31. Completo

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Llegaron al departamento entre risas y el sonido de bolsas de plástico siendo transportadas. Sus padres se encargaron de financiar algo de pollo frito para su noche de victoria, y ahora los cinco estaban preparando la mesa para poder sentarse a disfrutar. 

Hubo dos detalles que llamaron la atención de Wooyoung durante la oración de Hyunsu. El primero era que Seoyeon mantuvo su silla en la cabeza de la mesa a pesar de la presencia del señor Choi, algo poco visto en su cultura. El segundo se trataba de la cicatriz circular que portaba el hombre pelinegro en su antebrazo, y que no había notado hasta ahora que le veía sin uniforme. Decidió no entrometerse demasiado preguntando.

Esperaron a que Hyunsu probara su primer bocado, junto a su esposa, para que sus hijos empezaran a comer. El menor de todos les siguió con la cautela de un invitado, adelantándose a tomar un trozo de tofu asado antes de que ambos hermanastros arrasaran con el plato.

— Ese chico con el que peleaste al final parecía saber lo que hacía, ¿cómo se llamaba? — Seoyeon interrumpió el silencio.

— Jun Chen. — Respondió el castaño, con la boca prácticamente llena.

— ¿Viajó para competir aquí? — San asintió, aunque no podía estar seguro de eso. — Que pena llevarse el segundo lugar.

— ¿Insinúas que debió ganarme? — Bromeó San, apuntándole con una cuchara. Su madre alzó sus manos en señal de inocencia. — Gané limpiamente, mamá. — Canturreó.

— Lo sé, lo sé. Has entrenado muy duro por ese premio, Choi San. — Aceptó ella, y luego dio una ojeada a todos en la mesa. — Y nos tenías a nosotros apoyándote, ¿no fue eso de ayuda?

— Claro que lo fue. — Respondió sin dudar ni un segundo. Wooyoung y él conectaron miradas bajo la vista de todos, y Yeosang alzó una ceja ligeramente ofendido.

— ¡Yah! Estábamos todos ahí, no solo tu novio, ¿sabes? — Se quejó, dándole un empujón suave con su hombro a Wooyoung. El de mechas rubias soltó una risita por su reacción. — Y Wooyoung llegó tarde.

— Eso es cierto. — Aceptó San, y apuntó con su "amenazante" cuchara al chico frente a él. — ¿Por qué llegaste tarde?

— Eso no es importante. — Intentó evitar el tema, pero el castaño negó con fuerza.

— Claro que lo es. — Hizo un puchero. — No pude abrazarte antes de entrar a competir.

Wooyoung quiso defenderse al mencionar lo del beso en sus yemas, pero sintió vergüenza de exponerse frente a ellos, aunque claro que todos ahí lo había visto, y prefirió guardárselo. Rendido, decidió contar lo que ocurrió.

— El profesor Seojun me pidió ir al estudio para hablar. — Le miraron en silencio, expectantes a que continuara. — Quiere que me una al grupo principal del estudio, los que realizan la mayoría de las presentaciones, y luego de eso... hablar sobre la posibilidad de que vaya como bailarín a un tour mundial para un artista del que todavía no sé su nombre.

— ¿Qué?

Los tres pelinegros en la mesa pudieron darse cuenta de la forma en que se deformó el rostro de San. Parecía haber recibido un golpe directo al pecho, con una fuerza que ninguno de sus contrincantes esa tarde podría haber intentado igualar.

Por supuesto que se sentía feliz por Wooyoung. Ese era su sueño. Pero la idea prematura de que podría irse por un tiempo, mucho antes de que ellos pudieran formalizar algo, le hizo sentirse como un cachorro abandonado después de que su dueño se mudara, sin saber si querría regresar por él. Aunque, si formalizaran antes de eso, ¿cuál diferencia había? ¿Estaría atando a Wooyoung?

U CAN DO IT   -   woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora