12. Oportunidad

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La canción Only Girl de Rihanna se reproducía en los altavoces de la camioneta donde viajaban los cuatro, y junto a la voz de la celebridad, Yun y Wooyoung cantaban al unisono. Para sorpresa de San, que no tuvo la oportunidad de escuchar a Wooyoung cantar seriamente durante aquellas horas que pasaron en el karaoke, el chico tenía habilidad y una facilidad especial para tonos agudos y voces aireadas. Se preguntó por qué prefería ocultarlo, pero resolvería esa duda otro día.

El departamento de la familia Choi - Kang no quedaba tan lejos, y el tráfico dejaba de existir para esa hora, así que tardaron menos de quince minutos en llegar. Cuando se bajaron con el último coro de la canción reproduciéndose, San se despidió de los padres de Wooyoung con una reverencia y un «Buenas noches».

Caminaron hasta la entrada del edificio, dónde el mayor se giró a verle con una sonrisa.

¿My only boy in the world?

— Joder, no me molestes. — Wooyoung le sonrió, y sin importarle ser visto por sus padres, se lanzó sobre él en un abrazo.

Aquel contacto era algo que les traía demasiadas emociones, pero la principal era paz. Se fundían en los brazos del otro, dejando un espacio inexistente entre sus cuerpos y múltiples caricias en los lugares donde sus manos alcanzaban.

Prefería un beso en los labios, pero Wooyoung se conformó dejando un beso en su mejilla como despedida.

— Adiós, Sannie.

Vio al chico correr de vuelta a la camioneta, casi escondiéndose dentro. Con una sonrisa, se adentró en el elevador del complejo y presionó el tercer botón. Wooyoung ignoró las miradas indiscretas que sus padres le daban a través del espejo retrovisor, y agradeció que la duda que sabía que estaba dando vuelta por sus cabezas no fue expresada verbalmente aun cuando llegaron a casa.

Cuando San entró a su hogar, el volumen excesivo de los altavoces a cada costado de la televisión le recibió. Alcanzó a distinguir la silueta de su hermanastro entre la oscuridad de la habitación y la intensa luz que emanaba la pantalla antes de doblarse para quitarse las botas.

— Oigan... Creo que si funcionó. 

La voz de Scott Lang es lo último que se escuchó antes de que una ráfaga de explosiones estallara. San no estaba realmente interesado en el mundo cinematográfico de Marvel, a comparación de Yeosang, pero sabía que debía encontrarse en algún punto de "La saga del infinito" en su maratón. 

Se dejó caer en el sofá. Su hermanastro saltó del susto al notarle, pero rápidamente se recompuso y tomó el control de la televisión para reducir el volumen casi al cero.

— ¿Dónde están mamá y papá?

— Fueron a cenar con los hermanos de papá. — Respondió el pelinegro, sacudiendo las migajas que había en su regazo.

— Van a llegar tarde entonces. Cuando juntas a los Choi, ya no quieren despedirse. — Yeosang asintió a sus palabras.

— ¿Y Wooyoung? Tú también llegaste tarde. 

Cruzaron miradas, pero San no logró ocultar su emoción por mucho más tiempo. Tomó uno de los cojines del sofá, clavando su rostro en el.

— Supongo que te fue bien. — Rio Yeosang, acomodándose mejor para verle. Él asintió.

— Muy bien. — Dejó el cojín en su regazo. — Es adorable. Me siento cómodo estando con él. También cené con sus padres; ellos me trajeron a casa. Son muy similares, especialmente su madre y Wooyoung. Compramos un rompecabezas, pero sabes que no soy bueno haciendo esas cosas, así que prometió completarlo por su cuenta. También queríamos jugar videojuegos, pero el tiempo se nos pasó volando, y...

U CAN DO IT   -   woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora