Cuarenta y cinco

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JADEN

Las horas en la escuela pasaban más lentas de lo que me gustaría, siento que las clases son tan aburridas que empeoran todo.

Al terminar el bloque de todas las clases fui directo a cambiarme el atuendo para entrenar, siempre llevaba un bolso para cambiarme en la escuela y no tener que ir a casa solo para eso.

-¿Que tal Jdub?.-escuché la voz de Sam, uno de los chicos del equipo a mis espaldas, mientras ataba los cordones de mi zapatilla.

-Todo bien hermano, ¿y tú?.-volteé para chocar nuestras manos.

-Bien.-dijo él sentándose en la blanquilla.-Ayer vi a Zoe.

-Ah.-asentí con mi cabeza sin darle importancia.

-Lo estropee en preguntarle como iba lo de ustedes, casi me mata.-el chico rió.

-Si, ya no salimos, hace bastante.-reí también.-Tengo novia.

-Si, ella me lo dijo.-el chico asintió.-Suerte con eso hermano, la necesitarás.

-¿Por que?.-fruncí mis cejas.

-Alex ha publicado en todas las redes sociales las ganas que tiene de volver a pelearse contigo por partirle el corazón a su pequeña hermana.

-¿El hermano de Zoe?.-fruncí mis labios.

-Si, ¿No haz visto como te tira en redes sociales?

-En realidad no.-reí.-No tengo tiempo para esas cosas.

-No le restes importancia amigo, Alex mueve gente y pelea sucio, ya sabes cómo es.-dijo Sam algo preocupado.

-Si lo sé, tranquilo.-asentí con mi cabeza.

El entrenador nos llamó para comenzar la práctica y todos nos dirigimos al centro de la cancha.

El entrenamiento fue pesado, ya que habían entrenadores y jugadores de otras ligas más profesionales.

Al cabo de una hora me encontraba sentado en una de las banquillas secando el sudor de mi rostro con una toalla, mientras esperaba que comenzará la reunión, en la cuál se hablaría del gran partido que se aproximaba, era el último de la temporada y el más importante.

Mi celular vibró con un mensaje de Mía, el cuál decía que si podíamos quedarnos en su departamento el día de hoy, ya que se encontraba algo enferma. Honestamente me preocupé al instante, pero ella le resto importancia diciendo que solo era un dolor de cabeza.

Al terminar la práctica me fui directamente a casa para bañarme, ponerme ropa cómoda e irme al departamento de Mía.

El conserje del edificio ya me conocía por ende no avisaba mi llegada y simplemente me dejaba pasar. En cuanto llegué a la puerta del departamento toque el timbre pero no hubo respuesta, automáticamente me extrañé y mi mente comenzó a pensar en los peores escenarios del mundo.

-¡Voy!.-escuché la voz de mi novia.

Al cabo de unos diez segundos Mía abrió la puerta del departamento con una gran sonrisa, traía un jogger de tela junto a un top sin mangas y su pelo amarrado en un moño algo desordenado. No se si soy yo el que está tan enamorado pero Mía lograba verse completamente perfecta con cualquier cosa que usara.

Me acerqué a ella para abrazarla rápidamente y sentir el aroma de su perfume que tanto me gustaba, suspiré hondo para sentir cada nota aromática con detalle, y luego mire su rostro para besarla.

-Te extrañé mucho.-dije en medio del beso y ella sonrió.-¿Como te sientes? ¿Aún te duele la cabeza?

-Pues, con respecto a eso..-ella sonrió inocente y yo fruncí mis cejas.

𝐿𝒶 𝓉𝑒𝑜𝓇í𝒶 𝒹𝑒𝓁 𝒶𝓂𝑜𝓇 ~ [𝒥𝒶𝒹𝑒𝓃 𝒲𝒶𝓁𝓉𝑜𝓃]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora