Veinticuatro

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JADEN

Desperté producto de la saciedad de sueño, intenté volverme a dormir para descansar aún más, pero era imposible.
Al cabo de unos minutos me resigné y me levante para ir a ducharme y prepararme algo de desayuno.
Era bastante temprano, y todos seguían durmiendo.

Tuve la funcional idea de preparar desayuno para todos, ósea, que cuando se levantarán ya estuviera todo listo, y como siempre, hice mi menú original de pancakes con fruta picada y café.

-¿Que haces cariño?.-habló mi mamá entrando por la cocina luego de darme un pequeño beso en la frente.

-Preparo el desayuno para todos.-respondí con una leve sonrisa.

-Eso se ve delicioso, te ayudaré a poner las cosas en la mesa.-respondió ella mientras comenzaba a llevar los bols de frutas y pancakes hacia el comedor.

Al cabo de un rato, ya casi todos estaban despiertos y levantados preparándose para desayunar, hasta Luke, quién había llegado ayer por la noche y se encontraba conversando mucho sobre trabajo con mi Papá y Javon.

Solo faltaba Mía, lo cuál me pareció un poco raro, así que sigilosamente entre a su habitación para percatarme de que todo estuviera bien.

Allí estaba ella, acostada, durmiendo plácidamente, su rostro golpeado aún estaba rojo pero menos inflamado. Me senté en la orilla de su cama cerca de su rostro, y la observé detenidamente.
Un rayo de sol que atravesaba la ventana llegaba directamente a su cabello, el cuál lo hacía ver de una tonalidad más clara, mientras que sus facciones expresaban total calma.
Era cierto lo que decía mi gemelo, Mía es hermosa, siempre me pareció hermosa, desde el primer momento en que la ví.

-Mía.-susurré cerca de su oído y ella abrió lentamente sus ojos mientras estiraba su cuerpo.

-¿Jaden?.-sus cejas se fruncieron al instante en que me vió.

-¿Como estás? ¿Duele aún?.-pasé mi dedo pulgar suavemente por su mejilla.

-No, ya casi nada.-ella tragó saliva levantándose para quedar sentada en la cama frente a mí.

-Genial.-sonreí por inercia.

Ambos nos mirábamos como si estuviéramos esperando que el otro dijese algo, pero niuno lo hacía, solo manteníamos el contacto visual.

Mía suspiró y desvió su mirada, levantándose de la cama para comenzar a buscar sus pantuflas y hacerse una coleta baja en su cabello.

-Preparé desayuno para todos, ¿Irás a comer?.-pregunté sin dejar de mirarla niun segundo.

-Claro.-ella sonrió dándome una mirada rápida.-¿Preparaste Pancakes con fruta?

-Sí.-di una risa nasal.-Se nota que me conoces.

-Nunca olvidaría tus desayunos, cuándo llegaba temprano para trabajar con tu papá eran mi salvación.-agregó Mía manteniendo su sonrisa.

-Eso es bueno.-afirmé sintiendo felicidad.

Ambos salimos de la habitación para caminar hacía el comedor y disponernos a desayunar. Pero antes de eso, Mía corrió a abrazar a Luke, quien al verla la envolvió en sus brazos y besó su frente.
Me causaba tanta extrañeza su amistad, ya que siempre que estaban juntos estaban abrazándose o expresándose cariño físico.

Yo solo seguí de largo y me senté en la mesa sin quitar mi vista de ellos, quienes comenzaron a conversar de cosas que no podía oír bien producto de la bulla que tenían los demás, quienes también conversaban.

-Pareces un acosador mirando de esa manera.-Javon me habló en susurro.

-Estás loco, no estaba mirando de ninguna manera.-rápidamente desvié mi mirada y comencé a preparar mi desayuno.

𝐿𝒶 𝓉𝑒𝑜𝓇í𝒶 𝒹𝑒𝓁 𝒶𝓂𝑜𝓇 ~ [𝒥𝒶𝒹𝑒𝓃 𝒲𝒶𝓁𝓉𝑜𝓃]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora