Sesenta y tres

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JADEN

Hoy hace dieciocho años yo y mi gemelo llegamos a este mundo. Siempre para las fechas de mi cumpleaños siento cierta nostalgia por todo lo vivido, por las cosas que he logrado y lo mucho que he crecido, tanto físicamente como personalmente. Sin embargo, esta vez todos estos pensamientos se veían interrumpidos por el hecho de que vería a Mía, no dejaba de pensar en aquello. Era como si toda mi atención la tuviera ella aunque intentará derivarla a otros pensamientos.

Mi familia había organizado una gran cena para Javon y yo, y luego de la cena habría una mini fiesta con algunos de nuestros amigos.

Me encontraba vistiéndome luego de haber estado casi media hora decidiendo que ponerme. Finalmente el outfit elegido fue una camisa manga corta de color negra y unos pantalones de tela de color negros también, además de unas zapatillas Nike rojas que resaltaban con el outfit.

Me apliqué bastante perfume y comencé a arreglar mi cabello para dejarle ese acabado algo despeinado.

Podía ver el atardecer que estaba en su máximo esplendor desde la ventana de mi habitación. Me quede parado viendo el paisaje respirando hondo sintiendo una mezcla de sensaciones en mí, hasta que tocaron la puerta de la habitación.

-Adelante.-dije volteándome para ver quién aparecía.

-Ya están llegando los invitados.-era Javon asomándose por la puerta.

-Voy.-asentí con mi cabeza dándome ánimos internos para bajar y no sentir que me desmayaría de los nervios.

Al cabo de unos minutos y unos cuantos intentos de ejercicios de respiración, me decidí por bajar a la planta baja.

Lo primero que vi fueron a unas tías que corrieron a abrazarme y entregarme el regalo de cumpleaños, luego se acercaron unos tíos y primos para saludarme, ya que al parecer ya todos habían felicitado a Javon, solo faltaba yo.

Comencé a mirar entre medio de mis tíos hacía la sala de mi casa, buscando entre las personas a Mía. Hasta que la ví.

Ella se encontraba de espalda parada junto a mi mamá conversando, traía un vestido corto de color celeste ajustado a su cuerpo, de una tela que parecía ser satin, con la espalda y hombros descubiertos.

Su cabello se encontraba amarrado como en una media coleta dejando caer algunas hondas por su espalda. 

A pesar de no verle el rostro, podría reconocerla aunque la habitación estuviese completamente oscura.

-¿Me disculpan? ahora vengo.-les dije a mis tíos que desde hace unos minutos me hablaban y mi cerebro había dejado de escucharlos completamente.

Mi cuerpo se movió casi por impulso hacía ella, en cuánto mi madre me vió acercándome sonrió y se alejo para dejarnos a solas, Mía al ver que mi madre se alejó volteó automáticamente con sus cejas fruncidas, pero al verme su rostro cambio demostrando algo de nerviosismo.

-Hola.-dije casi con un hilo de voz.

-Hola.-dijo ella con su usual hermosa sonrisa, para luego tragar con dificultad.

-¿Cómo estás?.-hablé sin saber que decir.

-Bien.-ella asintió rápidamente con su cabeza.-¿Y tú?

-Bien.-sonreí idiotizado al verla mirarme fijamente a los ojos.

-Feliz cumpleaños, Jaden.-dijo Mía manteniendo su sonrisa acercándose a mi para abrazarme.

Mi cuerpo se tensó al instante cuando noté que se acercaba a abrazarme, pero automáticamente abrí mis brazos viendo como sus brazos se aferraban a mi cuerpo.

𝐿𝒶 𝓉𝑒𝑜𝓇í𝒶 𝒹𝑒𝓁 𝒶𝓂𝑜𝓇 ~ [𝒥𝒶𝒹𝑒𝓃 𝒲𝒶𝓁𝓉𝑜𝓃]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora