ¿todo este tiempo has estado esperándome fuera? — Preguntó. San pareció entender la situación, porque su expresión pasó a una sorprendida. — ¿Por qué venías tan apurado si, haciendo matemáticas, terminarías esperando media o una hora fuera del salón?

— Porque me gusta verte bailar.

Silencio.

Wooyoung tuvo que cerrar sus ojos para concentrarse y atar a sus emociones antes de que se descontrolaran. Sus palabras habían impactado en él cómo una ráfaga de aire que empujaba con la intención de derribarlo.

Nadie le había dicho eso antes.

— Tienes problemitas. — Susurró, queriendo tomar a su corazón con ambas manos para que dejara de saltar como un loco.

— Cuando bailas te ves diferente. — Escuchó la voz de San acercarse a él. Al levantar sus parpados, notó que tenía la intención de abrazarle. — Siempre eres tan confiado y enérgico... pareces solo fluir. Es lindo verte siendo tan libre.

— Tienes serios problemitas. — Dijo, pero esta vez rio entre palabras. Se dejó estrechar por San. — Pareciera que me dices esto con toda la intención de engancharme más a ti, pero déjame decirte... que funciona muy bien.

El castaño soltó una risa, separándose de él para dirigirse a la entrada del gimnasio.

Una vez cerca a la salida escucharon una voz femenina que los hizo detenerse de golpe. Wooyoung tuvo un déjà vu de la última vez que vivieron eso, pero la chica que se les acercó esta vez no era una desconocida. Al menos no para San.

— ¡San! ¿Ya te ibas? — Preguntó la chica. Tenía una mirada profunda, y Wooyoung pudo reconocerla como aquella cinta amarilla con la que ya había visto a San practicar por separado. — ¿Mañana podemos entrenar juntos? El profesor mencionó que quería perfeccionar nuestro Kyukpa, pero siempre me pone de equipo con Changbin y... — La chica bajó su tono de voz hasta ser un murmullo, cuidando de no ser escuchada por otros que pasaban por ahí. — Siento que en cualquier momento puede pasarse de fuerza y que yo salga volando, ¿sabes?

U CAN DO IT   -   woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora