𝐿𝒶 𝓉𝑒𝑜𝓇í𝒶 𝒹𝑒𝓁 𝒶𝓂𝑜𝓇 ~ [𝒥𝒶𝒹𝑒𝓃 𝒲𝒶𝓁𝓉𝑜𝓃]

Cincuenta y seis

MÍA.

-¿Es broma cierto?.-dijo Jaden tornando su rostro completamente serio.

-No.-negué con mi cabeza.

-¿Por que te vas?.-Jaden tragó saliva.

-Van a trasladar a Luke a un hospital de California ahora que está estable.-Mía suspiró.-Sus padres necesitan tenerlo cerca y no pueden ausentarse muchos días de California por su trabajo.

-No entiendo.-Jaden mantenía una expresión difícil de determinar.

-Me iré por un tiempo para ayudar a los padres de Luke con el cuidado de él, ellos trabajan, y Luke no puede hacer nada por si solo por que necesita reposo absoluto por la herida en su abdomen.-expliqué sintiendo la angustia llegar a mí.-Necesitan ayuda.

Jaden suspiró pasando sus manos por su piernas de manera nerviosa.

-No puedes irte Mía.-Jaden me miro ahora con suma preocupación.

Fue suficiente para querer romperme en llanto. Realmente no quería alejarme de Jaden.
El sentir que no podía confiar en él de la misma manera que antes, hacía que todo se sintiera diferente para mí, sin embargo, el querer estar cerca de Jaden era mucho más fuerte que cualquier cosa, independiente de lo que pasó.

Posicione mi cabeza entre mis manos mientras mis codos se apoyaban en mis piernas para evitar que Jaden me viera tan débil, intenté aguantar cualquier lágrima pero era casi imposible.

-No sabes lo culpable que me siento de lo que le paso a Luke.-dije con dificultad producto del ardor en mi garganta aguantando el llanto.-Necesito hacer esto, no podría vivir tranquila sabiendo que podría ayudar y no lo hice.

Jaden suspiró fijando su vista en el techo de aquel hospital negando con su cabeza.

-¿Y cuánto tiempo te irías?.-dijo con un tono de voz más ronco de lo normal mientras tragaba saliva con dificultad.

-Hasta que Luke este mejor.-suspiré.

-¿Que hay de nosotros?.-Jaden volvió a mirarme con seriedad.

-Lo estaba pensando..-dije luego de unos segundos.-Puede que este tiempo separados nos ayude.

-¿Enserio lo dices?.-Jaden rió irónico.-¿Enserio crees que la distancia nos va a servir? Por que a mi no Mía, a mi me sirve arreglar las cosas, me sirve el verte, el tenerte cerca y poder seguir nuestra relación.

-Eso te sirve a ti por que yo no jugué con tu confianza.-dije rápidamente de forma molesta.-Es fácil decir que quieres seguir la relación como si nada cuándo no haz sentido todo lo que he sentido yo.

-¿Que haz sentido?.-Jaden respondió rápidamente.

-Que no puedo confiar en mi novio, y eso hace que todo se sienta raro, nisiquiera se si me engañaste o no.-dije mirándolo fijamente para notar su reacción.

-¿Realmente crees que te engañé con Zoe?.-preguntó Jaden irónico.

-Luego de saber que ya me haz ocultado cosas y me haz mentido, no puedo confiar en que verdaderamente no lo hiciste.-expliqué como si fuese obvio.

-Mía.-Jaden suspiró.-Deja de lado lo que dijo Alex, ignora todo lo que ha pasado y piensa en mí, en nosotros, en como soy yo.-decía casi desesperado.-Me conoces bien Mía, soy Jaden, tu novio, ¿realmente creerías que fui infiel?

Escuché atentamente y realmente me mentalicé para dejar de lado todo lo que sucedió y pensar en mi novio, y si verdaderamente yo lo creía capaz de algo así.

-No.-fui honesta.

-Por que me conoces y sabes que nunca te haría algo así.-el se calmó un poco.-Nunca lo haría Mía, se que sería irónico pedirte que confíes en mí, pero necesito que en esto realmente lo hagas.

Suspiré analizando todo lo que Jaden me decía, sin embargo no respondí.

-Perdón por ocultarte cosas y perdón por mentirte.-dijo él.-Pero siempre lo hice por tu tranquilidad.

-Lo sé, el problema está en que yo te pedí que me prometieras que sin importar mi tranquilidad no debías ocultarme ese tipo de cosas y tu lo prometiste.-dije viéndolo fijamente.-Lo que se promete se cumple.

-Lo sé.-Jaden suspiró.-Lo siento tanto.

-Está bien.-fruncí mis labios.

-Si debes irte a ayudar a Luke y piensas que eso te servirá para lo de nosotros, entonces bueno.-dijo Jaden viéndome con tristeza.-Te daré tu espacio si es lo que necesitas.

-Gracias.-dije sintiendo mis ojos aguarse.

Jaden negó levemente con su cabeza limpiando rápidamente una lágrima que caía por su mejilla.

Nos quedamos observándonos fijamente sin decir nada, hasta que Jaden suspiró.

-Te estaré esperando.-dijo con debilidad.

Asentí mordiendo mis labios para evitar llorar desviando mi mirada, pero fue imposible, las lágrimas comenzaron a caer y caer.

Jaden se acercó a mi y me abrazo fuertemente, yo solamente me aferré a aquel abrazo sintiendo el aroma de su perfume y sus brazos rodeando mi espalda y cintura, hasta lograr calmarme.

Al cabo de un rato nos separamos de aquel abrazo producto de que Jayla y Javon llegaron a nuestro lado contando algunas cosas de las que le habló Luke.

-Entraré a verlo.-dijo de pronto Jaden.

Asentí sin mucha energía y lo vi alejarse del pasillo en rumbo a la sala de hospitalización.

-¿Todo bien?.-preguntó Jayla.

-No mucho, pero esperó que mejoren con el tiempo.-dije sin ánimos.

Jayla comenzó a preguntarme varias cosas y tuve que contarle que me iría, sin embargo ella entendió completamente y me apoyó en todo lo que yo decidiera.

Luego de eso, tocaba la parte que tiene que ver con la responsabilidad, hablar con DJ.

-No hay problema, ve con tranquilidad.-dijo DJ luego de explicarle por que me iría a California.

-Pero, si necesitan conseguir un reemplazo, enserio háganlo, no quiero que la empresa baje sus ventas por mí.-dije rápidamente.

-No te preocupes, no habrá problema con eso, no te reemplazaría por nada, vales oro para la empresa sobre todo ahora que los clientes te conocen.-explicó el con calma.-Ve tranquila, y cuando vuelvas puedes retomar el trabajo.

-¿Y si necesitas mi ayuda urgente?.-pregunté.

-Te llamaré, o si hay videoconferencias podrías ingresar desde California.-dijo DJ con una sonrisa tranquila.

-Si, no tengo problema con eso.-suspiré.-Gracias DJ.

-No hay de que.-dijo él, sobando mi espalda.-Debes relajarte, estás muy tensa, descansa y come algo, Luke ya está bien.

-Lo sé, gracias.-sonreí asintiendo.

Al cabo de un rato Jaden salió de la habitación de Luke y entré yo para informarle todo lo que había pasado, estuve alrededor de una hora junto a él y luego lo deje descansar, para también irme a descansar yo, pero esta vez, a mi departamento.

Todo se sentía extraño, como si no fuese real lo que había sucedido.

Es entonces cuándo comprendí el dicho que siempre repetía mi mamá. "La vida puede cambiar en un segundo"