𝐿𝒶 𝓉𝑒𝑜𝓇í𝒶 𝒹𝑒𝓁 𝒶𝓂𝑜𝓇 ~ [𝒥𝒶𝒹𝑒𝓃 𝒲𝒶𝓁𝓉𝑜𝓃]

Cincuenta y cinco

JADEN

Desperté luego de unas horas por el sonido de la alarma que provenía del teléfono de Mía. Vi que ella se levantó rápidamente y se dirigió al baño, pero a los segundos salió del baño para mirarme.

-Hola, buenos días.-dijo ella rápidamente.-¿Recuerdas que dejé ropa mía aquí?

-Buenos días.-contesté.-Claro.

-¿Donde está?

-En el segundo cajón de mi ropero.-dije apuntando el lugar.

Mía se acercó al ropero y abrió el cajón sacando algo de su ropa.

-Gracias.-dijo ella entrando al baño y al cabo de unos minutos salió del baño vestida y con una coleta baja en su cabello.-¿Irás al hospital?

-Obvio.-respondí levantándome rápidamente.-Me bañaré rápido y estoy listo, si quieres baja para tomar desayuno por mientras.

-No tengo hambre.-Mía se encogió de hombros.

-Debes comer.-dije mientras entraba al baño y antes de que ella pudiera responderme la interrumpí.-No lo negociaré.-hice una mueca y al ver su resignación entre victorioso al baño.

Me bañé de manera veloz, para luego vestirme con un short y polera y bajar rápidamente a la planta baja donde todos estaban desayunando.

Me senté en la gran mesa mientras lograba escuchar que Javon hablaba sobre lo que había sucedido la noche anterior con respecto a las declaraciones que tuvo que dar con los policías.

-¿Entonces habrá un juicio?.-preguntó mi mamá atenta al tema.

-Una investigación y luego un juicio.-explicó mi papá que estuvo también allí acompañando a Javon.

-¿Investigación? ¿Es necesaria si hay testigos de lo que sucedió?.-habló Mía con su rostro completamente fruncido.

-Al parecer si es necesaria.-mi papá se encogió de hombros.-Pero Alex está en prisión preventiva mientras la investigación se realiza.

Mía negó con su cabeza demostrando una evidente molestia en su rostro, mientras bebía una taza de café.

Sus ojos aún se encontraban algo hinchados producto de tanto llorar y se podían notar ojeras bajo sus ojos por las pocas horas de sueño.
Se que suena estúpido, pero como sea que este, para mi era la mujer más hermosa de este mundo.

Mía notó que la estaba mirando y fijó sus ojos en mí con una expresión como de "¿que?", yo solo sonreí levemente y desvié mi mirada.

Al cabo de un rato todos íbamos al hospital, podía notar como Mía mordía sus uñas y movía sus piernas rápidamente y sin cesar mientras iba sentada en la camioneta, sin embargo no pude hacer nada por que entre ella y yo se interponía Javon, quién se sentó en medio de ambos.

En cuánto llegamos al hospital, en la sala de recepción Mía se acercó a un hombre y una mujer bastante amables y simpáticos que abrazaron con mucho cariño a Mía.

Ella una vez más, Mía rompió en llanto al entrar en contacto con ambas personas desconocidas para mí.

-Lo siento tanto.-decía Mía en medio del llanto.

-Tranquila pequeña, no debes pedirnos disculpas.-la mujer acariciaba el rostro de Mía limpiando alguna de sus lágrimas.

-Si, si tengo que hacerlo, todo fue mi culpa, yo invité a Luke a esa fiesta, yo le pedí que se metiera entre medio de esa pleito.-Mía seguía llorando.

-Pero tú y nosotros sabemos que lo hiciste por que jamás pensaste que algo grave le pasaría cariño.-dijo el hombre votando algunas lágrimas.

-No, jamás lo pensé.-Mía limpiaba sus lágrimas con fuerzas.