27. Error

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Tener a alguien con quién compartir un trocito de ti te aseguraba no ser olvidado tan fácilmente, perdurando en su memoria.

Wooyoung y San se habían dedicado esas semanas a no solo intercambiarse aquellos pequeños trozos ya prediseñados para todo público, sino también aquellos guardados bajo llave, y los más importantes; unos completamente nuevos y de edición limitada donde ambos eran cómplices.

Entre los diferentes tipos de fragmentos estaban los que podían tratarse de todo un día, o de un pequeño y específico momento. Los más recientes y que funcionaban como un buen ejemplo eran los dos que habían guardado ese mismo día.

El primero se trataba de todo el tiempo que compartieron entrenando. Después de su calentamiento, San le enseñó cosas básicas a Wooyoung sobre el deporte, enfocándose en mejorar su equilibro y posturas mucho antes de preocuparse por su fuerza. El menor se mostró avergonzado siguiendo sus indicaciones, pero hizo todo lo que le pidió sin pegar quejar, y hasta parecía divertirse cuando San le felicitaba por lograr su objetivo.

— Pareces un papá orgulloso de su retoño. — Se burló.

— ¿Debería pedirte que me llames papi? — Bromeó San.

Wooyoung abrió los ojos en grande. De no ser porque ya lo conocí lo suficiente para saber que parte de su fachada de inocente era pura ficción (la otra era simple ingenuidad), pensaría que no había un doble sentido en su broma. ¿Dónde había quedado el chico que no sabía interpretar sus jugueteos? En el centro comercial.

El segundo era, en perspectiva, más corto, detallado, y destacado; correspondía a la confesión de Wooyoung acerca de su propio pasado familiar.

— Mis padres no tenían planeado tener un hijo, así que cuando mi mamá supo que estaba embarazada, buscó la forma de abortar.

Su rostro sereno contrastaba con el significado detrás de sus palabras, y San se sintió confundido al procesar ambas al mismo tiempo. Se mantuvo callado, con su mirada fija en Wooyoung, para hacerle saber que le escuchaba atentamente.

— Papá no quiso opinar sobre su decisión, pero se deprimió hasta el punto de desmayarse en el trabajo por inanición y estrés. Mamá dice que se sintió tan culpable que decidió forzarse a continuar con el embarazo.

Hubo un pequeño silencio entre ellos. Wooyoung no había estado ahí, pero había escuchado esa historia más veces de las que le gustaría. Contarla e imaginarse en sus palabras lo que pasaron sus padres por su nacimiento le apretujaba el pecho.

— Ella sufrió tanto. — Su voz salió en un hilo, perdido en su imaginación. — Antes, durante y después del parto. Estaba tan asustada que se le cayó parte del cabello y empezó a comerse las uñas, pero logró dar a luz exitosamente... El día en que le dieron el alta, huyó con las pocas fuerzas que tenía. — Soltó un pequeño suspiro, regresando al presente. — Se escondió en algún punto de Seúl para intentar reanudar su vida antes de nosotros, y papá se hizo cargo de mi por cuenta propia. Iba con él cada mañana a comprar carnes frescas al mercado, y me llevaba en su espalda cuando estaba en el restaurante. Recuerdo que dijeron que lo vomité más de una vez por moverse demasiado rápido para un bebé. — Soltó una risita. Eran buenos recuerdos para él. — Había días en los que no podía con todo a la vez, y me dejaba al cuidado de nuestra vecina, la abuela de Yeonjun. La pobre mujer estaba furiosa cada vez que Yeonjun y yo peleábamos por juguetes, pero siempre me daba la razón a mí por ser el menor. — Se carcajeo.

Levantó su cabeza del hombro de San y lentamente se incorporó. Estiró su espalda, tensa por el tiempo que pasó con su columna curveada, y gateó hasta sentarse al lado del castaño.

— Cuando cumplí cinco años, mamá intentó visitarme para darme un regalo y papá la atrapó. 

Su mano buscó la de San, pasando sus yemas por los surcos de sus dedos. Jugaba, porque se sentía algo avergonzado de hablar de ese tema con tanta seriedad. Con Yeosang podría bromear diciendo que "nadie le había preguntado" como una forma de aligerar el ambiente y seguir como sí nada, pero no quería intentar ocultarse entre bromas cuando se trataba de San.

U CAN DO IT   -   woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora