𝐿𝒶 𝓉𝑒𝑜𝓇í𝒶 𝒹𝑒𝓁 𝒶𝓂𝑜𝓇 ~ [𝒥𝒶𝒹𝑒𝓃 𝒲𝒶𝓁𝓉𝑜𝓃]

Cincuenta y ocho

JADEN

Una semana después...

-¿Ya estás listo?.-escuché la voz de mi mamá tras la habitación.

-Aún no.-respondí.

-Date prisa.-escuché nuevamente su voz y efectivamente le hice caso.

Me puse primero el pantalón, luego la camisa, calcetines, zapatillas y por último el gorro del uniforme. Una vez listo salí de mi habitación y baje al primer piso de la casa, donde estaba toda mi familia esperándome.

-¿Listo?.-dijo mi papá con una sonrisa emocionada.

-Ajá.-asentí con mi cabeza.-¡No! esperen.-dije rápidamente y subí nuevamente por la escalera casi corriendo a mi habitación.

Al entrar allí fui directo a mi closet, de donde saqué una bolsa de papel para tomar el guante de béisbol que guardaba allí.

-Ahora sí.-dije una vez nuevamente en la planta baja.

-Vamos entonces.-mi mamá sonrió para besar mi frente y todos subimos a la camioneta en dirección a mi último gran partido.

Iba sentado en el asiento de aquella camioneta con mi vista fija en el guante en mi mano, mientras mi dedo pulgar acariciaba suavemente la "M" bordada en él.

Tragué saliva con dificultad cerrando mis ojos para ayudarme a recordar con exactitud ese hermoso día en que Mía me obsequió el guante, cuándo cenamos a la luz de las velas, cuándo bailamos juntos, cuándo todo estaba bien, cuándo la tenía a mi lado y no sabía lo afortunado que era.

Aunque, creo que siempre supe lo afortunado que era de tener a Mía cono mi novia, sin embargo, creo que no lo suficiente, si hubiera sido la suficiente no hubiera jugado a ocultarle cosas por que sí, lamentablemente eso lo entendí y aprendí ahora.

Esta última semana había sido dura, solo me dediqué a entrenar béisbol todos los días, estaba tan centrado en eso que había días que olvidaba hasta comer.

Hace unos días no aguanté más y le escribí a Mía, para decirle lo mucho que la extrañaba, sin embargo a los minutos me arrepentí y eliminé aquel mensaje.

Nisiquiera podía escuchar Lana del Rey porque me recordaba tanto a ella, a las veces que cantaba con emoción las canciones en la camioneta a mi lado, lo peor de todo es que miraba al copiloto a mi lado y no había nada, ella ya no estaba.

-¿En que piensas?.-preguntó Javon a mi lado.

-En nada.-respondí rápidamente dirigiendo mi vista al paisaje que se apreciaba por la ventana de la camioneta.

-Osea, si se en que piensas, pero quería que me lo dijeras.-habló mi gemelo.

-No empieces.-suspiré.

-¿Por que te cuesta tanto hablar de ella?.-agregó Javon.

Simplemente me encogí de hombros y no contesté. Aunque si sabía por que me costaba hablar de Mía, por que estaba tan enamorado de ella y me dolía tanto no tenerla cerca, que hablar de ella solo sería hurguetear en una herida muy reciente.

Mi celular vibró en mi bolsillo y rápidamente lo tomé para ver de que se trataba.

"Mensaje de Luke"

"Suerte en tu partido de hoy, confía en tu esfuerzo y capacidad, eres genial, nunca lo dudes. (si no ganas no me hables más)"

Reí automáticamente al leer el final del mensaje y respondí dándole las gracias por el apoyo.

No se en que momento pasó el tiempo tan rápido pero ya estábamos estacionando fuera de la gran cancha, había mucha gente, demasiada.

-Wow.-suspiré nervioso.