U CAN DO IT - woosan

54. Trampa

El molesto regreso a clases.

Rodó los ojos al escuchar la campana que avisaba que todos los alumnos debían estar ya en sus salones. Caminó perezoso por los ya vacíos pasillos, sin miedo a ser reprendido por el profesor de turno que estuviera dando su discurso sobre las vacaciones. Tampoco esperó a encontrar el momento perfecto para entrar, solo abrió la puerta de par en par, llamando la atención de todos.

— ¿Primer día de clases y ya estas llegando tarde, Jung Wooyoung?

— Me temo que sí, profe.

Cruzó miradas con Yeosang, que le miraba con una ceja alzada por su descaro. La profesora continuó con su charla, obviamente molesta, pero sin ánimos para reprender a Jung. Castigarlo sacándolo del salón era lo mismo que dejarlo dentro: el chico solo escaparía y regresaría para fingir estar cumpliendo con su castigo, así que estaba prácticamente haciéndole un favor. Prefería que se quedara en clase y esperar a que aprendiera algo solo escuchando. El pelinegro se sentó junto a su mejor amigo.

— ¿Nuevo corte de pelo?

Wooyoung asintió, pasando su mano entre los mechones ahora ligeramente cortos. Muy a su pesar tuvo que dejar el rubio atrás, sin descartar la idea de que pudiera recuperarlo o probar con colores como esos en un futuro. Mientras no siguiera en el instituto, al menos.

Yeosang fingió prestar atención a la clase tanto como él, ocultando su celular desbloqueado por debajo del libro de texto. Estaba leyendo una de sus típicas novelas de fondo negro, y Wooyoung se asomó para leer un poco, curioso.

"Una de las cosas de las que me di cuenta después de venir aquí fue que a casi todos los kkoma Yoo Joonghyuk realmente no les caía bien. Muy a menudo, intentaban pelear conmigo sin ninguna razón, y rara vez daban una respuesta adecuada cuando les preguntaba algo.

Sin embargo, este 999 fue diferente. También estaba esa historia sobre el lobo. Era como si quisiera decirme algo.

Afortunadamente, mi instinto no estaba mal.

— ¿Qué es el Yoo Joonghyuk que crees conocer?

Su voz contenía leves rastros de desprecio. No sabía que decir.

— ¿Todavía crees que puedes entender a alguien a través de unas pocas líneas de texto en un par de capítulos?

No pude responder."

Bueno, ¿qué mierda? No tenía ningún contexto de la historia, pero eso sonaba interesante.

Todas las clases se la pasó divagando por sus pensamientos y observando el patio de la escuela por la ventana. Durante la hora de matemáticas la clase de Mingi le salvó del aburrimiento al jugar un partido en la cancha, pero prefería olvidar que se había indignado tanto cuando el tiempo se acabó y el equipo de su amigo no logró remontar, que se levantó de su sitio de un salto. Terminó disimulando su error al pedir permiso para ir al baño. Ahí solo perdió el tiempo con su celular, y alcanzó a tomar una paleta de cereza que sobresalía de una mochila olvidada en el lavamanos. Se alzó de hombros y regresó a su salón.

"No le hará falta después, ¿verdad?"

Para cuando la campana volvió a sonar, esta vez anunciando la finalización de las clases, Wooyoung se incorporó de su asiento como una flor floreciendo. Realmente extrañaba ensayar en compañía de su mejor amigo, así que se llevó a Yeosang con él cuando le vio terminar de guardar sus cosas.

— Pensé que ya no irías a la clase de la profesora Kwon.

— Por si te has olvidado, te dije que mi profesor es un acosador. No volveré a sus clases después de que me ayudes a joderlo hoy, así que debería asegurarme de tener otro lugar donde caer muerto.