MÍA
Llámenme loca, pero sí, le oculté a mi mamá todo lo que verdaderamente sucedió.
Por el bien de su estabilidad mental, nunca le conté la verdadera historia de por que Luke terminó apuñalado, si fuera así jamás me dejaría volver a Atlanta, es más, ya no podría ir a ningún lado sola.
Decidí contarle que Luke había sufrido un accidente en auto y algún objeto corto punzante cortó su estómago. Además de rogarle a los padres de Luke que no le dijeran la verdad, y ellos aceptaron sin problema.
Por esa parte el volver estaba solucionado, pero...
-No, no, no, no y no.-Luke se negó rápidamente.-Lo siento Mía, tu ve a Altanta con tranquilidad, pero no me pidas que te acompañe.
-En un mes más ya estarás bien.-me quejé sentándome a su lado.
-Si lo sé, es por eso mismo que no quiero volver, no quiero que me apuñalen el otro lado del estómago.-el habló como si fuera obvio.
-Nadie te va a apuñalar, Alex sigue internado en un psiquiátrico mientras se realiza la investigación.-expliqué.
-No quiero Mía, lo siento, aún no me siento preparado para volver.-el suspiró.
Copié su gesto y di un gran suspiro totalmente resignante. Desde que sucedió todo y Luke volvió a Los Angeles ha estado inmerso en un proceso terapéutico por que estaba presentando síntomas de estrés postraumático.
*Flashback*
Sentí gritos ahogados cerca de mí, lo que me hizo despertar de manera completamente asustada.
Me había dormido junto a Luke en una siesta luego de ver una película, pero el ahora se encontraba gritando y quejándose mientras dormía, su cuerpo se movía de manera desesperada y su rostro representaba total angustia.
-Luke.-moví su cuerpo levemente para no asustarlo, pero no despertaba.-¡Luke!
Luke seguía quejándose aún más fuerte casi sollozando, sin embargo no podía despertarlo.
-¡Luke!.-grité fuertemente moviendo su cuerpo de manera brusca logrando que despertará, pero eso no fue todo.
-¡No te acerques!.-grito Luke con una mirada casi desorientada mirando hacia todos lados intentando levantarse de la cama, pero el dolor de la herida se lo impedía.
-¡Tranquilo Luke, soy yo!.-mi cuerpo automáticamente se levanto de la cama acercándome a el para abrazarlo pero el me empujó alejándome de el.
-¡Aléjate!.-gritó el de manera fuerte, su rostro era como si no fuera Luke, era casi irreconocible.
-Luke, estás en la casa de tus papás, estás a salvo, nadie quiere herirte, soy yo, Mía, jamás te haría daño, por favor necesito que te calmes.-hablé asustada ante su reacción pero intentando mantener la calma.
Luke al escuchar mis palabras suspiró con desesperación agarrando su cabeza.
-Necesito vomitar.-habló rápidamente y corrí para entregarle el bote de basura que tenía en su habitación.
Luke luego de vomitar, se tiró en su cama casi ahogado, su respiración era entrecortada y su rostro estaba pálido, además de que su cuerpo sudaba como si estuviera corriendo una maratón.
-Lo siento Mía, no se que me pasó.-dijo Luke casi en susurro mirando el techo de su habitación.-Soñé con que nuevamente sucedía todo.-dijo el y miro su estómago vendado.
Yo solo me acerqué a el y lo abracé fuertemente, intentando dejarle claro que estaba para él.
*Fin del Flashback*
Luego de ese episodio, hubieron más, Luke se demostraba irritable en algunas situaciones, y cambio muchas conductas comunes en él.
Desde que comenzó a tratar su estrés postraumático, había estado mejor, las pesadillas habían cesado, y Luke había vuelto a ser el mismo de antes en cuánto a su personalidad y humor, sin embargo, pedirle que me acompañará a Atlanta nuevamente fue mucho.
-No quiero que no vayas por mí.-dijo Luke.-Debes ir y quedarte allá, yo ya estoy bien, y una vez me sienta preparado volveré ¿si?
-Si.-asentí con mi cabeza fingiendo una leve sonrisa, Luke copió mi gesto satisfecho.
-Gracias por estar para mi todo este tiempo.-dijo Luke tomando mi mano.-Pero ya es momento de que tengas tiempo para ti.
Suspiré acercándome a abrazarlo, sintiendo sus brazos rodeando mi espalda junto a unas caricias.
Así que así fue, el tiempo comenzó a pasar, Luke ya caminaba, sin embargo con cosas que necesitaba desde el primer piso de su casa yo se las acercaba, o si debía bajar, yo o sus padres lo ayudábamos.
En todo este tiempo no tuve ni un contacto con Jaden, solo veía algunas de sus historias en Instagram o tiktok's que el publicaba, además de estar enterada sobre su vida privada por las cuentas de fans que posteaban sobre ello y me etiquetaban en casi todo.
¿Que si lo extrañaba? Cada día, cada hora, cada minuto, cada puto segundo.
Despertaba pensando en él y me dormía pensando en él. Además, de sentir que cualquier cosa me recordaba a él. Ya nisiquiera escuchaba Lana del Rey, no era lo mismo, no se sentía lo mismo a cuando lo tenía a mi lado viéndome con una sonrisa y recordándome lo mucho que le gustaba verme cantar sus canciones.
Aveces, pasaban cosas en mi vida que simplemente quería correr a contárselas, pero me contuve todo este tiempo, simplemente me guardé todo.
Casi siempre veía nuestras fotos o videos, hasta videos tipo edit que hacían algunas cuentas de fans sobre nosotros dos, y era inevitable no derramar alguna lágrima por los lindos recuerdos, y por lo hermoso que fue ser novia de Jaden Walton.
Realmente, no se que pasé con nosotros, no se si el ya haya dado vuelta la página, no se si me siga esperando como me lo dijo, no se si el tiempo y la distancia me ayudaron a superar sus mentiras y engaños, no se si todo pueda volver a ser como antes en algún momento, pero sinceramente, era algo que quería comprobar.
No les voy a negar que existía un miedo abundante en mí, mi sistema nervioso últimamente funcionaba bajo mucho estrés y ansiedad, tanto así que imaginaba escenarios completamente extremistas en cuánto a lo peor que pudiera pasar.
Sin embargo, ya era momento, era momento de enfrentarlo, enfrentar mis miedos, enfrentar mi ansiedad, enfrentar lo que creamos en algún momento con Jaden, enfrentarlo a él, y enfrentarme a mí, a mis emociones y a mi corazón.
Ya me sentía preparada, era hora.
Solo una semana más y volvería a pisar Atlanta.
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𝐿𝒶 𝓉𝑒𝑜𝓇í𝒶 𝒹𝑒𝓁 𝒶𝓂𝑜𝓇 ~ [𝒥𝒶𝒹𝑒𝓃 𝒲𝒶𝓁𝓉𝑜𝓃]
Fanfiction"Cuenta la teoría del amor, que se siente un conjunto de sentimientos, emociones, y reacciones que alocan nuestra mente y corazón de manera genuina, pero ojo, esto no sucede con cualquier persona, es solo, cuándo la persona es la correcta, y cuando...